Uber da marcha atrás y ahora dice que acepta a los taxistas

Uber da marcha atrás y ahora dice que acepta a los taxistas

La empresa perdió entre el 80 y 90% de los viajes que realizaba por la pandemia y a manos de sus competidores.

 

Fueron tres años de enfrentamientos entre lo "nuevo" y aquellos que no querían adaptarse a la modernidad. Tras haber denunciado a la "mafia de los taxistas", Uber terminó aceptando que los conductores de taxi puedan brindar también el servicio en la Ciudad.

 

"Abrimos la inscripción a taxistas y sumaremos próximamente a su servicio de intermediación digital Uber Taxi, para el Área Metropolitana de Buenos Aires. Se trata de un nuevo producto que permitirá solicitar viajes en taxi a través de la aplicación", lanzaron a mediados de agosto en un comunicado.

 

En sus comienzos en la Argentina el crecimiento de Uber fue imparable y llegaron a realizar 3 millones de viajes en una sola semana y desde la empresa aseguraron que eran "incompatibles" con los taxis. Sin embargo los problemas en la justicia primero y la pandemia después dejaron a la empresa en una posición compleja. Tanto que se supone que su promedio de viajes cayó entre 80 y 90% en los últimos meses.

California obliga a Uber a tomar a sus conductores como empleados

 

Pero el cambio de estrategia tiene otro componente. Didi, un servicio que domina el mercado chino, ya se instaló en México, en Colombia, en Chile y próximamente desembarcará en la Argentina. A diferencia de Uber, la empresa que originaria de China sí está opera con taxis desde un comienzo.

 

En Buenos Aires también funcionan otras plataformas como Beat y Cabify, que sí funciona de forma legal tras adecuarse a la normativa porteña, y los precios son cada vez más similares a los de Uber.

 

2019 fue un año catastrófico para Uber: su salida a la bolsa resultó un fiasco y las acciones cayeron un 12%. A mediados de marzo llegaron a valer 14 dólares luego de llegar a un pico de 41 y después se estabilizaron en torno a los 30 dólares.

 

El modelo de negocio de Uber tambalea en todo el mundo. Si bien en un principio la empresa utilizó la táctica de desembarcar sin acordar con las autoridades fueron cada vez las ciudades que regularon su desarrollo. Incluso Nueva York limitó la cantidad de licencias.

 

Lo mismo ocurrió en España y Londres los prohibió por motivos de seguridad luego de una larga batalla judicial en la que la empresa de autos con chofer resultó derrotada. En Colombia, donde tenía 88 mil conductores también fue vetada por el gobierno.

El modelo de negocio tuvo otro revés en EEUU, al igual que las empresas de delivery ya que el estado obligó a reconocer a sus choferes y repartidores como empleados.

 

En la Ciudad la empresa desembarcó con la oposición del gobierno porteño y siempre se negó a que el estado capitalino impusiera regulaciones. La batalla judicial tuvo varios capítulos y si bien la empresa funciona, la secretaría de transporte no la considera legal.

 

"Uber sigue siendo ilegal en la Ciudad de Buenos Aires. En el ámbito de la CABA el servicio de transporte de pasajeros tiene un régimen especial plasmado en el Código de Tránsito y Transporte, lo que demuestra que no es posible pasar por alto los puntos de contacto entre la administración y el transporte y la necesidad de que el Estado intervenga y regule los lineamientos en los que se ejerce esta actividad comercial", dijeron días atrás desde la secretaría de Transporte porteña a la agencia Télam.

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