En medio de un contexto sanitario complejo, atravesado por el temor de que escale en Córdoba la variante Delta de Covid-19, gana fuerza el reclamo de sectores productivos y la intención explícita del ministerio de Industria, Comercio y Minería de la Provincia de reactivar la actividad aérea, incluida la internacional, en el aeropuerto Ambrosio Taravella.

Las partes aseguran que la intención de revivir el capítulo al exterior del hub no está reñido con vigilar la situación epidemiológica: hablan de planificar vuelos desde octubre o noviembre para dar a las aerolíneas algún horizonte de regreso a la actividad, apostando a entrar al cierre del año con cierta cuota de las salidas al exterior recuperadas. Insisten en que la ausencia de conectividad genera un perjuicio enorme y multidimensional en la economía local.

Hoy, el Taravella opera a casi un octavo del movimiento prepandemia y sin salidas al exterior: unas 63 frecuencias semanales: 49 de Aerolíneas Argentinas (Aeroparque, Mendoza, Neuquén, Salta, Bariloche, Jujuy, Iguazú y Chapelco); siete de Jetsmart (Aeroparque y Bariloche) y siete de Flybondi (Aeroparque y Bariloche).

“Si tal como informa el Gobierno nacional la vacunación habrá escalado fuerte para octubre, no entendemos por qué no puede permitirse al aeropuerto Córdoba recuperar sus salidas al exterior en 60 a 90 días, con límites y protocolos tal como se hace en Ezeiza y en otros países. Córdoba puede garantizar un corredor sanitario incluso mejor al que se aplica en Buenos Aires”, señaló Marcelo Olmedo, directivo de la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (Cacec), tomando la voz del G6, el grupo que integra Cacec junto a la Unión Industrial de Córdoba, la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba, la Cámara de la Construcción, la Bolsa de Comercio de Córdoba, la Cámara de Comercio, y Fedecom.

El bloque que reúne a las principales entidades empresariales de Córdoba lamentó en varias oportunidades durante 2020 el deterioro del hub, y llamó a recuperarlo. Esta semana, insistió en su reclamo vigorizado por el interés de la Provincia, en la figura del ministro Accastello, en hacerla propia. El también precandidado a senador por el oficialismo –secunda a Alejandra Vigo en la boleta- se reunió este con el G6 y confirmó, aseguran los empresarios, que existe la firme decisión política de reclamar el regreso de los vuelos internacionales.

La semana pasada La Voz publicó un informe sobre la situación del Taravella que, entre otros datos, señalaba que en lo que va de 2021 gestionó menos pasajeros que el aeropuerto de Bariloche (en el marco de un mercado general mucho más acotado), complejo que lo desplazó de su histórico sitial como mayor aeropuerto del interior nacional. El mismo fin de semana, Gustavo Santos, precandidato a diputado nacional en unas de las cuatro listas de Juntos por el Cambio y exsecretario de Turismo del gobierno de Mauricio Macri, definió a la imagen del aeropuerto cordobés como “absolutamente desoladora” y lo calificó como “una infraestructura estratégica para la provincia destruida por el Gobierno Nacional”.

A la secuencia se sumó Accastello, quién aseguró que la Provincia ya “trabajaba para la reactivación del hub”. Entro lo hecho, destacó una reunión al respecto que mantuvo con la titular de la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac, la autoridad regulatoria), Paola Tamburelli, quien le manifestó que el “hub aéreo podría habilitarse para el transporte de cargas”. Para informar estas gestiones e impulsar el tema, convocó al G6 a reunirse, encuentro concretado esta semana.

“Necesitamos que apenas pueda Nación nos autorice a operar vuelos internacionales, podemos hacerlo con las mismas condiciones que se hace en Ezeiza. Deberíamos tener ya noticias al respecto, con la idea de poder organizarlos desde octubre o noviembre. Vamos a solicitar una pronta implementación”, dijo Accastello a La Voz.

“Estamos convencidos de que el hub aéreo es trascendental en materia de conectividad y logística. Por eso exigimos que se le de a Córdoba la posibilidad de que, cumpliendo condiciones sanitarias, pueda recuperar todo lo que el Gobierno de Schiaretti en sus dos gestiones fue logrando con el aeropuerto”, agregó.

ANAC: “ES LA CAMPAÑA”

Ante la consulta de este medio, voceros de Anac se mostraron “sorprendidos” por las declaraciones del funcionario provincial.

“El último contacto entre funcionarios de este organismo y Accastello fue en el mes de enero, desde entonces no hubo conversaciones de ningún tipo ni se trató el tema”, aseguraron voceros del organismo, atribuyendo al ministro intenciones asociadas a la campaña electoral.

“La posibilidad de hacer vuelos de carga nunca estuvo inhabilitada en pandemia porque el Gobierno entiende la importancia de sostener el comercio exterior”, señalaron en relación a la citada idea de desarrollar ese tráfico desde Córdoba. Al respecto, el G6 atribuye mínima sustentabilidad a esta variante operatorio. “Tener vuelos de sólo de carga es económicamente inviable. Se desarrolla combinada al negocio de pasajeros, tal como sucedía antes. Los exportadores necesitamos el regreso urgente de esos vuelos”, insistió Marcelo Olmedo.

Desde Anac evitaron anticipar definiciones sobre reapertura de rutas internacionales. “Está en manos de las autoridades de Salud. Poner cupo a la llegada de pasajeros dio muy buen resultado: nos permitió retrasar de cuatro a cinco semanas el ingreso de la Delta y vacunar a casi 10 millones de personas. La masificación de la vacunación es lo que permitirá retomar la normalidad”, señalaron.

Respecto del hub Córdoba, Anac asegura que conserva su rol estratégico: “Teníamos grandes planes para impulsar el hub cordobés que la pandemia puso en pausa, como tantas cosas. Una vez que exista normalidad se retomará el desarrollo de Córdoba como centro distribuidor de vuelos. El Gobierno nacional no tienen ningún enfrentamiento ni trato discriminatorio con la provincia de Córdoba, eso no existe”.

Luego del encuentro entre Accastello y el G6, la partes acordaron armar una “mesa de trabajo” para restituir la conectividad. Trascendió incluso que se analizará la posibilidad de que el Gobierno provincial pueda permitir vuelos al exterior de manera directa, amparado en un resquicio legal que deja el decreto de cierre de fronteras. De prosperar, la movida detonaría una discusión legal con algunas similitudes a la que en su momento desataron las clases presenciales.