Apuntes sobre el impacto nacional

Apuntes sobre el impacto nacional

Por Demián Verduga

Las elecciones que se celebraron ayer en Mendoza y Santa Fe permiten un caleidoscopio de interpretaciones a la hora de analizar el impacto nacional. 

En el caso de Santa Fe, al cierre de esta edición, el PRO, con la candidatura única de Miguel Del Sel, se imponía. El actual oficialismo, el Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS), le pisaba los talones al comediante mientras el Frente para la Victoria salía tercero y repetía el porcentaje que viene logrando en esa provincia desde 2011. 

El kirchnerismo compitió con Omar Perotti luego de que María Eugenia Bielsa rechazara ser la candidata. Bielsa, que había ganado las elecciones en la categoría de diputados provinciales en 2013, era la dirigente mejor posicionada del FPV. No aceptó ser precandidata por un motivo central: no haber logrado la “unificación” del peronismo, que implicaba sumar a Carlos Reutemann, quien finalmente cerró con Mauricio Macri. Con ese telón de fondo, el FPV no tenía un resultado para menospreciar

Del Sel lograba un resultado similar al de hace cuatro años y mejoraba repecto de 2013.  De todos modos, hay un dato que en la vorágine de ayer pasó desapercibido y es clave para entender la elección. Fueron los resultados de la categoría de diputados provinciales. Allí,  el FPCyS arrasaba.  Sacaba cinco veces más votos que el PRO con una lista liderada por el actual gobernador, Antonio Bonffati. Esto implica que, de repetirse el resultado en la elección general, el Frente Progresista controlará la legislatura. La ecuación permite arrojar un diagnóstico de lo que ocurría en Santa Fe: la candidatura a mandatario provincial de  Miguel Lifschitz no lorgó plasmarse. Esto explica en gran medida porque la misma fuerza conseguía casi un 50% más de votos para diputados provinciales que para gobernador.  Cabe preguntarse entonces si es real que la población votó “el cambio”, como decía ayer un festivo Mauricio Macri, si le dio tanto apoyo a Bonfatti. 

En el caso de Mendoza, el radicalismo ratificó su fuerza en una provincia, donde, por ejemplo, gobierna la capital de modo ininterrumpido desde el retorno de la democracia. Los armadores que sueñan con la conformación de una gran PASO de toda la oposición a nivel nacional seguramente tomarán el “ejemplo” cuyano para defender su postura. 

Del lado del FPV, que libró un interna intensa, podía rescatarse que sus resultados mejoraban los porcentajes logrados hace dos años, aunque eran más bajos que en 2011. Era esperado que ayer los festejos estuvieran del lado opositor y no del oficialismo. En esto no hubo demasiada novedad.

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