Terminó el debate de la ley del aborto en Diputados y se aprobaría el viernes

Terminó el debate de la ley del aborto en Diputados y se aprobaría el viernes

La sesión empezará el jueves, pero duraría 36 horas. Será en el recinto y con los grupos de riesgo exceptuados, según un protocolo acordado por Massa y los jefes de Cambiemos.

El proyecto para legalizar el aborto fue debatido por última vez este viernes en un plenario de comisiones de Diputados y el miércoles tendrá dictamen para tratarse al día siguiente en el recinto, en una sesión que se prolongaría por 36 horas y finalizaría al mediodía del viernes, cuando las verdes confían en aprobar la iniciativa enviada por Alberto Fernández y remitirla al Senado para su sanción definitiva.  

Cerrar este cronograma fue posible recién en la medianoche del viernes después de largas negociaciones entre Sergio Massa y los jefes de Cambiemos para definir un nuevo protocolo de sesiones remotas, que consistirá en la vuelta de las reuniones presenciales pero con la posibilidad de exceptuarse para quienes integren grupos de riesgo, según el último decreto de distanciamiento social que rige para Capital y el área metropolitana. Se trata de los mayores de 60 años, embarazadas y personas con enfermedades precedentes

Deberán certificarlo con una recomendación médica y habrá una comisión de diputados encargada de evaluar cada caso y diseñar la lista de habilitados para votar desde sus casas. Si toman la palabra, se verán por  pantallas más chicas que las que lucieron en los últimos 7 meses y se colocarán estos días en el recinto. 

La posibilidad de llegar al día elegido para debatir el aborto sin un protocolo de sesiones fue real hasta este jueves, cuando Massa no recibía una contrapropuesta de Cambiemos, donde se imponía la línea dura que insistía en retornar a reuniones presenciales sin excepciones.  El oficialismo no iba aceptarlo, porque con un par de ausencias se aleja del quórum.

Pero tampoco ayudaba a garantizar la sesión del aborto, porque quienes militan por su sanción creen que tienen los votos para ganar, aunque no podrían confirmarlo si se ausenta una parte del recinto. Su último poroteo garantiza el respaldo seguro de 130 diputados, uno más que la mayoría simple. Suficiente, pero nada para arriesgar, sobre todo con la presión de los celestes de estas semanas, con movilizaciones en todo el país que llegaron a las casas de algunos legisladores. 

Las diputadas verdes de Cambiemos fueron claves para destrabar la negociación, en los centenares de chats que se cruzaron este viernes con sus jefes y las autoridades de la Cámara, que si bien mostraban voluntad de destrabar la negociación chocaban con los grupos más duros. Hasta fue necesaria la intervención de la mesa del frente electoral, para que evaluaran el costo de boicotear el tratamiento de la ley. No apareció Mauricio Macri. 

De los 257 diputados hay cerca de 70 en edad de riesgo, muchos vienen participando de las sesiones pero otros no tienen en los planes pisar el recinto. Será tarea de la comisión de notables chequear los motivos de cada caso y este viernes los más intransigentes de la oposición pedían participar, como consuelo a no salirse con la suya de sentar a todos los diputados oficialistas por primera vez desde marzo. 

El debate del aborto y la ley el 1000 días empezará el jueves a las 9 de la mañana y se extendería por más de 30 horas. Viernes por la tarde sería aprobado. Los diputados que constituyan grupos de riesgo podrá ausentarse. 

La primera prueba de presencialidad será el miércoles cuando cuatro comisiones (Legislación General, Salud, Mujer y Diversidad y Legislación Penal) se reúnan para firmar dictamen del proyecto para interrumpir el embarazo a las 14 semanas de gestación y el de los 1000 días, que apunta a proteger a las embarazadas y niños de hasta 2 años. 

Habrá jornadas de mañana y tarde y si asistieran todos los integrantes superarían los 100, por lo que antes de cerrarse el protocolo los celestes pedían ir al recinto. Con las excepciones habilitadas serán muchos menos y entrarían en el anexo C, la sala de los principales plenarios de comisiones, cerrada desde marzo. Al mediodía, los diputados sí deberán cruzarse al recinto para ratificar autoridades, en lo que se conoce como la sesión preparatoria de cada diciembre.

El jueves 10 será la sesión para debatir el proyecto del aborto y de los 1000 días. Empezaría a las 9 de la mañana y ya registraron 240 anotados, suficiente para que la sesión se extienda hasta el viernes al mediodía o tarde. 

Habrá negociaciones con las agrupaciones que militan a favor y en contra para que estiren lo máximo posible sus peregrinaciones. Massa deberá coordinar el operativo de seguridad con Horacio Rodríguez Larreta, que deberá aportar la policía federal, y este viernes le pidió ayuda en las gestiones a las diputadas Silvia Lospennato y Carmen Polledo, referente verde y celeste del PRO, ambas con llegada a la administración porteña. 

