Mariano Recalde, el titular de Aerolíneas, admitió ayer que en el mercado aercomercial de Chile “hay una política de cielos abiertos”, pero que a la hora de ingresar a ese mercado “se hace muy difícil competir”. Además, acusó a LAN de utilizar el “dumping”, palabra que remite a prácticas comerciales desleales (fijar precios por debajo de sus costos), para competir contra Aerolíneas.

En declaraciones a Radio 10, Recalde dijo ayer: “En Chile hay ahora una política de cielos abiertos donde técnicamente a cualquier línea aérea puede ingresar libremente, pero a la hora de aplicar políticas comerciales se hace muy difícil competir”. Y agregó: “El dumping es una herramienta regular que utiliza LAN en todos los países en que se instala”.

Fuentes de LAN consultadas por este diario, tanto en Buenos Aires como en Santiago de Chile, declinaron comentar las declaraciones de Recalde.

En los hechos, durante tres años el emblemático cóndor de los aviones de Aerolíneas formó parte del mercado de cabotaje de Chile, a través de Aerolíneas del Sur. Era la época en que Aerolíneas pertenecía al grupo Marsans y la imagen del cóndor era un simple anzuelo comercial: en realidad, tanto la aerolínea como la titularidad de los tres aviones Boeing 737-200 alquilados estaban a nombre de Air Comet-Air Plus, la aerolínea propiedad de Marsans.

En el caso de Aerolíneas del Sur, la experiencia chilena se extendió de 2005 hasta fines de 2008. Tras la estatización de Aerolíneas, Marsans pidió la convocatoria de Aerolíneas del Sur.

“En aquella época, en Chile nos dejaron operar bien, incluso tuvimos algún apoyo indirecto de mantenimiento”, recordó ayer ante Clarín un ex ejecutivo de Aerolíneas del Sur. “En cinco meses pusimos a volar la aerolínea y ninguna autoridad nos puso reparos, ya que cumplimos lo que decía la ley: 51% de capital local y personal chileno.

El fracaso fue porque Aerolíneas no sustentó con fondos suficientes toda la etapa de inicio. Pero los chilenos tuvieron la mejor onda”.

Recalde dijo que le sorprendió “la reacción en defensa de una empresa privada que le va bien” y consideró que LAN “no debería haber amenazado con despidos de puestos de trabajo de argentinos”.

El funcionario hizo estas declaraciones luego de que el Gobierno le solicitó a LAN “que presente un informe técnico” sobre los supuestos perjuicios que ocasionaría el desalojo del hangar que la compañía tiene en el aeroparque metropolitano y que oficie como intermediaria para que Aerolíneas Argentinas pueda realizar vuelos de cabotaje en Chile y Brasil, aunque carezca de facultades para esa gestión.

El CEO de LAN, Ignacio Cueto, manifestó que “es muy viable que cualquier línea aérea extranjera o cualquier persona que quiera hacer una línea aérea pueda hacerlo en Chile, es un trámite bastante rápido y simple”. A lo que Recalde señaló que “En Chile hay ahora una política de cielos abiertos donde técnicamente a cualquier línea aérea puede ingresar libremente, pero a la hora de aplicar políticas comerciales se hace muy difícil competir”.

El miércoles pasado, la jueza Claudia Rodríguez Vidal dispuso que el Gobierno se abstenga de desalojar a la empresa LAN del hangar que posee en el aeroparque. Esta medida cau­te­lar lle­gó po­cas ho­ras an­tes de cum­plir­se el pla­zo má­xi­mo de 10 días im­pues­to por el Go­bier­no pa­ra de­sa­lo­jar el han­gar, al que LAN con­si­de­ra cla­ve pa­ra sus ope­ra­cio­nes de ca­bo­ta­je en el país. El viceministro de Economía, Axel Kicillof, dijo que “pedimos a LAN un informe técnico para que explique por qué no puede operar más en la Argentina sin ese hangarcito”