El salario, pato de la boda de Javier Milei y Toto Caputo

El salario, pato de la boda de Javier Milei y Toto Caputo

Diciembre le sumó diez puntos de caída a la que se registra desde 2018. La verdadera ancla antiinflacionaria. Devaluación y desregulación, causas principales.

Por Eugenia Muzio

En solo un mes de la administración de Javier Milei, los salarios reales cayeron entre un 10% y un 20,5%. Con la devaluación de diciembre y la desregularización de la economía como principales motores, se trata de la pérdida contra la inflación más grande desde abril de 2002, Las medidas del ministro Toto Caputo están llevando los ingresos a su sexto año consecutivo en descenso severo y, como se previa, impactarán en el consumo enfriando la economía.

 

Todos las medidas del Caputazo y el decretazo no incluyen ningún aliciente para los salarios de las personas trabajadoras. La única premisa oficial es que surgirán de las paritarias libres, pero hasta enero la gran mayoría de las organizaciones gremiales todavía no reabrió las negociaciones con la patronal. El sector más frágil será el público, que puede perder incluso la mitad de su poder adquisitivo. En diciembre se estima que el nivel de precios avanzó entre el 25% y 27% y en enero las consultoras privadas todavía proyectan una cifra por encima del 20%.

Los analistas consultados por Letra P coinciden en que los ingresos serán una de las variables más fuertes del ajuste. "Que no podamos comprar es la verdadera ancla inflacionaria", explicó el director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), Hernán Letcher. Según sus cálculos, con un Índice de Precios al Consumidor (IPC) proyectado del 27% en diciembre, el salario real cayó un 20,5%, tomando como referencia la mediana salarial de los trabajadores registrados privados publicado por el Ministerio de Trabajo.

 

 

El jefe de research de Ecolatina, Santiago Manoukian, estimó que la merma en el poder adquisitivo del salario será del 10% y planteó que es el primer recorte fuerte después de la baja del 9,6% de la salida de la convertibilidad. "Fue el sexto año consecutivo de caída promedio real y es un 20% más bajo de lo que eran hace cinco años con una gran disparidad en su interior; porque mientras que los informales perdieron 40% , los formales un 18%".

En dólares, el salario promedio perdió un 40% al tipo de cambio oficial y sólo un 2,5% al precio de los paralelos. "El oficial venía atrasado y ya era bastante inaccesible. El ajuste del salario en dólares ya ocurrió en el mercado. El paralelo se movió bastante poco en diciembre, en promedio respecto a enero; y la brecha llegó a solo el 15% hace poco. Por eso la diferencia", explicó Manoukian a este medio.

El Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO) señaló en un informe que es probable que la gestión de La Libertad Avanza "elija un escenario de mayor confrontación con algunos sectores, como señal para el resto". Ese desafío, puntualizó, le tocará al empleo público: "La amenaza de dejar sin cambios la escala salarial por 3 o 4 meses en los que la inflación acumulada será del 100% implica una reducción a la mitad de los ingresos, el triple del recorte propuesto por Ricardo López Murphy y Patricia Bullrich en 2001".

Nueva devaluación, nueva caída del salario

El salto cambiario del 13 de diciembre pasado fue del 118% e implicó una devaluación del 54%, que rápidamente se trasladó a precios de bienes de consumo masivo y servicios. Impactó particularmente en la educación y la medicina privada, que dejaron de estar reguladas. El paso acelerado de la inflación está dejando atrás la competitividad rápida que alcanzó el dólar oficial; y en el mercado ya prevén un nuevo incremento, que provocará otro avance generalizado de los precios.

Sobre esta base, economistas de SurAmericana, la consultora del exministro Martín Guzmán, previeron dos escenarios. Uno donde los llamados bienes "no transables" (no exportables) se encuentren “anclados”. Es decir, explicaron, "los trabajadores no puedan recuperar la pérdida de salario real por la aceleración inflacionaria inicial y los márgenes, que ya se encontraban en niveles elevados previos a la devaluación, también se reduzcan con posterioridad a la misma". En ese caso, no habría otra suba del tipo de cambio.

SurAmericana plantea otro escenario con un segundo salto cambiario a un valor de $1200 y con un deslizamiento posterior del 8%. "En este caso, es posible observar que el tipo de cambio real se estabiliza a niveles similares a los de fines de 2019", indicó en un estudio. En uno y otro contexto, el escenario es idéntico: una inflación piso del 300%, una caída del salario real del 20%, repercusiones en el consumo y sobre la rentabilidad y subsistencia de las empresas, particularmente pymes.

"No es posible descartar que los diferentes actores de la economía busquen evitar pérdidas de esta magnitud, negociando incrementos salariales que la compensen o remarcando precios para evitar la caída de los márgenes. Esta 'puja distributiva' generaría una aceleración de la inflación, que se acercaría al 400% en el año", estimó la consultora.

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