La actividad económica viaja a tres velocidades. Mientras algunos sectores no sintieron el derrumbe del año pasado, otros recuperaron terreono y algunos corren muy por detrás.
Gonzalo Martínez
Luego de la recesión que sufrió la economía el año pasado, donde se contrajo un 1,7%, el comienzo de 2025 mostró signos de recuperación, aunque la base de comparación del año pasado es baja. Hay una característica que distingie el proceso, debido a que al interior de la actividad el rebote es heterogéneo y la economía viaja a tres velocidades: los que no se enteraron de la recesión, los que después del golpe empezaron a salir a flote de a poco y los rezagados que no recuperan.
Según el último Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), en marzo la economía tuvo un crecimiento del 6,1% interanual. En términos desestacionalizados, el EMAE incluso cayó un 1,8 % en marzo respecto a febrero, y se ubicó por debajo del nivel alcanzado en el mismo mes de 2023, y fue la peor caída mensual de la gestión de Javier Milei. “En cuanto a la economía real, la expansión del nivel de actividad registrada en el primer trimestre de 2025 responde, en gran medida, a un efecto rebote más que a una recuperación sostenida. Así, si bien el primer trimestre permitió recuperar los niveles de actividad del año pasado, no hay señales claras de una mejora sostenible”, señaló un informe de Grupo Atenas.
“En marzo de 2025 la actividad económica creció 5,6% interanual (contra marzo de 2024). Sucede que la base de comparación es engañosa: el nivel de actividad se encontraba particularmente bajo post devaluación. Si se compara el dato de marzo de este año contra marzo de 2023, la actividad cayó 3,2%. Como muestra el gráfico (la línea negra con el nivel general de la actividad) la actividad no se encuentra en niveles altos, apenas se recuperó de marzo cayó 1,8% contra febrero (serie sin estacionalidad). Desde julio la industria está estancada en un piso bajo. Tracciona para arriba el nivel general de actividad la minería, pero no parece alcanzar”, sostuvo el Instituto Argentina Grande (IAG).
“El sector externo, minería, petróleo, gas sigue por arriba, y el mercado interno se va al fondo del mar o no. La economía se quiebra, pero hay todo un bloque de actividades que se fue para arriba. Por eso yo hablo de la falsa V corta, es una ilusión. Hubo un bloque de sectores que se fue por arriba y otro para abajo y hay varias velocidades según el sector”, explicó Esteban Domecq, economista de la consultora Invecq.
Industria, construcción y consumo: los rezagados
“Según Indicador General de Actividad (IGA) de OJF el pico de actividad fue junio 2022 (base 100) y ahora estamos -1,8% abajo. Construcción está abajo -29 pp; industria -11 p.p y comercio “masivo” Indec (promedio supermercados y mayoristas) - 10 pp . Los perdedores está más que claro quienes son”, lanzó en redes sociales el economista Diego Giacomini.
La construcción terminó el 2024 con una contracción acumulada del 27,4%, según el Indec. El indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) mostró una suba de 15,8% en comparación con marzo de 2024, mientras que el acumulado del primer trimestre tuvo un incremento de 5,6% respecto al mismo período del año pasado, con bases de comparación muy bajas. Aunque el indicador sufrió un retroceso mensual del 4,1%. Sin embargo, desde el año pasado el sector viene por debajo del promedio del resto de los rubros y del promedio del EMAE.
Por su parte, el Instituto Argentina Grande (IAG) realizó un estudio y, en base a un indicador propio de varias fuentes de datos, registró: “El Indicador de la Construcción IAG mostró en abril de 2025 una caída contra abril de 2023 de 45%. Cualquier punto del gobierno de Milei en lo que refiere a construcción (integrando obra pública y privada en este indicador) muestra caídas superiores a 39%. Para que se tenga una idea, el mejor mes de este indicador es similar al peor momento de la pandemia".
Y agregó: “A pesar de un repunte intermensual de 8% contra marzo, el sector sigue en mínimos históricos. Si se lo compara con un momento similar, la caída de fines del macrismo y el comienzo de la pandemia, hoy sigue por debajo: la variación acumulada entre enero-abril 2025 contra el mismo período de 2020 es de -0,8%”.
