A la supertasa histórica en términos reales, que luce insostenible por su impacto en las pymes y la actividad, y a las idas y vueltas regulatorias que terminaron en un nivel de encajes inéditos desde 1993, se le sumó la denuncia por corrupción, que empantana el escenario político, de pura incertidumbre. El mercado observó debilidad en el sostén de la divisa y espera cambios fuertes tras la contienda electoral. El Gobierno subió más los encajes
Por Mariano Cuparo Ortiz
El dólar spot mayorista dio un salto de $41 durante el lunes y cerró en $1.362. No fue la única respuesta negativa del mercado; también se desplomaron la Bolsa porteña y los bonos soberanos. Las noticias sobre supuestos y verosímiles hechos de corrupción dieron un último empujoncito a la idea de que la tensión financiera extrema de las últimas semanas durará hasta fines de octubre, de la mano de la incertidumbre cambiaria y política. La tasa de interés real en niveles históricamente altos, junto con las subas de encaje a niveles inéditos desde 1993, como condiciones necesarias para mantener al dólar quieto implican un golpe para la credibilidad de esa estabilidad nominal, que en el mediano plazo luce insostenible.
Eso disparó la demanda de dólares en la jornada del lunes, que terminó con la cotización en niveles similares a los de inicios de agosto, pero ahora con una tasa de interés mucho más elevada. El Gobierno vendió fuerte en futuros, el día después de que se conociera el dato de la disparada interventora de julio, mes en el que la posición vendedora de futuros oficial llegó al nivel más alto desde agosto del 2022. La maniobra oficial busca hacer muy barata la cobertura, garantizar un carry trade exitoso y así incentivar la oferta de divisas en el mercado de dólar. No alcanzó.
Desde ABC Mercado de Cambios narraron acerca de lo sucedido en la jornada: “El dólar mayorista desde las primeras operaciones se mantuvo con marcada presión compradora vinculada a la demanda de fin de mes y al ruido político generado por las últimas noticias. Al mediodía alcanzó un primer techo en $1.350, donde logró estabilizarse. Sin embargo, hacia el final de la jornada la presión de la demanda volvió a imponerse y llevó al tipo de cambio a cerrar en su máximo intradiario de $1.362, lo que implicó un salto del 3,10% respecto del viernes”.
En las últimas semanas el Gobierno caracterizó su política monetaria y cambiaria en las idas y vueltas, siempre con el dólar y la necesidad de moderar la cotización en la mira. Las marchas y contramarchas derivaron en encajes del 50% (el Gobierno los subió una vez más incluso este lunes, dejándolos en el 53,5% para cuentas a la vista, de cara a la licitación del miércoles que tenía potencial de dejar otros $9 billones en la calle) y una tasa de interés elevadísima, con los adelantos llegando al 90% e impactando en las pymes. De esa forma se logró moderar la cotización durante algunas jornadas, aunque a un costo difícil de sostener. Ya en las últimas tres jornadas de la semana pasada la divisa empezó a recuperar terreno y llegó a trepar 2,2% entre el martes y el viernes, saltando de $1.292,50 a $1.321.
“Todo lo que se está haciendo para contener al dólar le marca al mercado que hay fuerzas muy grandes que harían que el dólar suba. El Gobierno está teniendo que poner herramientas muy potentes sobre la mesa: tasa de interés en 25 puntos positiva, eso es pegarle un mazazo para bajarlo. Pero uno no puede estar todo el tiempo pegando mazazos porque las pymes están ahogadas ante cualquier necesidad de financiamiento, incluso el cotidiano”.
Y agregó: “Si a eso se le suma la intervención en futuros, el intento de secar la plaza con una absorción monetaria mayúscula, subiendo encajes a niveles que no se veían hace 35 años y obligando al mercado a aceptar títulos que voluntariamente se había negado a aceptar. Todo eso marca que el precio del dólar se sostiene por la regulación del Gobierno, con cambios de reglas a cada rato, y no por oferta y demanda. Eso implica una pérdida de credibilidad del equipo económico y el mercado ya anticipa a mediano plazo una devaluación, que el Gobierno busca postergar para después de octubre por una cuestión de especulación electoral”.
