Martin Piqué

El embajador argentino ante el Vaticano, Juan Pablo Cafiero, desmintió ayer enfáticamente que él haya encabezado un intento por influir sobre el voto de los cardenales para que Jorge Bergoglio no fuera elegido Papa. Esa versión había sido lanzada por el periodista Román Lejtman en el diario El Cronista. "Es una falsedad absoluta, un invento o una fábula", aclaró Cafiero en diálogo con Tiempo Argentino.

El artículo de Lejtman sostenía que "un diplomático argentino de apellido histórico en el peronismo" -una obvia alusión a Cafiero, hijo de Antonio, ex gobernador bonaerense y ministro de Juan Perón–, junto con un diputado vinculado a los organismos de Derechos Humanos, habían redactado un "dossier sucio" que incluía notas del periodista Horacio Verbitsky traducidas al italiano, con el objetivo de que Bergoglio no fuera elegido Sumo Pontífice. Según lo publicado por El Cronista, el dossier contenía información que ligaba al hoy Papa con el secuestro de los jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics.

Ayer, tras la misa de asunción del Papa, Cafiero fue abordado por los periodistas argentinos que habían viajado a Roma. Cuando le preguntaron por el presunto lobby diplomático para bloquear la elección de Bergoglio, el embajador desmintió la versión. "Es absolutamente falso todo lo que dice Román Lejtman, tanto en la nota salida ayer (por el lunes), como en la de hoy (por ayer). Es un relato absurdo y cualquiera que conoce cuestiones del Vaticano puede darse cuenta. Es todo una fantasía y ante semejantes mentiras me siento débil y desconcertado", contestó.

Cafiero forma parte de una familia reconocida por su catolicismo y relaciones con la Iglesia. Ex diputado del Grupo de los 8 que rompió con Carlos Menem a principios de los ‘90 y dirigente del Frente Grande, Cafiero fue designado en el Vaticano en 2008. El plácet le fue aprobado inmediatamente por la Santa Sede, a diferencia de su antecesor, Alberto Iribarne, que no llegó a asumir porque su estado civil era divorciado y el Vaticano lo rechazó. Ayer, cuando comenzó a ganar eco la versión del "dossier secreto", Cafiero presentó una carta en la Sala Stampa Vaticana, la oficina de prensa de la Santa Sede que dirige el sacerdote Federico Lombardi, profundizando su desmentida. Lombardi, jesuita como el Papa, ocupa su cargo desde julio de 2006. Su función incluye la dirección de Radio Vaticano y del Centro Televisivo Vaticano (CTV).

El viernes, apenas 48 horas después del nombramiento de Francisco, Lombardi adjudicó a una campaña de la "izquierda anticlerical" las denuncias que involucran a Bergoglio en el secuestro y torturas de Yorio y Jalics. "Jamás ha habido una acusación creíble contra él", dijo.

La versión del presunto lobby para bloquear la designación de Bergoglio mencionaba a un diputado nacional ligado a los Derechos Humanos. Ayer, el secretario de Derechos Humanos bonaerense, Guido Carlotto, desmintió categóricamente que tanto él como su hermano Remo (diputado nacional por el FPV) hayan participado de una acción para perjudicar a Bergoglio. "Es una locura, una cosa inventada", sostuvo. «