“El sector cayó entre mediados del 2023 y mediados del 2024 del orden del 25%. Desde ese momento, mediados del 2024 a la fecha, el sector está estabilizado, no sube ni baja, pero está estabilizado en un nivel de actividad inferior. Ese nivel de actividad inferior está motivado desde el punto de la obra pública por la paralización casi total de la obra pública nacional y solamente obra pública con fondos provinciales en aquellas provincias que tienen disponibilidad de dinero. Desde el punto de vista de la obra privada, demanda el sector de hidrocarburos, de oil and gas, algo de minería, no mucho, y un sector inmobiliario, yo diría, tranquilo”, comentó a PERFIL un fuente del sector en off the record.
En tanto, la industria manufacturera, luego de caer 9,4% con relación al 2023, comienza a mostrar algunas señales tenues de recuperación. En marzo, el índice de producción industrial manufacturero (IPI manufacturero) mostró una suba de 5,2% respecto a igual mes de 2024. El acumulado del primer trimestre de 2025 presenta un incremento de 6,1% respecto a igual período de 2024.
Pero hay que tener en cuenta que la base de comparación es muy baja y que de acuerdo a varias consultoras todavía se mueve por debajo del EMAE promedio. Incluso, cabe remarcar que el IPI manufacturero registró una caída mensual desestacionalizada del 4,5%, por lo cual aún no logra encadenar variaciones positivas mes a mes. “Respecto a diciembre de 2024, la caída es de -6,6%, y respecto de septiembre de 2024 (pico de nivel de actividad en dicho año), es de -8,1%”, sostuvieron desde EPyCA consultora.
“Uno de los indicadores que refuerza la idea de un rebote sin consolidación es la utilización de la capacidad instalada (UCI), que se ubicó en niveles bajos durante el primer trimestre. En marzo, la UCI promedió un 56 %, por debajo del promedio 2016–2024 en la mayoría de las ramas industriales, con desempeños particularmente débiles en sectores como el textil (40 %), el tabaco (44 %) y los plásticos (40 %)”, señaló el estudio del Grupo Atenas.
En cuanto al consumo, los datos muestran aún lo deteriorado que se encuentra el mercado interno. Tras 15 meses consecutivos de caídas interanuales, en abril el consumo masivo en grandes cadenas de supermercados y autoservicios mostró un alza de 0,1% respecto al mismo periodo del año pasado, de acuerdo a Scentia. El último número positivo había sido en diciembre de 2023, cuando aumentó 1,4%, antes de comenzar a caer, alcanzando un descenso del 22,2% en septiembre del año pasado. Según la consultora, el primer cuatrimestre de este año cerró con una baja del 6,5% en relación a los primeros cuatro meses de 2024.
“Las cifras publicadas por el Indec exhiben una tendencia similar. Esta parálisis del consumo está directamente relacionada con el estancamiento salarial: tanto el índice general como el del sector privado formal permanecen en los mismos niveles que en septiembre de 2024, equivalentes a los registrados en noviembre de 2023”, destacó un informe de la organización Grupo Atenas.
En marzo las ventas en supermercados aumentaron un 3% interanual respecto al mismo periodo del año pasado, y tuvieron un crecimiento de 1,8% respecto a febrero. Así, durante los primeros tres meses del año tuvieron variaciones positivas de manera interanual, algo que no ocurrió durante todo 2024, con valores interanuales negativos en cada mes.
En cambio, en los autoservicios mayoristas tuvo una suba mensual desnacionalizada en el orden del 3,4%, pero una disminución del 4% respecto a marzo de 2024 y en el acumulado del año una caída del 7,8%. Así hilvanó 15 meses consecutivos de caídas interanuales. Cabe recordar que el comercio en supermercados y mayoristas en 2024 cayeron 11% y 15,5%, respectivamente, con respecto a 2023, de acuerdo a estimaciones oficiales.
