La corrupción kirchnerista a lo largo de la mal llamada década ganada alcanzó límites insostenibles, siendo una de las personas más visibles de esa putrefacción  el ex vicepresidente Amado Boudou, que a través de un grupo de amigos y de la empresa The Old Fund, se quiso quedar con la empresa Ciccone Calcográfica, es decir, con la maquinita de hacer billetes en la Argentina.

En todo este entramado sombrío e ilegal, participaron diversos funcionarios de la AFIP, entre ellos su ex titular, Ricardo Echegaray, y su entonces jefe de asesores, Rafael Resnick Brenner, quienes gestionaron un bochornoso plan de pagos para que los testaferros de Boudou pudieran cancelar en 148 cuotas (más de 12 años) una deuda impositiva de más de 240 millones de pesos que la empresa tenía con el ente recaudador. Este requisito era fundamental para levantar la quiebra y poder acceder a millonarios contratos con el Estado.  Cuando el juez Ariel Lijo imputó a Resnick Brenner por su participación en el Boudougate, Echegaray premió a su mano derecha con la dirección regional de la AFIP en Salta, donde, como reflejó Hoy, vivió en un hotel cinco estrellas desde el cual, según los lugareños, habría digitado extorsiones a empresarios y productores con coimas de hasta 10 millones de pesos.

Hoy, este corrupto abogado de 51 años vuelve a ser noticia, más que nada por haber sido parte en agosto del año pasado de la conformación de un sindicato dentro del organismo público llamado Unión del Personal Superior de la AFIP (UPS-AFIP), del cual fue designado vocal titular. Desde allí resiste cualquier clase de salida del Estado argumentando que posee “inmunidad gremial”.

Proceder sombrío

Si bien Resnick Brenner fue reemplazado del cargo que ocupaba como Director Regional Salta de la AFIP por Mario Guillermo Pastorino, aún sigue siendo un empleado activo sin destino fijo del ente recaudador. Y con la excusa del cargo sindical que ostenta intenta frenar su salida con acciones que marcan toda una forma de conducirse en la política por parte del kirchnerismo.

Para que el ex jefe de asesores de Echegaray deje de tener esta inmunidad gremial, la AFIP debería hacer una presentación ante el Tribunal de Trabajo de la zona en que esté designado para cumplir sus labores para que le Justicia le saque los fueros y a partir de allí disponer todas las medidas necesarias para su desplazamiento.

Pero no solo el hombre ligado al actual titular de la Auditoría General de la Nación (AGN) es favorecido con estos beneficios sindicales: su secretaria privada, Silvina Pecci, fue nombrada como Secretaria de Prensa, Cultura y Capacitación de UPS-AFIP, cabiéndoles las mismas de la ley que su jefe laboral.

La obsesión por conseguir impunidad y no tener que dar cuentas por su accionar ante la Justicia, lleva al kirchnerismo a cometer acciones grotescas, como poner a Echegaray al mando de la AGN u obtener por medio de estratagemas espurios, inmunidad para no ser alcanzados por el peso de la ley como pasa con Resnick Brenner.

Relaciones peligrosas

En su paso por la función pública en la Regional de la AFIP de la provincia de Salta, Rafael Resnick Brenner habría montado una relación cercana con el cuestionado juez federal de Orán, Raúl Reynoso, recientemente suspendido por el Consejo de la Magistratura por ser el presunto líder de una asociación ilícita que beneficiaba a narcotraficantes. Tal como denunció Hoy en agosto de 2014, ambos habrían montado operativos e inventado irregularidades a empresas y productores de frutas y hortalizas, a los cuales se les armaban denuncias y amenazaban con aplicar severas sanciones si no accedían al pago de coimas, que iban desde un millón hasta 10 millones de pesos.

Otro dato paradójico es que el ex funcionario de la AFIP está implicado en dos juicios con ARBA, el órgano recaudador de la provincia de Buenos Aires, por deudas en el pago del impuesto inmobiliario en territorio provincial por la lujosa vivienda que posee en un club de campo de la localidad de Pilar.

“Es poner al zorro a cuidar el gallinero”

Por Luis Juez (Ex Senador nacional)

Especial para Hoy

Lo de Echegaray es una más de las tantas vergüenzas a las que nos acostumbró el kirchnerismo bajo su gobierno, que antes de irse nos dejó este regalito que es lo mismo que poner al zorro a cuidar el gallinero, no merece análisis el escándalo que esto representa.

El ingreso de La Cámpora en la AGN es otro más de los bochornos políticos del kirchnerismo, que pone a gente que no está capacitada, que no es técnica ni nada de eso, con el solo objetivo de salvar a Cristina Kirchner de los hechos oscuros que sucedieron en sus últimos años de gobierno.

Buscan tomar el Estado por asalto. ¿Alguien se cree en serio que Echegaray y la gente que lo rodea puede llegar a controlar las cuentas del ejercicio o aportar algo a la estructura de la AGN?.

Con su llegada, lo que buscó el kirchnerismo es un tipo que los encubra, como ya hizo en la AFIP con todos los funcionarios y el capitalismo de amigos que se hicieron riquísimos con los negocios del Estado nacional en los últimos 12 años, ¿sino a qué otra cosa puede ir a Echegaray a un cargo como ese?.