Se da por caída la fecha de las internas

Se da por caída la fecha de las internas

Con un Presidente que renunció de manera indeclinable; con quien le sigue, que no ha dado señales, y transcurriendo el término sin que se publique el cronograma electoral ni la convocatoria a elecciones internas, está claro que los tiempos no dan para un proceso electoral que apunte a la unificación del partido, con todas las garantías y con plazos que permitan la más amplia participación de los sectores que en el Interior también quieran dirimir diferencias. Los padrones provisorios certificados por autoridad judicial tampoco fueron exhibidos en ninguna de las 71 comunas. Con tres sectores anotados para la disputa provincial, dos de ellos dieron señales de una posible unificación, aunque las expectativas de un eventual cónclave perdieron la significación atribuida inicialmente en orden a que ello no desactivaría la interna. Las contradicciones de un acuerdo en este sentido quizás lleguen a potenciar la oferta alternativa. El síndrome de la frazada corta, producto de la aplicación del sistema D’Hont y el cupo femenino, es otro de los elementos que sobresalen en el análisis.

A Dios rogando y con el mazo dando. El apoderado de Vamos Compañeros asegura que el proceso electoral se hará como Dios manda. Aunque se descarta una Intervención política del Consejo Nacional, no hay que desechar que sea el Juzgado Electoral quien se haga cargo, como ocurrió en el liberalismo, de que las elecciones lleguen a buen puerto. Por ahora, Juan Carlos Morales vino cubriendo paso a paso -con actitudes preventivas- que se den garantías, pero también con tiempo suficiente para que el cronograma electoral se desarrolle con el tiempo necesario como para que nada se haga a las apuradas. El árbitro será siempre la Justicia.

Las aguas bajan turbias en el justicialismo de Corrientes. A esta altura queda claro que no hay hijos ni entenados y que la disputa se dará en la Provincia sin posibilidad ni de una intervención del Consejo Nacional del PJ y una bajada de línea, ni de la Casa Rosada, ni de Daniel Scioli que adoptó respecto a Corrientes la misma posición que en otros distritos donde sus internas locales preceden a las Paso.

Otra sería la posición del Gobierno con relación a la elección de legisladores nacionales, al menos si se impone el criterio de que sea la Presidenta, en el marco de un acuerdo todavía lejano con Scioli, quien baje línea en la conformación de la grilla de candidatos, con el deliberado propósito de conservar poder de fuego y lealtades propias en ambas cámaras del Congreso de la Nación a partir del 10 de diciembre.

Fuentes inobjetables aseguran que respecto a Corrientes tanto Cristina como Scioli coincidirían en que Camau encabece la lista de senadores nacionales, una determinación que se compadece con el posicionamiento que aún muestran las encuestas respecto al ex candidato a Gobernador, como en el hecho de que para el cristinismo es una figura que le garantiza obediencia debida.

En este armado, Camau iría secundado por la viuda del ex gobernador Hugo Rubén Perié, otra de las incondicionales para el kirchnerismo que a esta altura no quiere tener riesgos; en tanto que el tercer término de senador y el primero de diputados nacionales serían para hombres vinculados a La Cámpora. En el caso de la diputación, para "Pitín" Aragón, quien es considerado como uno de los principales referentes en la región; en tanto que la segunda diputación nacional, un posicionamiento expectable para el Frente para la Victoria, podría llevar el nombre de una Intendenta que como la de Perugorría está muy vinculada a la cuñada presidencial Alicia Kirchner, aunque no se descarta que la doctora Ani Perroni pueda ir por la reelección.

Este armado no quita que haya listas muletas, en la que podrían inscribir sus nombres Eduardo Galantini, Tito Meixner o Alejandro Karlen, por solo citar algunos.

UNA REALIDAD QUE

parece muy clara

La eventualidad de un acuerdo Camau-Ríos para unificar listas provinciales es algo que no debiera descartarse. Incidiría en ello la toma de distancias del Gobierno nacional como provincial respecto a la elección local, lo cual fue tomado como un hecho negativo por el ex candidato a Gobernador que esperaba mayores apoyos y un mayor nivel de compromiso de los jefes comunales que a la hora de la verdad comenzaron a priorizar sus propias realidades territoriales en las que ni siquiera el acuerdo con Ríos les garantiza no tener serias complicaciones.

De hecho, uno de ellos, el intendente Víctor Cemborain, ya dejó trascender que no se involucraría directamente en la interna peronista, algo si se quiere lógico en consideración del alto nivel de conflictividad que existe en Mercedes y a la posibilidad de que en la interna baje el aparato de la sociedad radical-liberal que pugna por su sucesión.

Más allá de que Buenos Aires no jugará en la interna del PJ local, a esta altura pareciera claro que el referee terminará siendo la Justicia, por un lado, y el veredicto de la gente, por el otro, siendo evidente, a esta altura, tal como están planteadas las cosas, que la fecha de elecciones irá bastante más allá de las fijadas originariamente para el 29 de marzo.

Fuentes vinculadas al apoderamiento de Vamos Compañeros, el sector que pretende capitalizar las contradicciones que muestra el escenario provincial con la conformación de una estructura superadora a futuro, señalaron que las garantías del proceso electoral se asocian con los tiempos del cumplimiento del cronograma electoral para que decante la realidad política y pueda darse tiempo para cumplimentar todos los pasos de un proceso electoral ordenado, cuyo fin apunta a ordenar mediante el voto de afiliados y no afiliados las representaciones que surgen de la aplicación del sistema D’Hont.

