Pero tanto los industriales como los analistas del sector privado consultados por BAE Negocios plantearon que el billete verde se ubica dentro de las “bandas de flotación” esperadas y que la inflación se produjo principalmente en diciembre, cuando la expectativa era que la moneda norteamericana se ubicara más cerca de los $15, la cotización que en ese entonces tenía el blue.

Así, los precios ya tendrían incorporado ese valor y el grueso de la devaluación ya habría sido absorbido en términos inflacionarios.

“Ni sorprendió ni preocupó”, le dijo a este medio un importante dirigente empresario que prefirió el off the record. “No va a haber impacto en precios”, sentenció.

“Está dentro de la banda previsible en el momento en que se anunció el fin del cepo”, explicó el industrial.

Por su parte, Ramiro Castiñeira, de Econométrica, aclaró que “no necesariamente” este salto en el dólar se trasladará al público y que “ya había influido” la expectativa de un dólar mayor al que finalmente se observó en las semanas siguientes al levantamiento de los controles.

“La inflación viene principalmente por la monetización del déficit, no depende de algo tan coyuntural como el dólar. A partir de ahora va a haber un sendero de volatilidad, la Argentina se tiene que acostumbrar a que la moneda flote. Esto hoy parece noticia, pero va a ser constante que haya puntas de flotación más abiertas”, apuntó el economista.

En el mismo sentido, opinó el líder fabril: “Que una variable se mueva tanto por ciento y automáticamente todos los precios se muevan ese porcentaje tiene que ver con una expectativa inflacionaria ligada a un determinado tipo de política monetaria y fiscal sobre la cual va a haber anuncios pronto”, apuntó.

“Si el Banco Central se propone defender la moneda y el Gobierno logra reducir el déficit la volatilidad también se va a achicar, porque está todo ligado”, añadió Castiñeira.

“Con una devaluación controlada, el pase a precios no es tan alto”, planteó otro analista en diálogo con este diario. “Se terminó la expansión monetaria para financiar el déficit”, justificó. Para este especialista, el Gobierno se apoyó en las “patas” que había dejado Cristina Kirchner. La primera de ellas, el “descontrol” de precios del ex secretario de Comercio Augusto Costa, mucho menos duro que el de su predecesor, Guillermo Moreno. La liberación de los controles durante sus últimas semanas de gestión llevó a los empresarios a ajustar los precios al ritmo del blue, advierte este consultor.

Por otro lado, al haber mantenido el petróleo por arriba de su valor internacional, los aumentos en los combustibles insumo clave que repercute en todas las cadenas de producción estarán por debajo del ajuste que tuvo el dólar, al contrario de lo que ocurrió en otras etapas de la Argentina.

Pero lo cierto es que las proyecciones de inflación para este año la ubican por arriba del 30 por ciento. El lunes, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, aclaró que espera una suba de precios que esté en torno de 20 o 25 por ciento.

Los privados advierten que esa cifra es demasiado optimista. Ayer el Bank of America señaló en un reporte que la inflación de 2015 cerró en un 28%, pero que en 2016 se irá a 32%, en línea con los pronósticos de las consultoras locales. Para el BofA, la inflación subirá un escalón respecto del año pasado por un fuerte ajuste en las tarifas y un incremento del 28% en los salarios.

Los juguetes aumentaron hasta 30%

Las ventas de juguetes por el Día de Reyes aumentarán este año 10% en cantidades con un incremento de precios del 30% promedio interanual, estimaron en la cadena comercial. La previsión de las ventas fue realizada por la Asociación de Empresas de Juguetes y Afines, mientras que el aumento en los precios surge de un relevamiento de la asociación Consumidores Libres, que arrojó que en comercios de la C.A.B.A. los juguetes aumentaron 34% respecto 2015.