Éste fue un año duro para la comunidad de Mar del Plata. Problemas con el pago a los empleados municipales con sus consecuentes paros; recortes a funcionarios y concejales; renuncias de funcionarios; preocupantes casos de femicidios; inconvenientes con la recolección de residuos; baches por toda la ciudad sin arreglar; neonazis que golpearon a marplatenses por su condición sexual o ideológica y que realizaron pintadas xenófobas en la localidad; mal estar por la distribución de las playas públicas y la concesión de las mismas a empresarios, impidiendo a los que no pueden pagar acceder a estas; declaraciones poco felices por parte de la máxima autoridad municipal; e intervención del Gobierno Provincial y Nacional para resolver los problemas de gestión que su intendente, Carlos Arroyo, no pudo resolver.

Con la llegada del verano y los preparativos para la temporada 2016-2017, esa práctica no quedó atrás. Hace algunas semanas, la gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, envió la orden de "apuntalar" a Arroyo durante el estío y de ese modo, evitar visibilizar la desastrosa gestión a los turistas que se acercan de todos los puntos del país.

El plan de la máxima autoridad de los bonaerenses es por un lado, enviar al Ministro de Gobierno, Joaquín de la Torre, todas las semanas para asistir a Arroyo en las tareas diarias de administración, porque entiende que es un dirigente que cuenta con experiencia en la gestión municipal ya que fue intendente de San Miguel.

De la Torre tiene por objetivo, también a pedido de la Gobernadora, reordenar uno de los focos de conflicto de la ciudad que es el Concejo Deliberante local, donde en los próximos días van a estar tratando el presupuesto 2017 que es otro de los aspectos que Arroyo no supo resolver y lo que le costó tantos días de paro de sus empleados municipales y mal estar en la sociedad.

Es importante recordar que entre Nación y Provincia en 2016 aportaron 600 millones de pesos para ayudar al Intendente de Mar del Plata a pagar los sueldos. Con ese escenario, los municipales se manifestaron la semana pasada y para apagar el fuego, y evitar nuevas manifestaciones durante la temporada de verano, arribó de la Torre a pedido de Vidal.

Paralelamente, otro plan de la Gobernadora es apaciguar los problemas de seguridad que experimenta la ciudad desde el momento en que Arroyo tomó el mando. Como en vacaciones la actividad política es menos intensa que en el resto de los meses, los policiales se convierten en noticias centrales y desde el Ejecutivo temen que la "mala prensa" deje mal parado no sólo a la gestión local sino al Gobierno de Vidal y al del presidente Mauricio Macri.

Para ello ordenó al Ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo que tome cartas en el asunto quien, por su parte, envió 10 mil agentes para conformar el ya clásico Operativo Sol.

Además, Vidal le pidió a último momento a su Jefe de Gabinete, Federico Salvai que lleve a cabo un pack de obras públicas que financiará con un giro de Nación para mostrar a los visitantes que la gestión Cambiemos en todos sus niveles trabaja.

Finalmente, no fueron casuales las visitas de las últimas semanas por parte de la máxima autoridad de los bonaerenses, para acordar con los sectores productivos más importantes de la ciudad. En ese sentido, firmó convenios con el sectores pesquero, de la mano del ministro de Agroindustria, Leonardo Sarquis; y con los productores de espectáculos, a través de los cuales la Provincia auspiciará shows y recitales gratis sólo los lunes y martes, para no afectar el negocio de los teatros marplatenses.

Frente a esta intervención de la gobernadora en la ciudad balnearia, el Intendente no se mostró muy contento porque deja en evidencia su falta de capacidad para gestionar, y que sus cargos de director de escuelas y de director de control urbano, no fueron experiencia suficiente para ocupar el cargo que hoy lleva adelante.

Es importante recordar también que a meses de las elecciones legislativas, para Cambiemos es muy importante mantener la buena imagen que los hizo ganar en 2015 y que la tienen que fortalecer, sobre todo en las ciudades grandes y turísticas, que reciben a votantes de todo el país y de otras localidades de la Provincia. Es el momento de Vidal y de Macri de gastar todas las cartas para que, los que se mostraron alertas o preocupados por los hechos que se gestaron durante todo el 2016 en Mar del Plata, vuelvan a confiar en ellos.