Triaca y Dujovne comenzaron a hablar del blanqueo laboral

Triaca y Dujovne comenzaron a hablar del blanqueo laboral

Coincidieron en combatir el trabajo informal, que hoy llega al 35%; queja de la CGT

 

El gobierno de Mauricio Macri comenzó a debatir sobre el otro blanqueo: formalizar el mercado laboral. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne , visitó ayer a su par de Trabajo, Jorge Triaca, y le expuso su idea de rebajar aportes personales y contribuciones patronales para reducir el costo laboral. Triaca le explicó sus políticas específicas de incentivos y dijo que no basta con bajar impuestos.

El encuentro en el despacho de Triaca, que duró una hora, terminó con un compromiso de "unificar agendas" de medidas laborales y macroeconómicas para reducir el 35% de empleados informales.

Luego de haber logrado un blanqueo de más de 100.000 millones de dólares que estaban fuera del sistema, ahora el Gobierno encara otro blanqueo, el de los miles de trabajadores en negro.

Según pudo saber LA NACION, Triaca le expuso en detalle a Dujovne los programas en marcha para estimular a los empresarios a contratar jóvenes: exenciones de pagos de aportes y contribuciones patronales para determinadas edades y por tiempo determinado. Esto se aplicará, por ejemplo, a los trabajadores de las obras del Plan Belgrano, en el Norte del país.

También le explicó las negociaciones en marcha para reducir la litigiosidad laboral. El 21 de diciembre último logró media sanción del Senado la ley de Aseguradoras de Riesgo de Trabajo (ART), que introduce la intervención de comisiones médicas para evitar en lo posible juicios por accidentes laborales. Además, le habló de la futura modificación en el sistema previsional para blanquear trabajadores, o sea futuros aportantes.

"Esto no depende sólo de rebajar los aportes y las contribuciones patronales. Hay políticas específicas que tienen que articularse para reducir la informalidad", dijo Triaca en el encuentro. "Tiene que haber promoción impositiva y también exenciones y recursos fiscales", agregó. Triaca explicó, además, que los sectores de más alta informalidad son la construcción y el textil, entre otros.

También le propuso a Dujovne introducir en la agenda planes de capacitación laboral y formación profesional e incentivos al trabajo. También le explicó el motivo por el cual, por ahora, el Congreso no pudo aprobar la ley de primer empleo: reduce las cargas patronales y diversos sectores del peronismo consideran que ello implica una precarización laboral.

El ministro de Trabajo consignó que entre julio y octubre se crearon 40.000 empleos, luego de un primer semestre en el que se habían perdido 110.000 puestos de trabajo. Y que en noviembre las cifras rondarán en unos 20.000, al igual que diciembre.

También le explicó el estado de la relación con la CGT unificada y de las discusiones en la Mesa de la Producción y el Trabajo, con sindicalistas y con empresarios.

Empleo no registrado

Del lado de Dujovne confiaron a LA NACION que fue una reunión para conocerse y comenzar a coordinar políticas orientadas al gran objetivo del ministro: la formalización laboral en un universo de 35% de trabajadores no registrados.

Dujovne había asegurado que "los impuestos al trabajo son ridículos y fomentan la informalidad". Que significan un sobrecosto de 40% sobre el salario y que ello disuade a los empleadores de contratar personal en blanco.

También había dicho que hay que revisar el impuesto al cheque, el IVA y los impuestos internos, en una gran reforma tributaria.

Cerca de Dujovne confiaron a LA NACION que ambos ministros "comenzaron a pensar en agendas conjuntas" y en "compatibilizar temas fiscales con otros asuntos de formalización de Trabajo".

No hubo acuerdos específicos. "Esto recién empieza", dicen al lado de Dujovne. Y aclararon que "ninguna rebaja en los impuestos al trabajo desfinanciará las obras sociales sindicales".

Ello fue en respuesta al sindicalista Héctor Daer, de la conducción de la CGT, quien planteó esa preocupación luego de los primeros anuncios de Dujovne.

El ministro había dicho a LA NACION que "algunos sectores no pueden enfrentar la carga tributaria" y que "los impuestos al trabajo son ridículos" , con "una sobretasa del 40% por encima del salario de bolsillo" que "atenta en contra de la formalidad" en el empleo.

Daer se manifestó "sorprendido" y expresó que esas reducciones tributarias podrían atentar contra el financiamiento de las obras sociales. Señaló, además, que "los aportes y contribuciones "no son impuestos, sino salario diferido".

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