¿Alcanza el tiempo para dar vuelta la historia? El interrogante sobrevuela la campaña de Daniel Scioli sin una respuesta clara. La estrategia de diferenciación que puso en marcha el candidato por el Frente para la Victoria (FPV) tras las elecciones no arrojó hasta el momento los resultados que esperaba.

El nuevo mensaje no logró seducir a la mayoría de los votantes de Sergio Massa, principales destinatarios de la batería de anuncios que realizó el gobernador bonaerense en los últimos diez días. Pero tampoco estaría funcionando la táctica de independencia que intentó mostrar Scioli respecto de la Presidenta. Así lo demuestra la encuesta de Poliarquía que publica hoy LA NACION, donde Macri se ubica ocho puntos sobre Scioli.

En el último tiempo, Scioli se comprometió a pagar el 82% móvil para la jubilación mínima, prometió tolerancia cero a los piquetes, habló de la inflación y del Indec, casi todas medidas que Massa propuso en su campaña y que están lejos del gusto del cristinismo. Aunque hasta el momento la táctica fue ineficaz, según reconocen en el sciolismo.

Ahora las esperanzas del equipo de Scioli están puestas en lo que pueda suceder el domingo en el debate. Aunque saben que se trata de un escenario complicado y de resultado incierto, mantienen el optimismo y aseguran que darán pelea hasta el final.

Para eso Scioli confió en su círculo más íntimo, el que lo acompaña desde el comienzo. Todos los días Alberto Pérez, su principal colaborador; Gustavo Marangoni, presidente del Banco Provincia, y Juan Courel, secretario de Comunicación bonaerense, escenifican el debate para que Scioli practique y llegue con ritmo a la discusión pública.

Pero ni siquiera una buena performance le garantiza al gobernador un impulso lo suficientemente fuerte para llegar a la última semana en igualdad. "Si ganamos [por el debate] 2 a 0 tampoco nos asegura el triunfo", describió, utilizando una analogía futbolística, uno de los colaboradores de Scioli.

La ilusión del sciolismo también se sostiene en el denominado voto "vergonzante", es decir aquellos que podrían inclinarse por "el menos malo", que en este caso sería Scioli. Todo esto, explicaron desde las oficinas del Banco Provincia, recién se develará en el ballottage.

"Puede ser que hayamos empezado tarde con la diferenciación, pero hay desasosiego y preocupación en mucha gente por la posibilidad de un triunfo de Macri", resumió uno de los hombres de consulta del gobernador de Buenos Aires.

Otro de los aspectos que para el sciolismo la ciudadanía tendrá en cuenta a la hora de elegir será el futuro de Cristina Kirchner. "Con Scioli presidente el cristinismo muere. Con Macri presidente Cristina [Kirchner] se transforma en la jefa de la oposición", explicaron fuentes cercanas al gobernador.

Ayer, Scioli volvió a hacer foco en la provincia que gobierna hace ocho años y en la ciudad de Buenos Aires. La necesidad de crecer en el distrito más importante del país es neurálgico para las aspiraciones presidenciales del ex motonauta.

En Florencio Varela, el gobernador le hizo un guiño a los gremios. "Garantizo paritarias sin techo", dijo en una visita a la Universidad Arturo Jauretche. Y agregó: "Lo que está en juego es si gana la presencia del Estado o vamos a que el mercado, los privados, dejen abandonados a su suerte los trabajadores".

Scioli también se refirió a la toma de terrenos en Merlo. "Estamos en contra de las tomas ilegales. Pero hay que analizar profundamente si es una cuestión política o hay una necesidad habitacional", dijo.

Como en una montaña rusa de emociones, el clima en el búnker sciolista varía hora tras hora. Después de un fin de semana en el que se impuso el optimismo, ayer retornó el pesimismo; aunque, según dicen, todavía nada es definitivo.

El gobernador, contra el aborto

Daniel Scioli tomó posición ayer frente al debate sobre el aborto. "Es un tema sensible, para analizarlo en profundidad. Es una evaluación profunda. Desde lo personal, soy anti, pero en circunstancias que ponen en riesgo la vida de la mujer, hay experiencias, dicen los especialistas, que tienen que encararla de otra manera".