En los principales sectores económicos de Junín prevén un 2015 "complicado"

En los principales sectores económicos de Junín prevén un 2015

Empresarios, dirigentes y un economista expusieron ante Democracia su visión sobre lo que puede acontecer con la situación financiera en los próximos meses y en términos generales no se mostraron optimistas.

 

Aunque en el brindis de fin de año elevaron su copa pidiendo que parte de la prosperidad que siempre se le exige al nuevo calendario se vea reflejada en lo monetario, los referentes de los principales sectores de la economía juninense no mostraron optimismo a la hora de analizar qué tan benévolo puede ser este 2015 en materia de producción y rentabilidad.  

En un calendario que en lo político tendrá su tramo más decisivo en octubre, cuando se conozca el nombre del nuevo presidente de la Nación, todo indica que la gente común deberá seguir lidiando con la inflación y con salarios que no alcanzan. Al menos en eso coincidieron cuatro empresarios y un economista consultado por Democracia.

Panorama “preocupante”

Jerónimo dos Reis, directivo de la Sociedad Comercio e Industria y director en licencia de Grupo de Servicios Junín, dijo avizorar un “panorama preocupante” para los sectores productivos y observó que hay dos cosas que vale la pena destacar: “Una es la presión fiscal. Todos los impuestos, tanto los nacionales como los provinciales y los locales no están basados en la rentabilidad de las empresas, sino que se computan en base a la visión de quien genera el impuesto. Eso ya está a punto de provocar quebranto dentro de las instituciones, se produce necesidad de salir en busca de una financiación que no es barata y entonces al costo operativo de la firma hay que cargarle un costo financiero. Otro de los aspectos es que el valor de la logística ha aumentado mucho (ítems como combustibles y seguros) y eso aplica en el producto final. Todo eso, sumado a una reducción en el dinero disponible del consumidor, construye un combo que preocupa si no se toman algunas decisiones a futuro”, advirtió. 

Dos Reis señaló que los negocios juninenses ya vienen exhibiendo una merma en su actividad mes a mes e ironizó: “Gracias a Dios que el Gobierno nacional apunta a que el consumo no decaiga, porque si no estuviera enfocado en ese objetivo realmente estaríamos viviendo una situación mucho peor”.

“Todo depende del Gobierno”

Julio Henestrosa, secretario general del Sindicato Empleados de Comercio, marcó que  “se terminó de cerrar un año que en términos generales no ha sido bueno, la demanda cayó porque la inflación deterioró todos los ingresos y al haber menos adquisitivo es obvio que bajen las ventas”. 

“Esto se ha sentido con intensidad y ha coartado casi por completo la oferta de empleo. Hoy, encontrar trabajo en Junín está muy difícil. Al mismo tiempo, hay empresas que recién terminan de pagar los sueldos de noviembre, otras están abonando los sueldos por semana, que quizás no son muchas pero aglutinan a una buena cantidad de empleados”, agregó el dirigente.

Para Henestrosa el modo en que se desarrolle este año depende fundamentalmente del Gobierno. “Si sigue emitiendo divisas y manteniendo la política actual, volveremos a tener las mismas dificultades pero tal vez agravadas. Me parece que van a tener que contener el excesivo gasto que tienen para dejar de emitir tanto dinero”, consideró.

“Muy pero muy difícil”

Por su parte, Rodrigo Esponda, presidente de la Sociedad Rural de Junín, indicó que    las expectativas de los productores locales y zonales están puestas en lo climático y en poder llevar a cabo una campaña que sea lo más limpia posible. “Los cultivos de grano grueso vienen muy bien, ha llovido lo adecuado y se está esperando a que continúen de la misma manera hasta marzo abril, cuando llegue el momento de las cosechas”, comentó.  

En cuanto a lo económico, no dudó:  “Yo veo un año muy pero muy difícil, porque la inflación y el aumento de costos ha sido enorme y los precios internacionales de nuestra producción han caído, sobre todo en cereales. La ganadería se encuentra un poco más estable. Los precios de los granos yo creo que han llegado para quedarse, no me parece que sea una cuestión de tiempo y con la presión fiscal que tenemos es muy difícil plantear la producción hoy en día. Y cuando llegue el momento de la campaña fina, va a depender muchísimo del humor político y de qué gobierno pueda llegar a venir, porque se va a implantar con este gobierno pero se va a cosechar con el nuevo”, expresó. 

Dos porciones

El economista Martín Tetaz, también consultado por este diario, afirmó que  el 2015 está dividido claramente en dos. “En el primer semestre no debería haber mayores sobresaltos porque está el trimestre de oro de la soja y hay ingresos fiscales altos con sueldos bajos.

