Tortuguitas polémicas: El Gobierno planea su reemplazo total por reductores de PVC

Tortuguitas polémicas: El Gobierno planea su reemplazo total por reductores de PVC

Son cuestionadas por los daños que le ocasionan a los vehículos. La gestión anterior gastó 12 millones de pesos para la compra de dichos reductores que fueron instalados incluso en calles de tierra.

En los últimos días, las tristemente célebres "tortuguitas" volvieron a cobrar protagonismo cuando se incrustaron en un neumático del auto de un vecino de Presidente Derqui. Pero la polémica en torno a lo reductores de velocidad de plástico atornillados, instalados de forma masiva por la gestión anterior, tiene larga data. Sobre este tema, desde la secretaría de Obras Públicas aseguraron que el plan es ir reemplazándolas de forma paulatina por el tipo de reductores aprobados por el Concejo Deliberante. 

"Nosotros desde el inicio de la colocación estuvimos en contra de las "tortuguitas", tal es así que desde que asumimos y a pesar de tener stock de las mismas nunca las colocamos", afirmó Guido Bordachar, secretario de Obras Públicas ante la consulta de El Diario. Asimismo, anticipó que aquellas que están deterioradas "fueron reemplazadas por reductores de velocidad de PVC inyectado" y la idea es "cuando tengamos stock suficiente programar un reemplazo completo". 

Definidas como "un mal necesario" incluso por el entonces director de Licencias de Conducir, las tortuguitas fueron una suerte de obsesión para el Gobierno de Nicolás Ducoté que llegó destinar  unos 12 millones de pesos en su compra e instalación, incluso en calles de tierras. 

Reemplazo

La polémica decisión generó malestar en los vecinos teniendo en cuenta el daño que produce en el tren delantero de los rodados atravesar esta clase de reductores. "Hubo una instalación indiscriminada, la primera política fue no utilizar más las que tenemos en stock porque son muy invasivas para los vehículos", manifestó el director del Observatorio de Seguridad Vial de Pilar, Diego Fontana, y en cuanto a la legalidad de las mismas explicó que "existe un vacío legal".

"Los viejos lomo de burro están prohibidos y las tortuguitas no están prohibidas ni permitidas, pero lo que sí están aprobados son lo reductores de PVC inyectado", explicó. Precisamente estos últimos son los que se están instalando en calles que hasta el momento no contaban con elementos para reducir la velocidad. "Donde amerita la colocación de reductores, que eso está determinado por informes y por el trabajo de auditores de seguridad vial, estamos instalando los que están aprobados", precisó el funcionario.

En cuanto al plan de reemplazo de las tortuguitas, Fontana anticipó que empezarán por aquellas que se encuentren deterioradas y que representen un peligro para los conductores. Es que, además de lo daños que ocasionan a los vehículos, también suponen un riesgo en materia de accidentes de tránsito debido las frenadas bruscas, sobre todo para los motociclistas. 

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