Subas que se anticipan al temblor que viene

Subas que se anticipan al temblor que viene

La firma PriceStats, que mide diariamente la evolución de precios en varios países, identificó que en Argentina la desaceleración se interrumpió en la última semana de octubre, justo después de la primera vuelta electoral.

Economistas liberales y heterodoxos, consultoras locales y de alcance global coinciden en que la inflación quebró una tendencia estable y se aceleró en el último mes. El dato curioso (y explicativo) que presenta la firma PriceStats, que mide la inflación diaria en Estados Unidos y en varias economías de todo el mundo, es que en la Argentina el punto de quiebre fue la última semana de octubre, apenas después de la primera vuelta de las elecciones nacionales. Por su parte, la consultora del economista Eduardo Levy-Yeyati advirtió que la inflación en la primera semana de diciembre fue el doble de la registrada en el mismo período de noviembre y el triple que en octubre. El factor subyacente es el combo preanunciado de devaluación y eliminación de retenciones.

PriceStats releva la inflación diaria en Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Chile, China, Colombia, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia, Japón, Corea del Sur, Holanda, Rusia, Sudáfrica, España, Turquía, Reino Unido y Uruguay. El objetivo de la consultora es “anticipar grandes cambios en las tendencias inflacionarias, porque observamos en tiempo real precios online, que tienden a reaccionar a los shocks más rápido que los precios offline”, dice en su página web. La medición de inflación de la firma para el caso de la Argentina ha sido utilizada en estos años de total descrédito del Indec por parte de la revista liberal The Economist. Uno de los fundadores de PriceStats es Alberto Cavallo, hijo de Domingo Cavallo, ex ministro de Economía en los gobiernos de Carlos Menem y Fernando de la Rúa y principal exponente vernáculo del neoliberalismo.

La particularidad de este índice es que se publica a diario. Desde fines de 2007 el momento de mayor inflación fue a fines de febrero y comienzos de marzo de 2014, luego de la brusca devaluación del peso que días antes había aplicado el Gobierno. Por ejemplo, el 4 de marzo de 2014 la inflación frente al mes anterior fue de 6,3 por ciento. Entre el 31 de enero y el 15 de abril la inflación superó el 3 por ciento mensual. En ese momento, la inesperada devaluación motivó de parte de fabricantes de insumos, la manufactura, los comercios y los servicios una fuerte remarcación de precios, que vino a completar al alza que había comenzado a fines de 2013 con el cambio de autoridades en la Secretaría de Comercio.

Según PriceStats, en el segundo semestre de este año la tendencia fue de desaceleración. La inflación en la primera quincena de agosto fue del 2,3 por ciento mensual, luego descendió hasta un 2 por ciento hasta la tercer semana de septiembre, cuando bajó otro escalón y llegó al 1,6 por ciento mensual en la tercera semana de octubre. El 24 de octubre la tendencia se corta y comienza una suba paulatina en la tasa de inflación, que cierra el mes en torno al 2 por ciento frente al mismo momento de octubre.

También la consultora Ecolatina, dirigida por Marco Lavagna, dio cuenta de la aceleración inflacionaria. En su último informe advierte que “pese a que noviembre es uno de los meses que menor presión inflacionaria suele presentar, los precios mostraron importantes aumentos. El IPC Ecolatina subió 2,6 por ciento en noviembre de 2015, 0,7 punto porcentual por encima del promedio de los primeros diez meses del año. El alza estuvo liderada por el capítulo Alimentos y bebidas, que trepó casi 3 por ciento durante el mes. Vale destacar que algunos productos del rubro llegaron a evidenciar alzas incluso superiores al 20 por ciento mensual”.

El incremento en la tasa de inflación siguió la primera semana de diciembre, según el economista Eduardo Levy-Yeyati. Con la misma metodología de precios online, su consultora Elypsis calculó una inflación acumulada del 1,2 por ciento entre el 1 y el 7 de diciembre, “considerablemente por encima del 0,57 y del 0,4 por ciento promedio de suba semanal registrado en noviembre y octubre, respectivamente”, dice el informe, y agrega que “la inflación interanual quiebra su tendencia decreciente y se acelera”. En octubre, la consultora midió un 22,2 por ciento de inflación anual, que pasó al 23,2 por ciento en noviembre y a esta altura de diciembre está en el 24,4 por ciento.

La carne fue uno de los productos que más aumentó. El precio promedio de la hacienda en pie subió en noviembre 11,2 por ciento, mientras que a nivel mayorista en el Mercado Central el aumento fue de alrededor del 20 por ciento, y lo propio sucedió en las carnicerías. También los laboratorios aplicaron aumentos superiores al 10 por ciento en los medicamentos, además de los incrementos en bebidas, lácteos, perfumería y artículos para la construcción, entre otros. Entre las materias primas, el precio interno de la soja subió un 20 por ciento, el trigo un 36 por ciento y el maíz un 46 por ciento desde inicios de octubre, consignó un informe del Observatorio de Precios de la Secretaría de Comercio. En tanto, la bolsa de 50 kilos de harina pasó de 50 a 120 pesos en noviembre.

La razón que subyace a las su- bas de precios es la expectativa de devaluación y eliminación de retenciones de parte del empresariado gracias a las promesas del gobierno entrante a lo largo de la campaña, en lo que sería un paquete de medidas de alto impacto para los primeros días de gestión. Las subas de precios, de todo calibre y color, desmienten de entrada al ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, quien aseguraba semanas atrás que el único dólar que importa es el blue. Como los precios muy rara vez se reacomodan a la baja, incluso si la devaluación no se diera en la magnitud esperada el daño sobre el salario real ya habrá ocurrido.

Comentá la nota