Viaje a la cumbre

Viaje a la cumbre

El próximo viernes durante la cumbre de presidentes del Mercosur en Brasilia, de la que participará Cristina Fernández de Kirchner, se impulsará el ingreso formal del Estado Plurinacional de Bolivia como miembro pleno. 

Para la diplomacia argentina significará un fortalecimiento de la integración regional y el refuerzo de un aliado en un bloque en el que hay países que giraron en algunos grados sus posiciones. En el encuentro, como es habitual, la Argentina planteará su posición sobre el litigio con los fondos buitre y el reclamo de soberanía en las Islas Malvinas. Y no estarán ausentes el análisis y las comparaciones con la crisis que está atravesando Grecia. Al final de la cumbre, Paraguay asumirá la presidencia pro tempore, lugar que no ocupaba desde su reingreso al Mercosur.

Ayer fue el día de la confraternidad argentino boliviana y del nacimiento de Juana Azurduy, y la semana que comienza será de buena sintonía entre CFK y Evo Morales. El miércoles, el presidente boliviano estará en Buenos Aires para participar de la inauguración de la estatua de la heroína de la Independencia nacida en Chuquisaca (hoy Sucre), que se emplazará en la explanada de la Casa Rosada, donde estaba la figura de Cristóbal Colón, que ahora se ubicará en la Costanera. Dos días después, ambos coincidirán en Brasilia, donde Bolivia será incorporada como Estado pleno del Mercosur junto a la Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela. En el encuentro también estarán representantes de los países asociados al bloque: Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Surinam y Guyana. Durante esos encuentros, Morales y Fernández de Kirchner seguramente intercambiarán impresiones sobre la visita del papa Francisco a la región. La Presidenta lo vio ayer en Paraguay al participar de una misa en las afueras de Asunción invitada por el presidente Horacio Cartés (ver páginas 4 y 5) y el boliviano fue su anfitrión la semana pasada, cuando, además de recibir un comentado regalo (el crucifijo de la hoz y el martillo, réplica de uno tallado por un jesuita asesinado por la dictadura de Luis García Meza) el Papa pidió perdón por los crímenes de Iglesia a los pueblos originarios y criticó “la economía de exclusión e inequidad donde el dinero reina en lugar de servir” y “la concentración monopólica de los medios de comunicación social”.

Para formalizar el ingreso de Bolivia, las delegaciones diplomáticas del Mercosur acordaron un nuevo protocolo de adhesión, que deberán aprobar los parlamentos de los países que aún no suscribieron el anterior instrumento, Brasil y Paraguay. El nuevo texto permitirá salvar distancias con Paraguay, ya que no habrá alusiones a su expulsión del bloque a raíz del golpe de Estado institucional contra el presidente Fernando Lugo. Con su entrada como miembro pleno, Bolivia puede intentar poner en la agenda su diferendo con Chile por la salida al mar, aunque la postura de los países de la región, la Argentina incluida, es que ese conflicto sea tratado como un tema bilateral. A nivel comercial, se están negociando prórrogas de excepciones a la Unión Aduanera. A la Argentina le interesa, por ejemplo, mantener el 35 por ciento de arancel a los duraznos, lácteos y juguetes.

Está pendiente, además, la negociación del tratado de comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, aunque ese no parece ser un eje relevante en este encuentro. En junio, en la cumbre UE-Celac que se realizó en Bruselas, el gobierno de Tabaré Vázquez había expresado algunas críticas hacia la Argentina por no estar comprometida con este acuerdo. En la diplomacia argentina explican que el Mercosur ya hizo su oferta y que ahora resta ver cuál es la de Unión Europea. Señalaron que el país no se opone al tratado pero lo mira con atención para no firmar cualquier cosa, mientras otros gobiernos están más apurados por concretarlo. En Bruselas, el canciller Héctor Timerman afirmó que la Argentina estaba de acuerdo “siempre que sea beneficioso para ambas partes y que no sacrifique ni un solo puesto de trabajo en la Argentina”.

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