La pulseada con los gobernadores entra en la recta final

La pulseada con los gobernadores entra en la recta final

Con el plazo del 15 de septiembre a la vuelta de la esquina, el Gobierno decidió acelerar los tiempos. A través del Ministerio del Interior, la Casa Rosada convocó para este jueves al mediodía a los ministros de Hacienda de los 24 distritos del país. El objetivo del oficialismo es uno solo: comenzar a destrabar las resistencias de varias provincias y lograr que el ajuste del 1,3 por ciento pactado con elFMI se refleje en el presupuesto de 2019 .

 

"Falta menos de un mes para que el Gobierno presente el presupuesto en el Congreso. La convocatoria tiene que ver con cómo seguimos con la parte del ajuste que nos toca a nosotros", explicó a LA NACION el ministro de Hacienda de una de las cinco provincias que gobierna Cambiemos, que -al igual que el resto- tiene sus reparos en torno a la porción de torta que deberá sacrificar en pos de llegar a un acuerdo.

 

Cerca del ministro del Interior, Rogelio Frigerio , explicaron a LA NACION que la convocatoria surgió a raíz del pedido de varias provincias gobernadas por el PJ ansiosas por "aclarar dudas" sobre los $100.000 millones que deberán afrontar las administraciones provinciales en su conjunto. "Van a venir con sus contrapropuestas, serán analizadas y se discutirán", explicaron fuentes del Gobierno.

En esta reunión, la primera que se desarrolla de manera "masiva", no estarán ni Frigerio ni el titular de Hacienda, Nicolás Dujovne . Sí estarán sus segundos: el secretario de Hacienda, Rodrigo Pena; el de Provincias, Alejandro Caldarelli, y el subsecretario de Relaciones con las Provincias, Paulino Caballero. Si hay avances, afirman en la Casa Rosada, los ministros se juntarán con los gobernadores más cerca de la fecha de cierre de la negociación.

¿Cuáles son los puntos que hacen ruido en la discusión? La eliminación por decreto del Fondo Federal Solidario, unos $26.000 millones de recorte, molestó a los gobernadores, aunque desde el Gobierno explicaron -antes de su publicación en el Boletín Oficial-que se trataba "de una señal a los mercados y al FMI de que vamos a cumplir con lo que nos comprometimos, porque muchos no nos creen", reconoció otro vocero oficial.

En el Gobierno vieron con alivio el éxito parcial en la convocatoria del viernes pasado contra ese recorte. Estuvieron solo cuatro gobernadores peronistas: el pampeano Carlos Verna -uno de los más acérrimos detractores de la Casa Rosada- y otros tres -el tucumano Juan Manzur , la fueguina Rosana Bertone y el formoseño Gildo Insfrán - que oscilan entre los gestos de conciliación y la crítica.

A pesar de las objeciones -que salieron de eventuales aliados, como el salteño Juan Urtubey - el Gobierno confirmó que no dará marcha atrás con ese decreto, aunque Verna pedirá que el Congreso lo derogue. Se estudiarán, eso sí, los casos puntuales de provincias "que necesiten terminar obras que estaban comprometidas con esos fondos", explicó uno de los negociadores del oficialismo.

Entre los gobernadores peronistas hay sí un consenso en torno del traspaso a las provincias de los subsidios al transporte público de pasajeros. La provincia de Buenos Aires (que deberá asumir un costo adicional de $20.000 millones) y la ciudad de Buenos Aires (unos $4500 millones) son de las más perjudicadas, ya que entre ambas suman más de la mitad del ahorro previsto por la Nación en ese rubro.

Costos políticos

"En eso sí se ponen de acuerdo", ironizó un funcionario que responde al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, tan preocupado como María Eugenia Vidal por las consecuencias -no solo económicas- de estos costos adicionales, que incluyen el reciente traspaso de la administración de las proveedoras de energía eléctrica. "Nos tocará asumir aumentos de luz en febrero y agosto de 2019, justo antes de las PASO nacionales", se lamentaba otro funcionario que tenía en mente el calendario electoral que se avecina. En el camino del tira y afloja quedó una propuesta de Hacienda para aumentar del 11 al 16 por ciento la asignación del IVA que iría a las arcas de la Anses. "Está caída la idea, los gobernadores no aceptan", explicó una fuente con conocimiento de las negociaciones.

Más allá de la presencia o no de las 23 provincias y la ciudad de Buenos Aires en la reunión del jueves, en el Gobierno descuentan que habrá gobernadores (Verna, el puntano Rodríguez Saá, la santacruceña Alicia Kirchner y tal vez el socialista santafesino Miguel Lifschitz) que no ayudarán "en casi nada" llegado el momento. El apoyo del cordobés Juan Schiaretti tiene, para Balcarce 50, una importancia capital, al igual que el de Sergio Massa o Miguel Pichetto, el jefe de los senadores peronistas.

Hoy, y en la continuidad de sus reuniones con mandatarios provinciales, Frigerio estará en Misiones con el gobernador Hugo Passalacqua, actualmente uno de los enojados con la Casa Rosada, que confía en que de todos modos la amplia mayoría de los mandatarios termine, por amor o por espanto ante una crisis mayor, aceptando apoyar en el Congreso el presupuesto del año que viene.

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