Cinco días pasaron desde las duras críticas recibidas por parte del vicepresidente, Amado Boudou. Aunque en todo momento trató de evitar seguir con la polémica, el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez , no pudo evadir el tema y dijo que el funcionario "debería sentirse arrepentido" por haber calificado la carta enviada al titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, para que se revea el reparto de fondos, como un " acto de cobardía ".

En una entrevista concedida a la revista La Tecla , Peréz dijo que las de Boudou no "fueron declaraciones, sino descalificaciones". Inmediatamente después, no obstante, trató de limar asperezas con el vicepresidente y dijo no iba a referir más al tema para "no contaminar una discusión que debe ser muy seria".

"No lo vamos a hacer en el caso de las declaraciones del vicepresidente, por respeto a su investidura y, además, porque creo que él mismo debe estar arrepentido de lo que dijo", señaló.

La embestida de Boudou contra el gobierno provincial se dio en el marco de una reunión de intendentes y legisladores del Partido Justicialista. En ese sentido Peréz dijo que los dirigentes se sintieron "muy incómodos por la manera en que se dirigió el vicepresidente"."Fue un error. Y creo que los que se sintieron incómodos fue, justamente, por eso; porque pueden estar o no de acuerdo con el planteo, pero no con la descalificación", advirtió el jefe de Gabinete bonaerense.

A pesar de evitar la confrontación, Pérez insistió con la idea de discutir la coparticipación y, en ese sentido, los fondos que recibe la provincia. "Calculen que cada punto de aumento que nosotros demos en esta paritaria a los empleados públicos significa 700 millones de pesos. Y nosotros recibimos, por fondos del Conurbano, 650 millones de pesos", detalló..