Presidentes de la UCR de Santa Cruz y del comité de Calafate, abrazados con Pablo González y Máximo Kirchner

Presidentes de la UCR de Santa Cruz y del comité de Calafate, abrazados con Pablo González y Máximo Kirchner

Cuando decimos desde este espacio de comunicación que en la provincia, no hay mucha diferencia entre la UCR y el FPV, no lo hacemos con intenciones de generar polémica o porque seamos de una parcialidad ideológicamente contrapuesta a ambos, lo hacemos por el conocimiento empírico que poseemos de que ambos, son, en la práctica, similares y confluyentes en acción y comisión. 

 Lo que vemos en estas fotografías y vamos a contarle a los lectores, es la expresión pura de lo que decimos, cuando, como tantas veces lo repetimos, para un peronista, no hay nada mejor que un radical. (Por Rubén Lasagno)

¿Hay Radicales en Santa Cruz que jamás se sacarían una foto con los principales operadores del FPV, causantes de los estropicios que hicieron en la provincia y el país, principales argumentos de críticas que los propios candidatos de la UCR sostienen en campaña para atacar al oficialismo?, claro que hay, solo que contados con los dedos de las manos. La cúpula de la UCR de Santa Cruz, empezando por el candidato a gobernador Eduardo Costa y siguiendo por su entorno y encumbrados referentes Radicales de la provincia, son fervientes admiradores del FPV y no dudan en fotografiarse con ellos, aún cuando se expongan a las críticas más descarnadas.

Pablito y Roberto

El 5 de septiembre, en oportunidad de realizarse el cierre de las listas en Río Gallegos, en el recinto de la Justicia Electoral, se encontró prácticamente todo el arco político provincial, encabezados por los presidentes de los partidos y los apoderados.

Allí estaban el actual Presidente de la UCR en Santa Cruz y candidato a Intendente de Río Gallegos, Roberto Giubetich y el actual senador por el FPV y candidato a Vicegobernador en la fórmula de Alicia Kirchner, Pablo González. Todo transcurría normalmente hasta que ambos se encontraron y se confundieron en un abrazo. Pero la cosa no terminó allí y decidieron inmortalizar el momento, tomándose una instantánea que subieron a las redes sociales.

La lectura política de este abrazo, sin duda, trasciende la relación pueblerina que ambos pretenden darle a la situación. Es, sin duda, el paradigma de la hipocresía en su mejor nivel y solo quien desconozca la relación simbiótica que existe entre Giubetich y González, puede creer en la casualidad y las atenciones del buen vecino, para explicar el encuentro.

Giubetich, además de ser presidente de la UCR, es el operador político del principal referente a la gobernación del Radicalismo, Eduardo Costa, quien aparenta tener un discurso en contra del oficialismo y critica las políticas del kirchnerismo con el cual se abraza su principal colaborador. Fue el encargado de recibir los fondos en la municipalidad de Río Gallegos, de ocultar el escándalo por las bolsas de cemento del ex intendente Aburto (FPV), de otorgarle contratos a Austral Construcciones SA, de cambiar trabajo por impuestos, de entregarle en tiempo record y sin ningún trámite previo, un enorme terreno dentro del cementerio municipal a Máximo y Rudy Ulloa, para la edificación del mausoleo, de falsear las Ordenanzas durante la intendencia de Héctor Roquel, para forzar el cambio de nombre a la calle Roca por Néstor Kirchner y también fue Giubetich el primero en correr con los cartelitos bajo el brazo, para que los empleados cambiaran los indicadores de la principal arteria de Río Gallegos, porque estaban contra reloj, ya que 48 horas después (19 de diciembre de 2010) llegaría la presidenta a la ciudad a inaugurar el homenaje que tan solícito, había contribuido Giubetich a organizar.

Pablo González, es el operador político más grande e importante que tiene el FPV en Santa Cruz y quien maneja la justicia por orden expresa de Carlos Zanini, entre otras cosas.