El socio gerente de Consultora Ledesma, Gabriel Caamaño Gómez, coincidió con la lectura: “Las variables ya venían moviéndose así desde la semana pasada, cuando la curva en pesos se desarmó fuerte. El dólar empezó a reaccionar de nuevo y ya no lo pudieron frenar, porque ya es claro que empieza a pasarle costos muy claros por el lado de esa curva en pesos, que está en un nivel insostenible. Todo el mundo empieza a pensar que después de las elecciones va a cambios y es demasiada presión. La cuestión de la corrupción intensifica el pensamiento en el mercado de que hay más chances de que al Gobierno le vaya mal en la provincia de Buenos Aires y que entonces esto va a ser durísimo hasta octubre, entonces se cubre aún más”.
La suba de encajes no se detuvo y el Gobierno dio otro golpe
El Gobierno enfrentará este miércoles una nueva licitación de su deuda en pesos en un contexto complicado desde lo financiero. Luego de un canje intra sector público de $4,5 billones de los vencimientos de la semana, que en total llegaban a casi $14 billones, ahora el Tesoro buscará renovar los $9 billones de vencimientos en manos del sector público. Para intentar garantizar el éxito, volvió a aumentar en 3,5 puntos los encajes bancarios, que ahora treparon al 53,5% para los depósitos a la vista.
De esa forma, el Gobierno insistirá en forzar a los bancos a tomar deuda oficial y de esa forma extender el apretón monetario con el que busca llegar a las elecciones sin mayores sobresaltos en la dinámica del dólar. El socio gerente de Consultora Ledesma, Gabriel Caamaño Gómez, afirmó: "El BCRA vuelve a incrementar los encajes y permitir que dicho incremento se integre con títulos públicos suscriptos por los bancos en la próxima licitación. Es decir, la política monetaria está enfocada en forzar las condiciones para que el Tesoro logre rollear los vencimientos. Volvió para quedarse un tiempo el crowding out regulatorio".
La tasa siguió trepando (y cayeron los bonos y la Bolsa)
El tipo de interés continuó trepando durante la jornada de ayer, de la mano de una caída en los bonos en pesos. Pero eso no fue todo: también hubo bajas fuertes en los bonos en dólares. La bolsa no se quedó atrás y anotó una fuerte contracción.
Desde PPI reseñaron lo ocurrido en la curva en pesos: "Los instrumentos a tasa fija se desplomaron. Para iniciar la semana, el segmento profundizó la caída en una rueda sumamente volátil. Las LECAPs retrocedieron entre 0,1% y 1,7%, disparando sus TEMs a la zona de 3,8%/5,2%. En esta línea, los BONCAPs redoblaron la apuesta descendiendo hasta 2,6%, lo que impulsó sus TEMs al rango de 3,6%/4,9%. Por su parte, los BONTAMs replicaron esta dinámica cediendo hasta 2% y sus TEMs subieron hasta los 2,9%. En cuanto a la tasa overnight, llegó a operar 82% TNA al cierre, luego de rondar en los 35% TNA durante la rueda".
Y agregaron: "Ruido en la curva soberana en dólares tras denuncias de corrupción. Los Globales retrocedieron entre 2,7% y 3,8%. Si bien el contexto externo tampoco colaboró (los bonos de países emergentes cayeron un 0,4%), la corrección respondió sobre todo a factores idiosincráticos: las denuncias alcanzaron a dirigentes oficialistas en plena campaña electoral".
Desde SBS explicaron la baja en la Bolsa: "El S&P Merval derrapó un 4% (6,26% medido en dólares al tipo de cambio implícito), negociando $269.000 millones en renta variable, destacándose las caídas de TGNO4 (9,97%) y de COME (9,12%)"
Comentá la nota