La suba de casos en las provincias abre el temor a una segunda ola

La suba de casos en las provincias abre el temor a una segunda ola

Especialistas analizan el riesgo enfrentar el virus con las actividades abiertas como tienen en Córdoba, Santa Fe, Mendoza y otras provincias. El temor a un pico sobre fines de agosto.

 

El crecimiento sin pausa de los contagios en las provincias que abrieron sus actividades disparó el debate sobre la posibilidad que Argentina enfrente una segunda ola de coronavirus proveniente del interior.

 

En el mundo se habla de una segunda ola para referirse a los países que volvieron a la normalidad después de una primera oleada feroz y que ahora están padeciendo de nuevo el avance de un virus para el que no hay vacuna y que por lo visto en lugares como La Florida o Texas, donde las temperaturas superan los 30 grados, no retrocede ante el calor.

En medio de un brote, en Córdoba abren bares y restaurantes

 

La OMS registró este domingo un récord de contagios diarios a nivel global con rebrotes en Japón y Corea del Sur, dos de los países que parecían dominar la pandemia. Italia también registró un aumento de casos y España detectó días atrás más de 70 nuevos brotes.

 

En Estados Unidos el virus azotó inicialmente a las grandes ciudades de la costa este como Nueva York y Washington. En los estados del oeste y sur, la situación no había sido tan dramática y el argumento que utilizaban era que la concentración de personas no era semejante a la de esas ciudades, además de ser metrópolis donde la gente se movía básicamente en sus autos. Miami fue uno de los lugares en los que se abrió todo: en Florida se registraron 15 mil casos sólo en las últimas 24 horas.

Mariachis en el paseo ribereño de San Antonio, Texas, cuando se reabrieron los restaurantes en Mayo.

Texas era otro de los estados que reportaba mucho menos casos que la Gran Manzana y su gobernador, Greg Abbott, se jactaba de haber implementado una cuarentena inteligente en la que abrió todas las actividades. Pasó de 60 mil a 130 mil casos en dos meses mientras los texanos incluso hicieron fiestas para contagiarse.

 

El caso que recorre el mundo es el de Israel, que era tomado como ejemplo por haberle prácticamente ganado al virus. Envalentonado por los apenas 10 casos que se registraron el 17 de mayo, el primer ministro Benjamín Netanyahu habilitó la vuelta a clases y le pidió a la población que saliera a "disfrutar". Hoy, Israel está contra las cuerdas: Debió suspender las clases y la tasa de contagios creció un 500%.

En el gobierno nacional reconocieron que las aperturas en el interior son riesgosas y no descartan que en semanas deban revertirlas. 

 

En Argentina, con el área metropolitana en cuarentena desde el 20 de marzo, ahora crece la preocupación por un posible brote en el interior. Córdoba es una de las luces amarillas: la segunda ciudad más grande del país abrió bares en los últimos días. En la madrugada de este domingo, la policía debió romper dos fiestas con 150 personas. Con más de 800 casos activos, la provincia de Juan Schiaretti está lejos de padecer los guarismos del AMBA pero suma decenas de casos por día.

Lo mismo ocurre en Entre Ríos que este domingo escaló a los 60 contagios y luces amarillas se están registrando en Santa Fe, que pasó de estar casi sin casos a sumar más de diez por día y este viernes detectó el primer contagio en un barrio popular en Rosario, en la villa Las Flores.

 

En Mendoza, el gobernador Rodolfo Suárez había habilitado reuniones familiares y debió imponer multas luego de que se juntaran más de 20 amigos y tomaran cerveza del pico. Esta provincia también habilitó casi todas las actividades, el turismo interno, la hotelería, bares y restaurantes.

El emblemático bar El Cairo de Rosario, con actividad plena.

 

"Todo puede volver atrás por culpa de unos pocos", alertó el titular del sistema de salud tucumano (Siprosa), Luis Medina Ruiz. Tucumán es la provincia del norte con mayor densidad poblacional y también reabrió bares, restaurantes y shoppings. "Un pequeño grupo de personas que no tengan el comportamiento adecuado, con un asintomático positivo entre ellas, puede generar grandes complicaciones en la provincia", dijo a La Gaceta Medina Ruiz.

Alerta en Rosario por la detección de un caso en una de las villas más postergadas

 

Mar del Plata, que también abrió bares y restaurantes, registró su peor semana desde el inicio de la pandemia con más de 100 casos. En Jujuy, donde se abrieron los shoppings y volvieron las clases, se registraron este domingo casi el triple de casos que en Chaco, la provincia más afectada en el interior.

 

Cerca de uno de los gobernadores de una de las provincias que empezó a tener casos en las últimas semanas, dijeron a LPO que el pico en las provincias se podría dar a finales de agosto.

 

En el Gobierno nacional evitan hablar de una segunda oleada pero dijeron a LPO que creen que las ciudades del interior deberán volver a cerrar por la suba de contagios.

Rafting en el sur de Mendoza en este fin de semana largo.

En diálogo con LPO, Gabriela Piovano, infectóloga del Hospital Muñiz, dijo que lo que sucede en los países que vuelven a reportar gran cantidad de casos "no es un segundo brote, es el mismo que no fue mitigado".

 

"La menor cantidad de casos en el interior es producto de la cuarentena estricta y temprana que no permitió la circulación. Pero hasta Catamarca que no tenía casos tuvo un brote por el movimiento de provincia a provincia. Si empezás a relajar, el virus va a volver", agregó Piovano.

 

Respecto de la capacidad de atención del sistema de salud, la infectóloga dijo que "podés llenar de respiradores la General Paz, pero no va a servir de nada sin personal médico". La capacidad de respuesta ante un brote es lo que más preocupa a los gobernadores.

Si empezás a relajar, el virus va a volver. Lo que vemos en países como Estados Unidos o Israel no es un segundo brote, sino el mismo que no fue mitigado. 

 

En diálogo con LPO, la epidemióloga Ángela Gentile, jefa del departamento de epidemiología del hospital de Niños Ricardo Gutiérrez e integrante del comité de expertos que asesora al presidente, dijo que "mientras no tengamos una vacuna, la posibilidad de rebrote es clara".

 

"Cuando bajan los casos y se flexibiliza la cuarentena, puede haber pequeños brotes", señaló Gentile, que también asesora al ministro de Salud porteño, Fernán Quirós. Y prestó especial atención a lo que sucede en Córdoba, Rosario y Mendoza, con mucho mayor riesgo que las zonas suburbanas.

 

La epidemióloga subrayó que hasta que no haya una vacuna, la cuarentena deberá ir saltando entre fases, tanto para abrir como para cerrar. "En Jujuy y en Córdoba ya pasó, ya hubo vuelta atrás", ejemplificó.

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