Cuando el martes Elisa Carrió salió de Comodoro Py moderó su tono contra el jefe de los espías, Gustavo Arribas, y aclaró: "No vengo a denunciarlo porque quiero ir contra él". Enseguida, dueña de una verborragia incontenible, aprovechó para desviar sus dardos a otro blanco: Silvia Majdalani, la subjefa de los servicios de inteligencia.

Con Majdalani, la líder de la Coalición Cívica tiene una enemistad histórica. Pero esta vez, la diputada manifestó frente a un fiscal que cree ser espiada "por un sector de la SIDE actual, liderado por Majdalani". La pirotecnia verbal se convirtió en la punta de una pesquisa judicial y el fiscal Federico Delgado requirió que se auditen los equipos electrónicos que utiliza Carrió para detectar posibles hackeos.

Para Carrió, Majdalani es sinónimo de "espionaje interno" y de la "vieja SIDE". Está convencida de esta idea, por la relación personal de la "Turca" con Francisco Larcher, su antecesor en el cargo y hombre de confianza de Néstor Kirchner en los servicios. Por eso, no cede en su embestida contra la "Señora 8", pero insiste en su objetivo de máxima: reformar a toda la inteligencia.

"Majdalani hace espionaje contra una persona central del Gobierno como soy yo", arremetió Carrió el martes. Ayer, el diputado de la CC Hernán Reyes manifestó en la radio La Once Diez que "durante mucho tiempo «Lilita» no sólo recibió amenazas, sino también movimientos en su computadora personal".

En la CC aseguran estar "acostumbrados" a sentirse espiados y también a recibir amenazas de autor desconocido. A la casa de la diputada, recuerdan, solía llamar una grabadora que la amedrentaba.

Pero ayer, en medio del ruido político, en el entorno de Carrió no revelaron mayores detalles de pinchaduras o intercepciones, aunque insistieron en que "la inteligencia está dedicada a hacer espionaje interno a dirigentes políticos, sean opositores o del propio Gobierno".

Fuentes cercanas a Majdalani indicaron ayer que la funcionaria está "contenta" de que la Justicia la investigue. "Se va a comprobar que nunca escuchamos, ni a ella ni a nadie, sin la correspondiente orden judicial", manifestaron.

 

La primera vez que Carrió cruzó a Majdalani fue cuando la impugnó como vicepresidenta de la Comisión Bicameral de Seguimiento de Organismos de Inteligencia, en 2012. Más tarde la acusó de mantener congelado a ese cuerpo legislativo.

Majdalani siempre respondió que es allegada a Larcher porque sus hijos fueron juntos al colegio. "Nos vemos, comemos, nos invitamos a fiestas, viajamos con los chicos", manifestó en una entrevista a la revista Noticias.

Cuando Mauricio Macri el año pasado envió los pliegos de Arribas y Majdalani para comandar la AFI, la CC le recomendó a la senadora Magdalena Odarda que votara en contra. El ultimo cortocircuito se dio cuando Carrió aseguró que Majdalani estuvo detrás de una operación contra el titular de Aduanas Juan José Gómez Centurión.