Cristina Fernández de Kirchner tiene previsto realizar sus últimas actividades oficiales del 2014 el lunes 22 y ese mismo día, o el martes 23, partiría hacia hacia la Patagonia para pasar las festividades junto a sus hijos, Máximo y Florencia; su nieto Néstor Iván; su cuñada y ministra, Alicia Kirchner; su madre, Ofelia Wilhem, y su hermana Giselle.

Debido a la presencia de los feriados puente y asuetos administrativos dispuestos para la recta final del año, estaba casi descartado que la jefa de Estado decida volver a Buenos Aires entre Navidad y Año Nuevo. Todo indica que se quedaría en el sur.

La Presidenta repartirá sus días en Santa Cruz entre Río Gallegos y la localidad turística de El Calafate, en donde podría permanecer hasta la primera semana de enero, aunque aún no había definiciones al respecto.

Durante su ausencia en Buenos Aires, la mandataria seguirá de cerca la gestión manteniendo contactos básicamente con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el flamante secretario General de la Presidencia, Aníbal Fernández, quien desembarcó nuevamente en la Casa Rosada con alto perfil.

El año pasado, la jefa de Estado permaneció 17 días en el sur, uno de los períodos más largos de toda su gestión en que se mantuvo fuera de Buenos Aires, a raíz de que se estaba recuperando de una intervención quirúrgica por el hematoma intracraneal que sufrió.

A su vez, los últimos días de diciembre y, sobre todo, la primera quincena de enero será el período en el que los funcionarios del Gobierno se tomarán algunos días de descanso antes de iniciar los últimos once meses de gestión.

Con escapadas de fin de semana a la Costa Atlántica y otros destinos turísticos del país, los ministros del Gabinete afrontarán unas vacaciones acotadas, a fin de privilegiar las gestiones de sus respectivas áreas, como suele pedirles la Presidenta. Localidades como Pinamar, Cariló y Villa Gessell volverán a ser elegidas por la mayoría de los funcionarios y legisladores del oficialismo.