Delegados del Barrio Rodrigo Bueno se reunieron en la Legislatura porteña con la diputada Paula Penacca (FpV) para debatir la confección de un proyecto de ley que contemple la urbanización del predio.

Esto se da en el marco de lo determinado por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), quien fijó para el próximo 29 de de agosto una audiencia en la que el Gobierno porteño y el Instituto de la Vivienda de la Ciudad deberán presentar la propuesta final para el barrio Rodrigo Bueno, ubicado al lado de la Reserva Ecológica, en la zona de Puerto Madero.

Una decisión judicial que se da en medio de un conflicto de intereses que tiene a la empresa IRSA como un jugador determinante. Hay que recordar que el grupo empresario adquirió hace años las 71,5 hectáreas de la ex Ciudad Deportiva, donde planea realizar la construcción del mega proyecto Solares de Santa María, con una inversión de más de 1.000 millones de dólares.

Además de la posibilidad de crear 15.000 puestos de trabajo, se estarían edificando 11 torres y otros edificios más pequeños de viviendas y oficinas, donde se estima que podrían vivir 15.000 personas, y otras 12.000 irían a trabajar o pasear.

Por eso mientras para algunos el debate en torno de la propuesta oficial está centrado en fijar un cronograma de relocalización o un trabajo de urbanización, tal como se desprende de la propia presentación oficial ante el TSJ, hay que decir que esto es rechazado por los vecinos que sólo aceptarían la urbanización del predio, lo cual lejos está de distender las negociaciones entre los diferentes actores.

Algo que quedo evidenciado en el encuentro realizado en el Salón Montevideo, donde se explicitó el compromiso de comenzar a sistematizar un proyecto de urbanización que contemple una visión integral para el barrio Rodrigo Bueno, con la recuperación misma del Riachuelo, en base a lo que denominan "Corredor Turístico Productivo Rivereño", el cual nació como parte de las charlas realizadas en la propia Legislatura, a instancia de la ahora ex legisladora Delia Bisutti.

Estos tópicos ya han sido contemplados por propios vecinos, pensando en una transformación del lugar desde el agua, en la cual se incluye la vivienda, el trabajo, el turismo, la cultura y el deporte.

Lo mismo se le transmitió a Horacio Rodríguez Larreta cuando visitó el lugar en los primeros días de junio y donde el Jefe de Gobierno se reunió con diez delegados que volvieron a rechazar cualquier iniciativa de relocalización.

Frente a lo que el propio Larreta les habría propuesto que se quedaran en el predio según lo manifestó Luis Espinosa, miembro de la Junta Orgánica, quien reconoció, en diálogo con adnciudad.com, que "están apretados por los tiempos", para concretar ellos mismos la confección de una propuesta con la finalidad de ser presentada ante el TSJ.

Asimismo Espinosa dijo entender que el encuentro "sorpresivo" con Larreta fue consecuencia de "haberles dicho a las autoridades del IVC que nosotros rechazábamos cualquier propuesta de zonificación".

También aseguró: "No nos consideramos villa por la infraestructura que hay en el barrio", dejando en claro que cuando Larreta "vino a las 9:30 de la mañana y no encontró mucha gente comprendió que la mayoría estaba trabajando", situación que, a su entender, "lo tranquilizó cuando vio que en este barrio se puede avanzar con la urbanización".

Si bien reconoce Espinosa que el Gobierno puede estar interesado en que se lleve adelante el emprendimiento de la empresa IRSA, "con la idea de reactivar la economía, en vista a la gran cantidad de trabajo que esto generaría", sabe que para los intereses de los privados son "la mosca en el postre".

En este contexto el ex decano de la Facultad de Arquitectura de la UBA Jaime Sorin, uno de los participantes del encuentro, reconoció que "es posible llegar a una solución" que involucre los intereses de IRSA, a partir de que la empresa constructora resuelva "aceptar tener estos vecinos, lo cual no debería ser un problema", agregando que también "será necesario adecuar el proyecto de IRSA para que no inunde" a los vecinos de Rodrigo Bueno. Los cuales "tienen derecho de vivir en la Ciudad, mucho más cuando están desde hace más de 30 años".

A la hora de fijar cual debería ser la meta del Gobierno porteño Sorín entiende que este sería el buscar la solución a partir de un proyecto que "permita mantener la mayor cantidad de construcción actual, que lo que se agregue les saque las condiciones de hacinamiento y permita que se queden las familias que están en el lugar".