María Eugenia Vidal desembarcó en Pinamar para encabezar la reunión de Presidentes de Distrito del PRO. El encuentro tuvo lugar en el Hotel del Bosque de la localidad de Pinamar y contó con la presencia de Humberto Schiavoni, titular del Consejo Nacional del PRO; Francisco Quintana, legislador porteño y Secretario General del PRO; Ana Laura Martínez, diputada nacional, y los intendentes de Vicente López, Jorge Macri, y de Pinamar, Martín Yeza, entre otros. 

Dentro de un contexto donde en las últimas semanas se visibilizaron encuestas que dieron cuenta de una caída en la imagen positiva de Mauricio Macri, la mandataria provincial eligió apuntalar el semblante del Jefe de Estado y pidió al resto de la dirigencia que se encolumne detrás de la gestión Cambiemos.

En ese sentido, la gobernadora puso como ejemplo el caso de un obrero que trabajó en diversas obras durante la gestión de Mauricio Macri y detalló que dicho trabajador le contó que todos los viernes con sus compañeros hacían un asado y ponía $ 10 y hoy tenemos que poner más plata.

Al respecto, la gobernadora se dirigió hacia todos los presentes y les preguntó “¿Ustedes creen que esto pasa desde que está Macri en el gobierno? No. Esto ya venía mal de antes y ahora estamos haciendo lo que hay que hacer. Tenemos que tener esperanza porque Mauricio está haciendo lo que hay que hacer y yo le pido que no afloje”.

“A mí me da mucho orgullo ver al presidente como lo vi ayer, defendiendo esa convicción y con la tranquilidad de saber hacer que está haciendo lo correcto, diciendo la verdad, sin especular, sin pensar que le conviene más en la próxima elección sino pensando en los argentinos”, agregó Vidal.

Y subrayó: “Si a él que le tocó la parte mas difícil en este año, no baja los brazos nosotros tampoco podemos hacerlo”.

Pero no fue sólo eso, lo que Vidal les recomendó a los distintos referentes del PRO, la gobernadora además, les recomendó que lean un libro que su padre le regaló a ella para su cumpleaños y que se llama “La esperanza sin optimismo” de Terry Eagleton.

“Es un libro que habla en contra del optimismo porque dice que es un acto de fe, pero valoriza la esperanza porque es más profunda. Eso me gustó porque la palabra esperanza estaba tan presente en todo el 2015 y este 2016 que me gusta que esa sea mi palabra y la de la gente”.