El último dato de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) marcó que el consumo en hogares creció 4,5% en abril con respecto al mismo mes del año pasado y un avance de 0,8% en comparación con marzo, descontando los efectos estacionales habituales del consumo a lo largo del año. Sin embargo, el trabajo del Instituto Argentina Grande señala que el comercio aún evoluciona por debajo del EMAE general, algo que ocurre desde agosto de 2023 hasta marzo 2025.
“El consumo masivo continúa su proceso de recuperación, mientras que el consumo de bienes duraderos atravesaría una moderación, pero mantendría una pendiente positiva. Sin embargo, el cambio en la estructura de consumos del hogar persiste, orientándose más a bienes duraderos facilitados por el crédito que a bienes de consumo diario”, aclaró la CAC.
Bienes durables: los que asoman después la caída
El crédito impulsó el comercio de bienes durables, sobre todo el de las ventas de autos. Un trabajo del Grupo Atenas recopiló algunos indicadores del sector durante el primer cuatrimestre del año.
En relación a la Industria Automotriz, en abril de 2025 se patentaron 54.001 vehículos 0 km en Argentina, lo que representa un aumento del 11,6% respecto a marzo y un incremento interanual del 63,9%. En el primer cuatrimestre se acumularon 216.458 unidades, marcando un crecimiento del 83,9% frente al mismo período de 2024. En cuanto a la producción, en abril las terminales automotrices fabricaron 45.479 unidades, lo que significó un incremento del 9% respecto a marzo y del 6% interanual.
Por el lado de las ventas de autos usados, en abril de 2025 se vendieron 158.960 vehículos usados en Argentina, lo que representa un incremento del 11,64% respecto a marzo y del 16,69% en comparación con el mismo mes del año anterior. En el acumulado del primer cuatrimestre del año, se registraron 620.383 unidades vendidas, reflejando un aumento del 33,54% en comparación con el mismo período de 2024.
El espectacular récord que alcanzaría la venta de 0 km este año según una proyección privada
Agro, minería, petróleo, gas y sector financiero: los que no se enteraron de la recesión
El agro el año pasado no se resintió debido a que venía recuperándose de la sequía de 2023: las exportaciones agroindustriales crecieron 56% en volumen en 2024, de acuerdo a la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación del Ministerio de Economía. El volumen exportado de productos agroindustriales de Argentina durante el primer trimestre de 2025 fue de 25,4 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 11% respecto del mismo período de 2024.
En cuanto al aporte de dólares, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) señaló que en “abril las empresas del sector liquidaron la suma de USD 2.524 millones; implicando un 32% mayor en relación al mismo mes del año 2024, así como un incremento del 34% en relación al mes de marzo de 2025, con un acumulado anual que comparado al 2024 tiene un incremento entre enero a abril del 35%”. El resultado anual del año 2024 en relación con el año previo, arrojó una suba del 27%.
Durante el primer cuatrimestre de 2025, el sector energético contribuyó a mantener a flote el magro superávit comercial de los primeros meses del año. Entre enero y abril la balanza energética arrojó un superávit de USD 2.684 millones, lo que significó una mejora interanual de USD 246 millones. En 2024, Argentina experimentó un superávit energético de 5.668 millones de dólares, tras 18 años.
En marzo de 2025, el Índice de producción industrial minero (IPI minero) mostró una suba de 2,3% respecto a igual mes de 2024. El acumulado enero-marzo de 2025 presenta un aumento de 2,2% respecto a igual acumulado del año anterior, según el Indec. Cabe remarcar que el IPI minero arrojó un alza del 6% el año pasado respecto a 2023. En el último dato del EMAE, correspondiente a marzo, el sector que más aumentó de manera interanual fue intermediación financiera con un incremento del 29,3%.
“Si analizamos el devenir de la economía en los últimos dos años podemos ver que los niveles de actividad son similares, aunque con una importante reconfiguración en su morfología. Los sectores que predominan en la actualidad son la minería y el agro que crecen un 12,9% y un 18,8% respectivamente, mientras que otros sectores de relevancia no solo en materia productiva sino también en volumen de empleo generado como la industria y la construcción, sufren caídas dramáticas del -12,8% y de nada menos que el -16,9%, respectivamente”, concluyó un informe la consultora Vectorial.
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