La ruptura impactó tanto en el oficialismo como en la oposición, que salieron a expresar críticas y apoyos a la nueva escisión del PJ parlamentario que recuerda otras divisiones históricas como la ocurrida en la década del '90 cuando el ex diputado -luego vicepresidente de la Alianza- Carlos "Chacho" Alvarez, conformó junto al denominado "Grupo de los 8" el Frente Grande con fuertes críticas a la administración menemista.

La nómina del nuevo bloque "Unión Peronista", que argumentó fuertes críticas al ex presidente y titular del PJ nacional, Néstor Kirchner, es presidido por el diputado Enrique Thomas (PJ-Mendoza).

A pesar de su liderazgo político y mediático, el ex gobernador bonaerense, Felipe Solá, será formalmente un integrante más del nuevo espacio junto a los diputados Julio Arriaga (Río Negro); Beatriz Halak y Jorge Montoya (Córdoba-delasotistas).

La lista del bloque felipista se completa con la diputada por Salta, Beatriz Daher, que será vicepresidenta; Adriana García (La Pampa) y Lorena Rossi (Río Negro).

Estos 8 diputados a su vez, actuarían en "interbloque" con otros peronistas disidentes que juntos, suman 22 y dejan al kirchnerismo sin la mayoría automática que gozaba desde el año pasado (el FpV quedará con 120 bancas).

El interbloque peronista anti-k lo integrarían además el duhaldista Jorge Sarghini; los puntanos Luis Lusquiños y el duhaldista bonaerense, Jorge Villaverde. Este último no renunció al bloque FpV porque intentaría mantener bajo su órbita la presidencia de la Comisión de Defensa, aunque anunció que actuará en sintonía con el interbloque PJ opositor.

Uno de los últimos en sumarse a "Unión Peronista" de Solá es el cordobés Montoya, estrechamente vinculado al ex gobernador José Manuel de la Sota.

De esta manera, el bloque felipista de Diputados reflejará un primer ensayo del polo opositor peronista que intenta rearmar desde las sombras, el ex presidente Eduardo Duhalde, de cara a las elecciones legislativas del 2009, con el objetivo de generar un frente anti-k para las presidenciales del 2011.

Solá, tuvo ayer su primer acto político en la sede del duhaldista Movimiento Productivo Argentino (MPA) tras renunciar al bloque kirchnerista y desde allí, admitió que su "objetivo" es generar "una alternativa del peronismo no kirchnerista" de cara al 2009 y el 2011.

Sin embargo, aclaró que todavía no decidió si renunciará a su actual banca cediéndosela al kirchnerismo para encabezar una lista opositora el año que viene, o si mantendrá su actual mandato y apuntaría a ingresar a la lista de peronistas presidenciables para enfrentar a Kirchner en 2011.

La ruptura de Solá tuvo su primer repercusión en la Legislatura bonaerense, con el anuncio formulado hoy por el diputado bonaerense Osvaldo Mércuri -ex presidente de la Cámara Baja en épocas duhaldistas- quien hasta ayer aparecía "neutral" en la disputa entre Kirchner y Duhalde.

Tras participar ayer del acto de Solá en el MPA de Duhalde, en esta capital, Mércuri anunció hoy su respaldo al nuevo espacio político que lidera el ex gobernador y denunció que desde el gobierno central "nos siguen sacando recursos que legítimamente le pertenecen a los bonaerenses".

La nueva ruptura parlamentaria volvió a generar repercusiones en el oficialismo y la oposición peronista.

El ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández -hoy alejado del poder kirchnerista- juzgó como un "retroceso" la decisión de Solá y advirtió que se rodeó de dirigentes que "son parte de un tiempo" pasado que "va a ser rechazado por la sociedad".

En cambio, la senadora Hilda "Chiche" González de Duhalde insistió en la necesidad "reconstruir el justicialismo", pero reconoció que esto su marido, el ex presidente Eduardo Duhalde, lo está haciendo con "mucha dificultad".

"Creo que le va a ser más fácil reorganizarse al radicalismo que tiene un liderazgo claro a través de (Julio) Cobos -estimó Chiche Duhalde-, que al propio peronismo".