En reuniones confidenciales, el Gobierno acerca posiciones con los bonistas y prepara su oferta 2.0

En reuniones confidenciales, el Gobierno acerca posiciones con los bonistas y prepara su oferta 2.0

En el mercado afirman que la brecha se achicó a USD8 de valor presente neto. Blackrock cede hasta los USD53 y los tenedores de bonos del canje 2005 piden un cupón PBI con auditoría del FMI

 

 

Con el país ya en cesación de pagos y un acuerdo de confidencialidad sellado por los tres grupos de acreedores y el Ejecutivo, comenzó una nueva etapa de negociación de cara a la reestructuración de la deuda externa. Las herméticas reuniones virtuales coparon el fin de semana largo. En ellas, concesiones mediante, el Gobierno busca un punto de conciliación entre las pretensiones de los bonistas y el marco de sustentabilidad oficial que derive en la nueva versión de la oferta de canje que presentará en la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) en los próximos días. La mayor flexibilidad en busca de evitar un default duro empezó a acercar las posiciones a ambos lados de las pantallas.

Luego de analizar qué elementos de las tres contraofertas recibidas hace diez días podía contemplar, el ministro de Economía, Martín Guzmán, acercó el sábado a las videoconferencias un planteo que elevaba USD5 el valor de recupero propuesto hasta los USD45 descontado a una tasa del 10%, según fuentes del mercado al tanto de las conversaciones. Blackrock, que la semana pasada le propuso a sus aliados del Grupo Ad Hoc ceder algunos de sus reclamos, bajó USD6 hasta los USD53.

El trecho aún es importante y, si bien el diálogo mejoró de tono, los tironeos propios de cualquier negociación se mantienen. Sin embargo, aunque nadie descarta un colapso, el camino al acuerdo comenzó a allanarse. Prueba de ello son la suba del 4% de los bonos en dólares en las últimas cinco ruedas y la disposición de los principales grupos de acreedores a no acudir de inmediato a los tribunales de Nueva York a pesar del ingreso formal en default.

El paso del USD60-USD40 de hace algunos días al actual USD53-USD45 sugiere que la brecha podría cerrarse en torno a los USD50 de valor presente neto. Sobre todo en el caso de los bonos Globales emitidos durante la gestión de Mauricio Macri, que representan el 63% de los UDS66.238 millones a reestructurar. En este segmento, pesan fuerte el grupo liderado por Blackrock y el Comité de Acreedores de Argentina, encabezado por Greylock.

La distancia hoy es mayor en los Discount y los Par, que provienen del canje de 2005 y atravesaron fuertes quitas de capital e intereses respectivamente. El Grupo de Tenedores de Bonos del Canje tiene poder de bloqueo en estos títulos, ya que ostenta algo más del 15% del stock en circulación necesario para trabar la aplicación de las cláusulas de acción colectiva que evitarían los riesgos judiciales, y reclama un "endulzante": un nuevo cupón PBI, como en la última reestructuración, que aumente los intereses si se acelera el crecimiento económico.

En Economía no lo descartan. De hecho, la posibilidad de utilizar ese instrumento estaba contemplada en los lineamientos presentado el 31 de marzo. Pero, como contó BAE Negocios, lo consideran inadmisible tal como lo planteó en su contraoferta este agrupamiento, es decir, atado al PBI en dólares y no el real, como garantía ante eventuales manipulaciones en las estadísticas oficiales de inflación.

Este fin de semana, en el marco de las conversaciones confidenciales, el grupo que encabeza el fondo Monarch sumó una exigencia alternativa: que el Gobierno se comprometa a someterse a las revisiones periódicas de las cuentas públicas por parte del FMI en el marco del artículo 4 del Convenio Constitutivo del organismo. Revisiones que Guzmán ya le solicitó a la directora gerente del Fondo, Kristalina Georgieva, en el encuentro que mantuvieron en Riad durante una reunión del G20 en febrero.

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