EL SÍNDROME DE

la frazada corta

Si se considera que serán 15 las diputaciones a distribuir y cinco las senadurías provinciales, y teniendo en cuenta que no sólo competirán ECO y el justicialismo, sino también expresiones que pueden obtener representaciones en diputados o senadores, el caso de liberales, el PaNu, Crecer con Todos, el PA, Compromiso Correntino, etcétera, lo cierto es que el justicialismo a la hora de analizar las candidaturas salibles en el marco provincial podría hacerlo partiendo de la base de que el sistema D’Hont posibilitaría la distribución en el mejor de los casos de seis diputaciones y dos senadurías, lo cual determina que sean dos o tres los sectores internos que terminen anotándose. Cada uno de ellos no llevará sino una parte del todo.

De concretarse la posible unificación de Ríos con Camau a escala provincial, nada indica que tales acuerdos se traspolen hacia abajo. Es una realidad además que las alianzas de esta naturaleza no siempre suman y a veces restan por las naturales contradicciones, y porque quienes quedan en la vereda de enfrente suelen trabajar con voluntad redoblada.

Es difícil por la aplicación misma del sistema que alguien lleve 5 de 8. Lo más probable es que se dé el 4 a 4, pero aun en el caso de un eventual triunfo de la concordancia Ríos-Camau, uno de ellos tendría 3 y el otro 2, con el cupo femenino de por medio que torna un albur la conformación de la grilla.

Para Camau, la cosa no es fácil, porque tiene precisamente tres vertientes. Una, la de los intendentes, que tendría que acordar un nombre que represente a todos ellos, con ventaja para Goya, Santo Tomé o Curuzú de poder poner un exponente.

Otra vertiente es la de La Cámpora, cuyo hombre aparentemente consensuado y con el visto bueno nacional sería Justo Stoup, y una tercera vertiente que es la de los del círculo íntimo de Camau, en el que Martín Barrionuevo pareciera llevar ventajas al doctor Cocomarola; aunque este esquema no complacería a quienes se atribuyen el poder territorial, como son las intendencias, que sólo podrían poner un solo exponente, situación que favorece a Alicia Locatelli por ser mujer y por el hecho de que en las últimas juntadas del grupo su esposo, el diputado nacional Carlos Rubín, vio fuertemente recortada su pretendida influencia sobre la conducción del sector.

En el caso de Fabián Ríos, se descartan algunos números puestos como Jorge Antonio Romero, Tatín Acevedo o Rubén Bassi, más allá de que en bolillero con méritos, trayectoria y lealtades están Félix Pacayut, Toco Sierra o el concejal Rolo Morando, que contaría con el padrinazgo de Rubén Pruyas, con fuerza suficiente como para desplazar a uno de los tres citados, más allá de que entre ellos sólo podrían llegar dos y sin dejar de considerar que la ex intendente de Bella Vista, Nancy Sand, podría a la hora de las definiciones, entrar en el ruedo favorecida por su condición de mujer.

martes 13, ¿número de yeta o de suerte?

A los camausistas no les gustó, para nada, que se diga que el martes Fabián lo recibiría en la Intendencia. Hasta ponen la iniciativa en el propio Ríos, manteniendo una posición de principios que se vincula con facturas, recriminaciones y hasta presuntas traiciones que permitieron que Fabián llegue y Camau no.

La reunión -en sí- viene con complicaciones de forma, más allá de las cuestiones de fondo a resolver, como es la posible aceptación por parte de Camau de que Ríos siga al frente del Partido y el mismo avale su reelección como condición del acuerdo en el que quedó atrás aquello del viejo peronismo y el recambio generacional.

Las últimas versiones indican que la reunión se haría en Buenos Aires, una forma de jerarquizar ciertas concesiones de Camau que ya estarían negociadas y que no lo dejarían por cierto con resto ni poder de fuego para dar sustentabilidad a sus sueños de repetir en 2017 la pelea que perdió con Ricardo en 2013.

Abdicando ahora de la posibilidad de liderar un espacio y formar una estructura, sus posibilidades de cara a la próxima elección a Gobernador menguan en demasía, más que nada porque a la hora de la verdad verá que el acuerdo provincial que encumbre a un intendente, a uno de La Cámpora y a uno de su círculo no tiene su correlato hacia abajo.

Quizás en esto estribe el manejo de los tiempos a los que se apunta desde Vamos Compañeros, que con sólo hacer cumplir las disposiciones estatutarias y legales se asegura no sólo garantías, sino además galvanizar una opción superadora que cobra significación cuando se interpreta a la política partiendo de la base de la segmentación electoral en la que los corrimientos, productos de coyunturales decisiones dirigenciales, no son acompañadas por las segundas y terceras líneas.

¿Y los intendentes?

De todos, uno de ellos o dos serán a la postre los que puedan estar en las listas. Los demás deberán, por un lado, afrontar una interna en la que si bien tienen los resortes del poder, no es menos cierto que tienen los descontentos propios de la insuficiencia de recursos y el día a día de la gestión, sumado a las contradicciones locales que hacen que los opositores en internas abiertas pero no simultáneas tengan toda la posibilidad de intentar al menos escupir el asado.

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