En la casa de Sergio Bordoni suenan el timbre y el teléfono constantemente, y a veces al mismo tiempo. Es imposible abstraerse del todo. Apenas han pasado unas horas del batacazo electoral que lo convirtió en el nuevo intendente de Tornquist después de 24 años de gobierno del justicialismo, y los segundos de paz se suman en cuentagotas.

Apenas dos cuadras son las que separan su hogar del palacio municipal, pero le tomó varios años desandarlos para llegar al “cargo al que uno más aspira, sobre todo cuando uno quiere tanto a una localidad como la nuestra”.

Y aunque reconoce que hay muchas cosas por hacer de ahora en más, tiene dos puntos bien en claro: que es necesario llevar a cabo un desarrollo más profundo de la cuestión turística en el distrito; y que en cuatro años va a dejar la función pública, por su familia y porque no quiere eternizarse en el puesto.

Para el principal referente en Tornquist del Frente Cambiemos, los principales ejes de su gestión los tiene bien claros: viviendas, fuentes laborales y la erradicación de los basureros a cielo abierto.

"Hoy la gente reclama casas. Después de 24 años de gobierno justicialista y ocho de (el actual intendente, Gustavo Trankels), solo se hicieron 50 viviendas sociales; lo demás fueron programas en los que el propietario ponía una parte, y el municipio otra. Tampoco se previó comprar terrenos para seguir creciendo.

"Es decir, no se trabajó pensando en el futuro. Y la soberbia lleva a que los votantes se cansen. No se le puede mentir a la gente, y menos en un pueblo chico", asegura.

Bordoni remarca que una de las primeras cosas que impulsará a partir del 10 de diciembre es la modificación del código de planeamiento urbano, que le permita conseguir tierras municipales para construir viviendas.

"Por ahí pasa el mayor déficit de Tornquist como distrito, tanto en la cabecera, como en Sierra y en Villa Ventana. Estamos en un cuello de botella y así no vamos a crecer", lamenta.

Otro de los puntos fundamentales será la promoción de la cuestión turística. Para ello, ya anunció que el área de Turismo se unificará y comenzará a funcionar en Sierra de la Ventana, a cargo de un licenciado en Turismo.

"Sierra tendrá toda la importancia en mi gobierno. El desarrollo turístico tiene que venir desde ahí, porque si crece esta localidad, por decantación crecerán todas las demás", afirma.

"Además, debemos fomentar el turismo rural en el resto de nuestras poblaciones", agrega.

En ese sentido, destaca que habrá un apoyo total a las fiestas que se llevan a cabo en el distrito, como la de Reyes, la de la Vendimia o la de la Golondrina.

"Posiblemente a la Fiesta de la Vendimia debamos encontrarle un lugar en Saldungaray, donde está una de las bodegas. Y deberemos avanzar en la creación de una celebración similar en Tornquist, en el Parque Norte, que ha demostrado ser un lugar ideal para llevarla a cabo", dice.

Para él, terminar su gestión habiendo cumplido el 70% de lo prometido sería un gran logro.

"No soy enemigo de nadie. Con Trankels hemos tenido asperezas y discusiones, pero creo que ambos queremos lo mejor para el distrito de Tornquist. Espero su llamado, porque debemos ir trabajando durante la transición.

"Mi celular no se apaga nunca; y los de mis funcionarios, tampoco. Y es así porque, en definitiva, nos debemos a la gente", asegura.

“Eugenia Vidal fue la ganadora indiscutible”

Según Bordoni, para la electa gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vida, "fue fundamental el protagonismo que tuvo en los últimos tiempos".

"En esta elección, a nivel local sacamos 4.441 votos, 30 más que Mauricio Macri, y ella consiguió 4.924. Ella fue la ganadora indiscutible en Tornquist", asegura.

"Incluso, también fue beneficioso que Aníbal Fernández le haya ganado la interna del FPV a Julián Domínguez", dice.

En ese sentido, resalta, es fundamental tener en cuenta que la gente ha dejado de votar partidos políticos, para pasar a votar personas.

"Eso fue lo que pasó con Mauricio Macri, con María Eugenia Vidal o conmigo: es una imagen que la gente ha tenido presente, y que la hizo volcarse por nuestra propuesta", analiza.

Además, descarta que el del último domingo haya sido un voto en contra de Trankels.

"Si hubo un voto castigo, fue en las legislativas de 2013. Pero el de ahora fue un voto para un cambio. Es decir, la gente quiere que alguien, alguna vez, prometa poco pero haga mucho. Por eso, nosotros no prometimos nada que no podamos hacer", asegura.