Un síntoma positivo en medio de la crisis

Un síntoma positivo en medio de la crisis

Es un paso para muchos inesperado y de alcance acotado, pero necesario en medio del impacto de la pandemia en tierra cuyana, sobre todo, por lo que ocurre en materia económica. También es un mensaje de peso hacia los comprovincianos para ser parte activa y ayuda a revalorizar la industria madre de la provincia: la vitivinicultura.

Por eso, el llamado que realiza Mendoza desde hoy para que personas desocupadas puedan capacitarse y ser parte de la actividad es un buena forma de buscarle una salida, aunque sea temporaria, a miles de ciudadanos que quieren trabajar y no encuentran su lugar. Además, es una manera de aceitar caminos y engranajes para luego sumarse a otros rubros que demandan labores similares durante el año, ya sea el sector del ajo, la cereza o el durazno, por caso.

Así las cosas, se trata también de una buena señal para poner en valor la cultura del esfuerzo y de que sean los propios mendocinos quienes puedan levantar el fruto que luego llegará al mundo, con un producto industrializado de calidad. Bajo este escenario es fundamental que el Estado, los privados y los sindicatos hayan podido idear y acordar un plan para que la vendimia no corra peligro y deje de depender de los trabajadores que llegan cada año de otras provincias.

De igual forma, será clave que los empleados que se inscriban y sean seleccionados gocen de todos los derechos para desempeñar su tarea, bajo todas las normas de seguridad e higiene. Habrá que esperar los resultados, pero vale poner de relieve que se trata de un síntoma positivo, en medio de tanto escenario sombrío.

 

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