Caso Báez: viaje e investigación

Caso Báez: viaje e investigación

Ayer por la mañana llegaron en el mismo avión desde Santa Cruz tres de los hijos de Lázaro Báez y Máximo Kirchner. Según Máximo fue "casualidad" que coincidieran en el aire; similar a la explicación de los motivos que hermanaron a las dos familias en el próspero negociado de la obra pública y la hotelería.

Mientras que Máximo fue interceptado por periodistas y aclaró que no había hablado nada con los hijos del empresario porque "veníamos descansando", los Báez no corrieron tanta suerte: varios pasajeros los increparon e insultaron al bajar. "Ladrones", "chorros", "devuelvan la que se robaron", se escuchó en los pasillos del aeroparque metropolitano.

Melina, Luciana y Leandro Báez viajaron para ponerse a disposición de la Justicia. Fueron citados por el juez Sebastián Casanello para presentar declaración indagatoria los días 4, 6, 7 y 11 de julio, junto con su hermano Martín, que ya está en Buenos Aires, en la causa por lavado de dinero que también involucra a su padre. Los 25 millones de dólares en una cuenta en Suiza a su nombre bastaron para que la Unidad de Información Financiera (UIF) pidiera la detención de los hijos de Báez.

A las pocas horas de aterrizados, a través de sus abogados, los hermanos presentaron un escrito en donde denunciaban "hostigamiento" por parte del juez Casanello y sumaron este argumento para insistir en que el magistrado sea apartado.

Sin ir más lejos, dijeron que dos camionetas sin identificación los estaban esperando afuera del aeropuerto y los siguieron hasta el hotel en donde se hospedan. Efectivamente, en el juzgado de Casanello confirmaron que se ordenaron tareas de inteligencia y supervisión de los movimientos de los imputados.

Pedido de la Cámara Federal

Mientras tanto, la Cámara Federal pidió "urgente" determinar si Casanello se reunió en septiembre del año pasado con la entonces presidenta Cristina Kirchner en la quinta de Olivos, como denunció hace unas semanas Lázaro Báez. Supuestamente el magistrado y la ex presidenta habrían hecho un acuerdo para que todas las conexiones de la ruta del dinero K recayeran sobre el empresario, dejando afuera a Cristina.

La Cámara ordenó a la policía revisar y recolectar evidencia que pueda comprobar este vínculo. De ser así, la causa tendría destino incierto. Báez dirige gran parte de su energía a este objetivo; no quiere "arrepentirse" frente a un potencial aliado de la familia Kirchner en una causa en su contra.

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