Este jueves, además, el Senado tendrá listo para tratar el proyecto de ley que cambia la fórmula de movilidad jubilatoria y podría concentrar manifestaciones en las calles que compliquen el operativo. Casualidad o no, la escena podría repetirse antes de fin de año con ambos proyectos tratándose en recintos vecinos para su sanción definitiva. 

Cristina Kirchner también allanó el camino para sesionar sin conflictos reglamentarios: este viernes Cambiemos aceptó el protocolo de sesiones remotas hasta marzo, con la posibilidad de ocupar hasta 4 bancas por cada uno de los dos frentes más grandes y 2 por el resto. 

Fin del debate

Este viernes estaba prevista la firma del dictamen del aborto pero el debate reglamentario lo postergó y fue una jornada de intercambio de opiniones entre los diputados, la mayoría por zoom y las autoridades en el salón Delia Parodi del palacio.

Fueron cuatro días de exposiciones, preguntas y respuestas leídas y discursos moderados, lejísimos de las largas jornadas de 2018 en las que se palpaba la fuerte tensión entre los diputados que formaban los grupos verdes y celestes, en aquel entonces con una pelea cerrada que terminó con una impensada victoria de los primeros. 

Aunque no faltaron exposiciones firmes como la de Graciela Camaño, en contra de la ley y esta vez dispuesta a dar pelea. "Resulta que ahora no queremos que el Estado se meta para defender la vida que viene, pero si para transformar en cosa esa vida y ponerla a disposición en nombre de la ampliación de los derechos", criticó el proyecto. "El aborto es trágico, sea legal o ilegal. Estamos cometiendo un gravísimo error proponiéndole a la sociedad que la muerte sea la solución".

Más temprano la radical Brenda Austin aseguró que "desde que el Senado rechazó esta ley siguieron ocurriendo los abortos clandestinos como hace 100 años" y dejó algunos reproches sobre el debate de 2018. "Nos dijeron que había consenso para avanzar en educación sexual e hicieron una batalla campal cuando quisimos aprobar una ley", rememoró aquella disputa por el proyecto conocido como ESI (Educación sexual integral), con dictamen de comisión y pronto a perder estado parlamentario. 

Austin brindó un ensayo histórico sobre cada medida oficial que resistió la iglesia, desde los derechos a la sepultura, la educación laica, el voto femenino, la patria potestad compartida, el divorcio, el uso de anticonceptivos, la identidad de género y el matrimonio igualitario.

Silvia Lospennato, del PRO, replicó su gesto con pañuelo verde en alto y la frase "Qué sea ley", recordada en su discurso triunfal de hace dos años. Metódica, desmintió uno a uno los discursos de sus detractores. "La medicación ambulatoria resuelve casi el 98% de los casos. ¡Dejen de publicar imágenes de abortos hace 30 años, eso no sucede hoy!".

Le respondió su compañera de bancada, Victoria Morales Gorleri (PRO): "Legalizar el aborto es bajar los brazos, es dejar de intentar revertir las causales que llevan a una mujer a esta dolorosa decisión, pues no lo hacen en libertad, sino condicionadas por su contexto. No estoy dispuesta a asumir el fracaso. Que no sea ley", parafraseó. 

"Queremos un país en el que no haya niñas violentadas, ni mujeres forzadas a ser madres, ni haya trabas para que las personas accedan a sus derechos. Queremos maternidades elegidas, acompañadas y en condiciones de dignidad", aportó Florencia Lampreabe, del Frente de Todos.

La celeste Vanesa Massetani se mostró conciliadora. "Nadie quiere perseguir penalmente a la mujer que decide abortar. Creo que también, quienes nos llamamos los celestes, hemos logrado visualizar esta propuesta alternativa y superadora de los Mil Días. Las mujeres si son acompañadas no tomarán el camino del aborto". 

El cierre fue con un emotivo recuerdo de Cecilia Moreau de cuando se practicó un aborto a los 16 años, en compañía de su madre. "Yo tomé la decisión de interrumpir ese embarazo. Y la tomé completamente consciente de lo que estaba haciendo. Yo era una nena que quería tener una vida en aquel momento. Soñaba con ser médica, con militar, con viajar, con vivir un montón de cosas que hasta ese momento no había vivido".

"Tuve la suerte de poder hablarlo con mi mamá. Sin miedo. Y que con mi decisión, consciente y responsable, mi mamá me acompañase en esa decisión. Pero también tuve la suerte de que tenía los medios económicos y los métodos como para llegar a un consultorio, en el barrio de Recoleta, un sábado a la mañana".

"A mí no me pesa el embarazo que interrumpí. Al día de hoy, lo que me sigue pesando es el miedo y la clandestinidad. Siendo una nena, sintiendo que estaba haciendo algo que estaba prohibido y sintiendo que podía ir presa por lo que estaba haciendo. En definitiva, estaba tomando una decisión sobre mi propia vida también, y las mujeres y las nenas tenemos derecho a tomar decisiones", cerró el debate Moreau. Continúa la semana que viene. 

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