Santiago ratificó su postura de fiscalización de la cuenca

Santiago ratificó su postura de fiscalización de la cuenca
Lo reclamó el defensor del Pueblo, Martín Díaz Achával, en la primera reunión en el marco del Procedimiento de Participación Ciudadana por la contaminación industrial, que se realizó en la vecina provincia. Quejas por nuevos vertidos.
Participaron funcionarios de ambas provincias.

En virtud del convenio de prevención de la contaminación industrial de la cuenca Salí-Dulce, se concretó ayer en la ciudad de San Miguel de Tucumán, la primera reunión en el marco del Procedimiento de Participación Ciudadana organizado por la Defensoría del Pueblo de Tucumán.

Participaron del encuentro el defensor del Pueblo de Tucumán, Arq. Hugo Cabral; el defensor del Pueblo de Santiago, Dr. Martín Díaz Achával; el secretario del Agua, Ing. Abel Tévez; el Ing. Juan Manuel Prado Iratchet, de la Federación Ambientalista de Tucumán; Gustavo Masmud de la ONG Ave Fénix; el Ing. Jorge Albornoz, Norberto Primo de Fenut, y el ingeniero Franklin Adler.

Entre las distintas exposiciones, el ombudsman santiagueño Martín Díaz Achával afirmó que “el sector azucarero tucumano necesitaba un fuerte llamado de atención, dado que significaba el 70% de la contaminación ambiental de la cuenca”.

Señaló que por ello, es que se decidió llevar adelante una denuncia judicial ante la Corte Suprema y continuar trabajando en pos de “lograr profundizar los mecanismos de control”.

Confirmó que el pasado 13 de setiembre se produjo un nuevo vuelco de ceniza, en un afluente de la cuenca. “Comprobamos que en la zona del río Gastona había presencia de ceniza, y hay dos ingenios que tributan en ese río, que son Trinidad y La Corona, por lo tanto se va a notificar a las autoridades de Ambiente de Tucumán a los efectos que tome las medidas que corresponde”.

Duras sanciones

Explicó que recientemente La Corona tuvo sanciones por vinaza y recibió un fuerte reclamo por parte del doctor Mussi. En tanto, remarcó que “La Trinidad no está dentro del PRI, pero es la segunda situación que tenemos en menos de dos semanas y vamos a tener que informarle detalladamente al juez competente”.

Sobre la gravedad del vuelco aseguró que “no es importante, pero el compromiso es cero ceniza y lo vamos a informar”.

Por su parte, el Ing. Abel Tévez expresó que esto no se trató “de una lucha entre Tucumán y Santiago”, en referencia al conflicto por la contaminación de la cuenca. “Se trata de cuidar, preservar y conservar un espacio en el que vivimos. Todo lo que ocurre en ese espacio, repercute en nosotros, sus habitantes”.

Consideró que “muchas metodologías que se están aplicando para el control de efluentes industriales, no son sostenibles en el tiempo”.

Por último, expresó como deseo que en el futuro no muy lejano “se dé solución al problema de los residuos sólidos de la industria tucumana”.

Consideran “un hito”

Entre los participantes, el Ing. Franklin Adler docente, del área hidráulica de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNT, consideró a este encuentro como “un hito” y felicitó a Cabral por la concreción del mismo.

A su vez, recordó que junto a colegas tucumanos, ya habían advertido en 2003 sobre la situación del embalse de Las Termas, en una reunión con colegas santiagueños, donde además habían expresado la necesidad de declarar la emergencia ambiental de la cuenca Salí-Dulce. Al respecto, manifestó: “Entendíamos que el único camino era recurrir a la Corte (Suprema)”, cosa que finalmente sucedió.

Gremialista de una fábrica agredió a ambientalista

En la ocasión, al abrir la reunión, el Arq. Hugo Cabral aludió a la amenaza sufrida por el Prof. Gustavo Masmud, por parte del dirigente gremial, Carlos Galván (FEIA), del Ingenio La Corona, durante la inspección realizada, la semana pasada, por el secretario de Ambiente, Juan José Mussi.

El profesor Gustavo Masmud, de Ave Fénix, aseveró que “ninguno de los que estamos aquí queremos el cierre de las fábricas. Nuestro reclamo es a los industriales que invierten para ganar plata, para que también inviertan para que dejen de contaminar”.

“El obrero es también víctima de esta situación y muchas veces malinterpreta los reclamos de las organizaciones ambientales. Observamos que el empresario no tiene voluntad de hacer las cosas como corresponde, que necesita ser presionado o multado para que cambie de actitud”, resaltó.

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