La mansión donde vive López es de un contratista del Estado

La mansión donde vive López es de un contratista del Estado

El lujoso chalet del ex secretario es de Eduardo Gutiérrez, del grupo Farallón

De acuerdo a datos del Registro de la Propiedad de la provincia de Buenos Aires el imponente caserón con salida exclusiva al Río Luján, que López utilizaba sobre todo los fines de semana, pertenecía a Eduardo Ramón Gutiérrez. Se trata del dueño del Grupo Farallón, una firma que se jacta de haber construido "más de 2,3 millones de metros cuadrados de obras públicas y privadas", muchas de ellas otorgadas por el kirchnerismo.

Gutiérrez adquirió el chalet en mayo de 2010. Se lo compró a otro personaje clave en la oscura trama de la obra pública: Andrés Galera, el hombre señalado como el presunto "valijero" de López en las sombras y el operador que trataba con los empresarios para digitar licitaciones y percibir supuestos "vueltos" o sobornos.

En diálogo con LA NACION, Gutiérrez reconoció que Galera le "ofreció" el terreno y que luego él se lo "alquiló" a López. Explicó que existe un contrato de alquiler, que fue presentado ayer a la Justicia, y que los giros de López por la renta del chalet están debidamente declarados ante la AFIP y con registros en su cuenta bancaria.

"En 2010 Galera se acercó a nuestras oficinas y me dijo: 'Tengo este terreno, ¿te interesa?'. Yo le dije que sí, compramos el terreno y construimos la casa, dado que la construcción es mi actividad principal. Luego se la alquilé a López, con un contrato que tiene todos los sellos y con pagos que están acreditados en mi cuenta bancaria. Todo en blanco y debidamente declarado ante la AFIP", dijo Gutiérrez a este medio.

Consultado acerca de si tenía relación previa con Lopez, dijo: "Lo conocía, no voy a decir que no lo conocía, por mi actividad". Y sobre el nexo con Galera, a pesar de la cita para el ofrecimiento del terreno, aseguró: "Nunca me reuní para hacer operaciones ni gestiones oscuras".

El Grupo Farallón es una empresa reconocida en el mercado, que hizo trabajos para gobiernos locales, provinciales y nacionales. Con oficinas en Pilar tiene un certificado de capacidad de ejecución de obra pública por $2.300 millones anuales. Construyó, por ejemplo, cientos de viviendas del plan Pro.Cre.Ar fundado por Cristina Kirchner, en Tigre y San Nicolas y la pavimentación de la ruta provincial 41. Todos proyectos que estuvieron bajo la órbita de López.

También realizó el icónico museo de las Islas Malvinas, emplazado en el predio de la ex ESMA, que fue inaugurado por la ex presidenta en 2014. "Hoy, contra mi costumbre, voy a omitir los miles de metros cuadrados, o las cifras que costó esta construcción, porque esos son detalles", dijo Cristina Kirchner en aquel el corte de cinta. Lo cierto es que para esa obra, Grupo Farallón, de Gutiérrez, trabajó en una unión transitoria de empresas con SES SA, una firma que pertenecía al empresario Nicolás Caputo, amigo de Mauricio Macri. El dato había llamado la atención en la previa a la campaña electoral.

Hasta el jueves, ni el juez federal Daniel Rafecas ni el fiscal Federico Delgado que investigan a López en la causa por enriquecimiento ilícito podían comprender en calidad de qué el ex secretario de Obras Públicas habitaba la casa de Tigre. Ahora, Gutiérrez presentara pruebas y, se espera, los contratos de alquiler. Según pudo conocer LA NACION, el ex secretario pagaba un alquiler de U$S 2.200 por mes (unos $32.000 al tipo de cambio de hoy) y tenía contrato hasta enero.

El chalet bajo la lupa, de dos enormes plantas, techo de tejas y pintado de color ocre, fue uno de los primeros allanados tras la detención de López, porque desde allí el ex funcionario salió con los bolsones con más de U$S 9 millones la madrugada que terminó apresado en el convento de General Rodríguez con un llamado al 911. Se encontraron joyas Swarovski, whisky y pendrives, pero no más dinero en efectivo.

Los nexos del patrimonio de López con Galera y con la obra pública son claves en la investigación. La fiscalía insiste en que la causa por enriquecimiento ilícito es sólo la punta del ovillo de un entramado corrupto mucho mayor.

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