Sin respuestas al pedido del refugio para víctimas de violencia doméstica

Sin respuestas al pedido del refugio para víctimas de violencia doméstica
Desde una fundación local insistieron en el reclamo. Sostienen que es mayor la cantidad de casos que no se denuncian, pero es justamente la falta de un "lugar a donde ir", lo que hace que muchas decidan callar.
A más de dos meses de la muerte de Elizabeth Verón, la mujer de 33 años que agonizó por varias semanas, luego de ser brutalmente golpeada por su ex pareja, María Dolores Sadi, la presidente de la Fundación Esperanza que atiende a mujeres víctimas de casos violencia doméstica, dialogó con EL LIBERTADOR e hizo un llamado de atención sobre la urgente necesidad de un lugar físico que permita albergar y contener a estas mujeres. Indicó que no es la primera vez que se hace público el pedido, pero aún continúan sin respuestas.

Sadi, explicó que más allá de este caso emblemático, hay otros cientos de hechos similares en la ciudad, que sin embargo, no llegan a tomar estado público. Agregó que en general, si los hechos no se conocen, es porque las víctimas "tienen mucho miedo y no saben dónde ir para que las puedan ayudar".

"Atendemos todo tipo de casos, pero siempre se repite la misma historia: ellas hacen la denuncia pero el hombre no queda detenido. Y después resulta que tienen que volver a sus casas y los agresores las están esperando una vez más. Y es peor cuando hay chicos en el medio. Son situaciones muy complejas", expresó.

Del mismo modo destacó que de concretarse, la obra debe hacerse con total prudencia, revelando la menor cantidad de datos posibles. "No hay que olvidar que se habla de víctimas de personas violentas que son capaces de volverlas a atacar. De ninguna manera deben saber en el lugar en el que pueden encontrarlas. Por eso tiene que ser un lugar al que muy pocos puedan llegar", indicó.

CUIDADOS NECESARIOS

En este sentido, dio a conocer el ejemplo de un refugio en Estados Unidos, donde se evita decirle a propia víctima la dirección del hogar de contención. "Un grupo de especialistas que vino desde Houston a hablar con nosotros y hacer capacitación, nos explicó que lo más recomendable es que tampoco la mujer sepa la ubicación del refugio. Porque pasa que pueden volver con el agresor. Y después, se reciben amenazas o ataques. Cosa que ya que me pasó en persona, por eso sólo damos el número de teléfono y celular, y vamos nosotros a las casas a atender las emergencias", comentó.

Llegado a este punto, Sadi sostuvo una vez más que la falta de celeridad en los organismos estatales, sumada a la insuficiente capacitación en las personas encargadas de atender los casos, hace muy difícil un abordaje integral del problema.

"Tuvimos situaciones muy graves como la de Karina (la madre de siete hijos que denunció trece veces a su ex pareja, hecho publicado por este medio), que debió recurrir a los medios para que la escuchen y ayuden de inmediato. Pero fue porque no tenía a dónde ir. En nuestra fundación la refugiamos pero hay veces en que no tenemos espacio. Por eso es urgente que las autoridades tomen esto con la seriedad que corresponde y pongan manos a la obra para que no tengamos que lamentar más casos mortales", sostuvo.

Comentá la nota