Máximo y Daniel

La otra fotografía pertenece al Presidente del Comité UCR en El Calafate, Daniel Ferández, un hombre que no dudó en utilizar el armado electoral del radicalismo y pasarse a militar en un frente con el Intendente Javier Belloni (FPV), quien, luego de fracasar en su intento por la gobernación, se anotó para reincidir como Intendente de la villa turística.

El garrochazo de Fernández pegó fuerte en la cara del Radicalismo provincial, inclusive con pedido de expulsión del hereje, por parte de los más tradicionales afiliados, sin embargo, la UCR no creyó conveniente echarlo porque, en definitiva, ¿Qué le hace una mancha más al tigre?.

Pero el tigre se siguió manchando y se transformó en un cheetah, al conocerse la publicación de una fotografía donde el presidente del comité Calafate de la UCR, se muestra abrazado con Máximo Kirchner, en una de las silenciosas pasadas del hijo pródigo, por el lugar en el mundo de su madre. Allí, Máximo, hizo campaña junto a Belloni, los muchachos de La Cámpora, el FPV … y Fernández de la UCR.

Pero OPI descubrió un dato más, que obviamente, profundiza y oficializa esta profunda relación que existe entre el radical calafatense convertido y el FPV. Las fotos de Daniel Fernández que se encuentran en la web, las levantó en Facebook su gran amigo, Leandro Santoro, que no es otro que quien acompañó a Mariano Recalde como Vice en las PASO. Santoro, trata a Fernández con total afabilidad y anuncia que “muy pronto” estará en El Calafate, visitando a su amigo.

Todos Radicales de Cristina

Ahora bien, si el propio presidente del partido a nivel provincial, Roberto Giubetich, se abraza con el mayor opositor, sospechado de cuanta corrupción judicial y política se teje en la provincia, Pablo González, ¿Qué le puede restar a Fernández abrazarse con Máximo, cuando él mismo ha dicho públicamente que la UCR no lo contiene, que Costa no lo representa y que por eso va a jugar para Belloni y Máximo?. En todo caso quien está en falta es Giubetich que no se ha sincerado, diciendo que Pablo es su entrañable amigo.

Es obvio que el problema no es ni de Giubetich ni de Fernández, es del Radicalismo en su conjunto y de Eduardo Costa en particular, que no explican nada, no toman medidas y dejan que la confusión siga; aunque tal vez, pensándolo bien, no haya nada para explicar, viendo las fotos.

En lo que resta de la campaña, el candidato a gobernador tendrá que seguir diferenciándose del FPV y del PJ, hablando de las buenas ideas que tiene y de cómo va a revertir el desastre que han dejado más de 20 años de manejo indiscriminado de los recursos en Santa Cruz, pero, seguramente obviará hablar de estas dos fotografías, porque no tendrá muchas explicaciones para dar, al menos creíbles, claro.

Sin embargo, en los mentideros del propio radicalismo provincial nos han dicho textualmente “Eduardo (Costa) no puede decir nada, porque en el 2011 todos recordamos que mandaba a cortar boletas y a votar por él en la provincia y por Cristina como presidenta y en una nota manuscrita sostenía que lo mejor que le podía pasar al país era que Cristina Fernández fuera elegida presidenta”, a lo cual seguidamente agregaron “los Radicales históricos y algunos jóvenes de la nueva camada como Facundo Prades se lo enrostraron más de una vez públicamente y Costa no abrió la boca”.

Claro, lo que no dijo nuestro circunstancial interlocutor (tal vez por ser Radical), es que Facundo Prades, por ejemplo, ferviente crítico y demoledor serial de Eduardo Costa, Mariana Zuvic, Roberto Giubetich y el resto del entorno del candidato Radical, cerró un acuerdo por millones de motivos que lo unieron otra vez al empresario y su troupe, aunque en Caleta sostienen que si no hubieran sido tantas las razones, Prades sería otro que, tal vez, pegara el salto para cortarse solo.

Como quiera que sea, es bueno observar que entre la UCR y el FPV no hay diferencias. Actúan igual, conviven, no se atacan y cuando pueden, se sacan fotos juntos, traicionados por sus propios subconcientes que los hace cometer, en público, estos actos fallidos que los muestran tal cual como son:iguales. (Agencia OPI Santa Cruz)

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