Marcos Peña, deberá responder 560 preguntas en su tercera exposición en el Congreso. En esta oportunidad tiene como carga extra al tarifazo tras la derrota judicial. El jefe de Gabinete fue, tras el fallo de la Corte, fue víctima del enojo del presidente Mauricio Macri por un fallo que le anticiparon como diferente. El castigo cayó luego sobre Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, los "operativos" del staff de Peña y a quienes, junto a Juan José Aranguren, se les atribuye el esquema tarifario.

Según informa Ámbito Financiero, Lopetegui fue, por mandato de Macri, coordinador del proceso y transitó despachos judiciales. Fue uno de los que deslizó la teoría del fallo favorable. Lo mismo Fernando De Andreis, el secretario General de la Presidencia. Cuando el viernes a las 10.30, Macri reunió a su "mesa chica" en Olivos, Peña había volado a Córdoba y eludió el primer ejercicio de "autrocrítica", al que se animó el presidente desde que llegó al Gobierno.

La convocatoria a la audiencia pública del 12 de septiembre en La Usina del Arte, se anticipa aguerrida. El PJ, la CGT en proceso de unidad y el massismo se preparan. En Casa Rosada, hay dos enfoques. Uno sostiene que hay que ir con el esquema tarifario que frenó la Corte y que quedará validado con la audiencia. Otro sugiere un nuevo cuadro, por regiones, y aumentos "más razonables". Macri escuchó las dos posiciones pero todavía no resolvió aunque insistiría con el Excel de Juan José Aranguren.

Cuando Peña aterrice en Diputados, deberá tener un principio de respuesta. El interrogante es sencillo. ¿Redefine el aumento o se limita a cumplir con el trámite de la audiencia? La idea del Acuerdo Federal Energético, en que trabaja Rogelio Frigerio e involucra a un puñado de gobernadores, con su foto política, supone aceptar el fallo y entender como un error el modo y los montos del aumento de tarifas.