Los trenes que inauguraron Scioli y Lunghi, sin mantenimiento, y con gravísimas fallas de seguridad

Los trenes que inauguraron Scioli y Lunghi, sin mantenimiento, y con gravísimas fallas de seguridad

La Auditoría General de la Nación analizó la gestión de Ferrobaires. Deterioro de formaciones y vías y falta de seguridad, entre las fallas más destacadas del lapidario informe.

La Auditoría General de la Nación (AGN) aprobó un demoledor informe sobre el estado de los trenes que dejó la gestión de Daniel Scioli, en el que se advierte un serio deterioro de formaciones, vías, señalamiento y telecomunicaciones, además de falta de seguridad. 

El trabajo de la AGN apunta a la gestión de Ferrobaires, la empresa estatal bonaerense encargada del servicio.

En el informe, se destacan serios problemas como infraestructura y hasta falta de inventarios, lo que impidió controlar eficientemente los bienes.  

Los planes de mantenimiento tenían falencias y no eran acordes para la prestación de “un servicio eficiente y seguro”. “La mayoría de las unidades poseían kilometrajes que excedían ampliamente lo recomendado, puesto que se acumularon reparaciones generales no realizadas equivalentes a 83.040.000 kms de exceso, lo cual demuestra el mal estado y avanzado deterioro del parque ferroviario que prestaba dichos servicios”, señala el informe. 

La situación desastrosa de los trenes que dejó el anterior gobierno provincial es muy similar para todos los ramales, inclusive para el que Scioli y el Intendente Lunghi inauguraron en 2012 y que significó el regreso del tren a Tandil tras 15 años de servicio interrumpido.  

“No sólo el material rodante estaba deteriorado sino que también la infraestructura de las vías, los señalamientos y las telecomunicaciones, debido en gran parte a la nula inversión en las tareas de mantenimiento”, continúa. 

En cuanto a la infraestructura, la AGN revela que el mal estado de las vías fue la principal causa de los descarrilamientos en el período 2010-2013. 

“La flota de material rodante concesionada a la Provincia se encontraba con un importante deterioro y faltantes, llegando al caso de estar en uso únicamente el 26% de lo transmitido y un 37% desconociéndose su paradero (es decir que Ferrobaires no sabía su ubicación ni destino del material rodante concesionado). En efecto, en servicio activo se encontraba únicamente el 8% del total transmitido”, continúa el relevamiento de los auditores. 

Además, señala que Ferrobaires incumplió las obligaciones referidas a las Prácticas Operativas, lo cual generó un sistema de transporte con un bajo nivel de seguridad. Tampoco la CNRT, organismo nacional, controló la gestión provincial. 

Los trenes de Ferrobaires, incluido el ramal Tandil - Constitución constituyen una bomba de tiempo, un verdadero peligro que podría haber ocasionado, en el minuto menos pensado, una tragedia sin precedentes.  

Resulta extraño que aún haya gente que cuestione la suspensión de un servicio potencialmente mortal en pos de defender las políticas de un ex gobierno que poco y nada hizo por mejorar el servicio.  

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