Aunque las tres partes coinciden en asegurar que “falta ver correr mucho agua debajo del puente”, la renovada dinámica electoral, activada tras la Convención radical, impacta de lleno en el armado opositor en el que trabajan desde hace meses radicales, macristas y juecistas en la provincia de Córdoba.

En este marco vertiginoso, en el que se entrecruzan avances y retrocesos, las posiciones volvieron a endurecerse ayer 
en contraposición al muy probable escenario que habían trazado los protagonistas sobre el cierre de la semana pasada y que abría las puertas a una pronta oficialización del arco antidelasotista.

El elemento nuevo que vuelve a dividir aguas y que amenaza con congelar el acuerdo es una definición tajante que el intendente Ramón Mestre se encargó de transmitir en las últimas horas a su entorno.

Pese a las grandes diferencias personales que los separan, blanqueó su aceptación a compartir un espacio con Luis Juez, pero marcó un límite que, aseguró, no negociará: “Juez debe conformarse con volver a ser senador. Si insiste con ser gobernador, esto (por el acuerdo) no se va a poder cerrar”, compartió entre los suyos.

Esta visión es bien contrapuesta a la idea que repite desde hace meses el líder del Frente Cívico, quien no declina de su aspiración a la gobernación y coincide con el PRO en dirimir las candidaturas a través de la opinión de la ciudadanía medida por encuestas, tal como adelantó este diario en su edición del sábado.

En el búnker juecistas aseguran que “nadie” les “marcará la cancha” y piden respetar lo que dictaminen los sondeos. “Yo voy a aceptar acompañar a Oscar Aguad e incluso a Mestre si es el mejor posicionado, pero queremos que hagan lo mismo si los números nos benefician a nosotros”, aseveró Juez, quien reiteró que las encuestas son el método “más racional” para ordenar aspiraciones.

Además, y en otra postura que mete mucho “ruido” al eventual acuerdo, desde el mestrismo salieron ayer a minimizar la incidencia que tendrán esos resultados en la futura conformación de las fórmulas tanto para la provincia como para la intendencia capitalina. “El radicalismo es un partido de más de 120 años y no aceptará que una medición defina a sus candidatos”, aseguró, en línea con el pensamiento de Mestre, el presidente del Comité Provincia, Jorge Font.

A diferencia del intendente, el resto de la mayoría de las líneas internas de la UCR, encabezadas por Aguad y Mario Negri, son proclives a someterse a la opinión ciudadana, aunque en privado aseguran que el partido no avalaría “de ninguna manera” que Juez encabece una fórmula.

Encuesta confirmada

En el PRO, en tanto, ratificaron la realización de una “gran” encuesta, a cargo de una “consultora neutral”, y aseguraron que ya trabajan en la redacción de las preguntas que conformarán el cuestionario.

“En 10 días, tendremos los resultados y a partir de allí comenzaremos a tener definiciones”, aseguró a La Voz del Interior el principal armador político de Mauricio Macri. Según los cálculos que realizan en el PRO, a “mediados de abril deberíamos tener definidos los candidatos”. “Se acaba el tiempo”, advierten.

“Para nosotros, lo que arrojen las encuestas será determinante. Los partidos políticos no pueden estar por encima de la opinión de la gente. Quien no entienda eso es incapaz de leer la realidad”, razonó, con su habitual dosis de pragmatismo, un hombre que dialoga a menudo con Macri.

Consultado respecto de la posibilidad de que el juecismo y el mestrismo no arriben a un entendimiento, en el partido amarillo volvieron a acicatear con la posibilidad “concreta” de participar de la contienda electoral de manera solitaria.

“Queda poco tiempo y si las partes no se ponen de acuerdo, participaremos con fórmula propia aprovechando el excelente posicionamiento que Mauricio (Macri) tiene en toda la provincia”, manifestó otro operador del PRO.

¿De Tigre a Córdoba?

Olga Riutort visitó el Centro de Operaciones de Tigre, desde donde se controlan cámaras de seguridad y de tránsito. La concejala, precandidata a la intendencia capitalina, dijo que estudia implementar algo similar si llega al sillón del Palacio 6 de Julio.