Por el lado del consumo también  creo que va a haber un freno en la caída en este semestre, porque se mantendrá estancado el dólar oficial y eso funcionará positivamente en materia de expectativas”, aseveró.

Tetaz sostuvo que el segundo semestre “será el realmente complicado porque ya no habrá ingreso de dólares genuinos y hay varios vencimientos entre octubre y diciembre por 12.000 millones”.

“La clave está en dos factores: el arreglo o no con los buitres y el relanzamiento del canje del Boden 2015, que salió mal en diciembre y se volverá a lanzar con seguridad en los próximos meses. Como Argentina necesita sí o sí los dólares, probablemente tenga que convalidar tasas más altas y este escenario se complicará aún más si Estados Unidos aumenta las tasas de interés, porque el costo del financiamiento subirá aún más”, explicó.

El impacto en la salud

Otro de los sectores con una notoria incidencia sobre la comunidad es el de la salud, un ámbito que se ha visto impactado por las decisiones en materia económica al no disponer de determinados insumos o sufrir inconvenientes con la provisión de equipamientos y repuestos de origen extranjero.

En referencia a lo que puede acontecer en el año que acaba de iniciarse, el presidente del Círculo Médico de Junín, Hugo Talani, dijo que "la alta devaluación del año pasado ha hecho que todos los insumos médicos tengan un precio superior al esperable, al igual que los medicamentos, que han aumentado  mucho más de lo que ha sido la inflación real".

"Esto, desde el punto de vista operativo es muy difícil de mantener y puesto en una situación tambaleante tanto las finanzas de las instituciones de salud pública como la de los establecimientos privados", advirtió Talani.

No obstante, indicó que en medio de esas vicisitudes entran en juego los recursos que tengan los nosocomios para hacer frente a esas cuestiones monetarias y "de ese modo satisfacer  a la población en general". 

"Desde el punto de vista estatal, en el Municipio tratamos de mantener que todas las unidades sanitarias tengan insumos, si bien vemos que en algunos programas que baja la Provincia a las comunas han faltado algunos elementos", agregó el también director de Salud del Gobierno Local. "Creemos que va ser un año difícil", cerró Talani.

Pocas certezas

Con todo, varios especialistas en finanzas de Junín y del país también dicen que los pronósticos para el 2015 aparecen poco certeros. Los resultados surgirán de acciones aleatorias que adoptaría la administración de Cristina Kirchner, y sobre eso no hay ningún anticipo que pueda ser confiable. La política y la economía se confunden cada vez más con los intereses electorales y las obsesiones del cristinismo, en lucha frontal con la Justicia. Y las prioridades de la economía están supeditadas a otros asuntos, fuera del ámbito de las discusiones técnicas o más o menos lógicas para encaminar los desequilibrios fiscales, cambiarios o monetarios. 

Existe, de todas maneras, una certeza: la estanflación, recesión con alta inflación, es seguro el futuro que depara a la Argentina a lo largo del 2015. ¿Cuánto más de inflación o de estancamiento? Dependerá de las dosis de dólares que pueda obtener la gestión de Kicillof-Vanoli a lo largo del 2015, y de esa manera disponer de reservas que permitan alimentar el ingreso de importaciones y el nivel de actividad Con el nivel de reservas disponibles en el Banco Central y los compromisos externos de la Argentina, no hay margen para un aumento de las importaciones que alivie las trabas a la producción. Tras el fracaso del canje de los Bonar 15, habría un nuevo intento de colocar los Bonar 24 por 3.000 millones de dólares, alternativa que los especialistas estiman factible. Pero esto apenas alcanzaría para eludir una caída adicional a las importaciones.

La única chance real de lograr un rebote en el nivel de actividad surge de un acuerdo rápido con los holdouts, que diera un acceso más sencillo a la Argentina a los mercados financieros internacionales. Se trata de una tarea no tan fácil y que tiene costos de endeudamiento y políticos difíciles de evaluar y digerir a la cultura y relato instalado por el cristinismo. La caída del precio internacional del petróleo alteró la marcha de los mercados mundiales y abrió instancias que no estaban en los planes de casi nadie. El gasto público acumulando un resultado negativo récord del orden de los 216 mil millones de pesos este año, que aumentaría en otros 100 mil millones en el 2015. Por ahora, acceder a fondos externos es más caro para la Argentina. Con la crisis del petróleo surgieron otros activos financieros de alto riesgo que compiten con los bonos locales, elevando los rendimientos a dos dígitos. La negociación con los holdouts, por otro lado, ya no se circunscribiría al fallo del juez Griesa de Nueva York por 1.600 millones de dólares. La sentencia judicial y las decisiones adoptadas por el gobierno de Cristina auguran demandas por alrededor de 8 ó 9 mil millones adicionales de dólares que tendría que atender el Gobierno si avanza con esta negociación.

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