El PRO admite que el embate K retrasa su proyecto político

Creen que el kirchnerismo ya resignó la Capital y que por eso busca ponerlo en aprietos con los traspasos sin fondos. El macrismo reconoce que la gestión se ha visto esmerilada.

“Esto es el principio. Van a ser cuatro años muy duros”. La frase de Mauricio Macri, en un asado con dirigentes en Junín dio cuenta del clima que se vive en el PRO. Es que el traspaso del subte y los colectivos; las protestas sociales; y las constantes críticas del kirchnerismo le despejaron las dudas: el Gobierno aceleró los tiempos y le declaró la guerra.

Para el macrismo esto implica dos cuestiones: en primer lugar que se complicará la gestión en la Ciudad y, por el otro, también se dificultará el armado político de cara al 2015.

“Todo esto genera mucho desgaste personal para Mauricio”, describe uno de los ministros. “El Gobierno no afloja y es un espiral que no va a terminar. Mauricio está muy preocupado, no podemos ni dialogar”, opina otro ministro, y agrega que pidieron otra audiencia a la presidenta.

En cuanto a la gestión, en el PRO están convencidos que se buscará “ahogar financieramente” a la Ciudad, tal como lo describió ayer el ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, quien recordó que “la Ciudad aporta a la torta nacional un 25 por ciento y retira el 1,4 de coparticipación”, y así no podrá mantener las tarifas de colectivos y subte. “Habría que sacarle fondos a las áreas de salud, educación y social para subsidiarlos”, dijo.

El pase de competencias de la Nación a la Ciudad tiene un antecedente negativo: del traspaso de competencias penales a la justicia local quedó una deuda de $113 millones.

La basura podría ser otro dolor de cabeza: el Ceamse, la empresa estatal que se encarga de la disposición de residuos, debería entregarle a la Ciudad unas 300 héctareas, pero en el macrismo dudan que el kirchnerismo cumpla. Otro tema conflictivo es la Villa 31, ubicada en terrenos de la Nación.

Desde allí partió un reclamo con un corte de más de 10 horas que terminó con una rápida solución del Ministerio de Seguridad nacional. Al ser consultado por el tema, Macri habló ayer de “la ciudad de la furia”, y, en Radio Mitre, preguntado si el bloqueo fue facilitado por el Gobierno, respondió: “Todo es posible”.

Según cuentan en el PRO en la Villa 31 hay un trabajo militante de La Cámpora, que incluye planes sociales y fondos para desarrollar contenidos audiovisuales. De hecho, la Villa 31 fue el único lugar donde Macri no ganó en la primera vuelta.

Además, el jefe de Gobierno criticó a la ministra de Seguridad y dijo que le mentía a Cristina Kirchner: “Garré va y le dice: (Macri) no quiere poner 250 (policías). El tema es ella (la presidenta). ¿Para qué pone una ministra que le miente? Si a mí me pasa eso, la echo en el acto”.

Ahora bien, ¿todo esto complicará el armado nacional de PRO? “Nos jode en la distracción; en lugar de estar recorriendo el país, tiene que estar ocupado de los problemas que nos generan, pero hay un rebote positivo como llamados de otros dirigentes”, opina uno de los ministros. “Hasta ahora lo ven como el único que se le puso enfrente a CFK. Pero no sabemos cuántos saldrían al frente”, agrega otra fuente PRO.

A pesar de ello, Macri se hizo un rato el viernes para pasear por Expoagro, sacarse una foto con el intendente radical, Mario Meoni; y disfrutar de un asado con Patricia Bullrich, el legislador Juan Pablo Arenaza y el diputado radical Ricardo Buryaile.

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