El tren español iba a más del doble de la velocidad permitida

El tren español iba a más del doble de la velocidad permitida
El convoy que se estrelló cerca de Santiago de Compostela circulaba a 190 kilómetros por hora en un tramo que no permite ir a más de 80. Analizan las causas del siniestro. Los reyes y el presidente del gobierno visitaron la zona.
La peor tragedia ferroviaria en cuatro décadas en España dejó ayer, un día después del descarrilamiento de un tren cerca de Santiago de Compostela, en Galicia, un balance de 80 muertos y unos 170 heridos, y la incógnita abierta de la causa del siniestro, que podría haberse debido a un exceso de velocidad del convoy. La cifra de víctimas mortales del accidente podría aumentar, ya que de los 94 heridos que continuaban hospitalizados hay 35 en situación crítica.

"Todos los españoles se unen al dolor de los familiares", manifestó el rey Juan Carlos, que por la tarde visitó junto a la reina a los heridos ingresados en dos hospitales compostelanos.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció tres días de luto oficial en toda España a partir de hoy. Galicia fue sacudida por la tragedia cuando se disponía a celebrar el día del Apóstol Santiago. "Hoy es un día muy difícil. Hemos vivido un accidente terrible, dramático y que me temo va a permanecer mucho tiempo en nuestras memorias", dijo Rajoy en una comparecencia institucional en la capital gallega, en la que él mismo nació en 1955. "Este es el día del Apóstol más triste de mi vida", señaló el jefe del Ejecutivo regional, Alberto Núñez-Feijóo.

El tren, un Alvia que circulaba por la vía de alta velocidad y se dirigía a Ferrol desde Madrid con 218 pasajeros más la tripulación, descarriló en una curva cerrada sobre la que los técnicos habían llamado la atención cuando se inauguró el tramo en diciembre de 2011, calificándola de "difícil".

El exceso de velocidad era ayer la principal hipótesis que se barajaba como causa del accidente, el primero en una vía de alta velocidad en España.

El conductor del tren admitió que el convoy iba a 190 kilómetros por hora en el momento del siniestro, en un tramo en el que la velocidad máxima está limitada a 80 kilómetros por hora.

El maquinista, de 52 años y con 11 de experiencia, se encontraba ayer en un hospital custodiado por la policía judicial, aunque no detenido. Declarará como imputado ante las fuerzas de seguridad, según ordenó un juez.

"¡Voy a 190!", gritó en una comunicación por radio, según dijeron fuentes de la investigación citadas por el diario El País. Se desconoce si alcanzó esa velocidad por un fallo técnico, por un fallo humano o negligencia. Hay dos investigaciones en marcha, una judicial y otra de una comisión del Ministerio de Fomento. El testimonio del conductor y la caja negra del tren, bajo custodia de la policía judicial, serán claves para determinar las causas.

El Sindicato de Maquinistas insistió en que es pronto para hallar las causas del accidente y aseguró que todo siniestro suele estar causado por "una serie de circunstancias". Pero el gremio insistió en que se "podía haber evitado" el accidente si el tren hubiera contado con el sistema ERTMS, del que sí disponen los AVE y que impide que el tren supere la velocidad máxima fijada o desconozca las señales de parada.

Adif, el organismo que gestiona las infraestructuras ferroviarias y depende del Ministerio de Fomento, aseguró sin embargo que el sistema ASFA, un dispositivo automático que avisa cuando se sobrepasa la velocidad fijada y con el que sí contaba el tren, es el adecuado en el tramo del siniestro, de entrada a una estación.

Medio centenar de efectivos de la policía científica, llegados desde varias partes del país, trabajaba entretanto en las labores de identificación de los muertos, en una espera angustiosa para las familias. Por la tarde habían sido identificados ya más de medio centenar de cadáveres.

Además de Rajoy, que acompañado por la ministra de Fomento, Ana Pastor, y por el jefe del gobierno regional gallego visitó la zona cero del accidente y uno de los hospitales con heridos, a Santiago de Compostela se desplazaron ayer los reyes Juan Carlos y Sofía.

"Estamos con todas las víctimas y con las familias y los amigos de las víctimas", dijo el rey, visiblemente emocionado, como la reina, y ambos vestidos de luto. "Todos los españoles sienten el dolor de las familias y esperamos que los heridos se recuperen poco a poco", manifestó. «

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