Presos en encuentros políticos: El asesino de un barrabrava también participó en actos K

Por Nicolás Pizzi.

Es Rubén “Oveja” Pintos, condenado a prisión perpetua por la muerte del barra de River Gonzalo Acro. Estuvo junto a Eduardo Vásquez en una actividad organizada por el grupo Vatayón Militante.

Eduardo Vásquez no fue el único preso “famoso” que dejó la cárcel de Ezeiza de la mano de la agrupación kirchnerista Vatayón Militante. El 24 de junio pasado, en el patio del Museo Penitenciario, en San Telmo, también estuvo Rubén “Oveja” Pintos, condenado junto a otros cuatro barrabravas de River por el homicidio de Gonzalo Acro, cabecilla de una facción contraria de Los Borrachos del Tablón. Pintos tocó aquella tarde con el ex baterista de Callejeros: se encargó del bombo, como puede verse en las imágenes exclusivas de Clarín . El caso sale a la luz apenas 24 horas después de que la presidenta Cristina Kirchner revindicara, llamativamente, la figura de los barrabravas en las canchas argentinas.

Pintos fue condenado el 8 de septiembre de 2011 a cadena perpetua como coautor del crimen de Acro. Ese día, el Tribunal Oral en lo Criminal 15 también condenó a Ariel Luna (como autor material), a Pablo Girón (como coautor), y a los hermanos Alan y William Schlenker como instigadores.

Fue un fallo histórico y una condena ejemplar para la violencia en el fútbol argentino.

El homicidio de Acro –cercano a Adrián Rousseau, enfrentado a los hermanos Schlenker por el control de los negocios en las tribunas y en el club- fue parte de una cadena de hechos violentos ocurridos en el seno de la barra de River. Cuando salía de un gimnasio de Villa Urquiza, el 7 de agosto de 2007, Acro fue baleado por Ariel Luna en tres oportunidades, una en una pierna y dos en la cabeza.

El lunes, al final de su discurso en la Casa Rosada, luego de cuestionar la investigación de Clarín, la Presidenta ensayó una extraña reivindicación a la figura de los barrabravas al señalar que cuando iba a la cancha con el ex presidente Néstor Kirchner la “maravillaban” las tribunas y “esos tipos parados en la paraavalanchas” . “No miran el partido, arengan, arengan y arengan, la verdad, mi respeto para todos ellos”, destacó.

En el acto de San Telmo, Pintos tocó el bombo con el grupo “Bien de abajo”, formado dentro del penal de Ezeiza y liderado por “Pepo”, un ex cantante de cumbia. La banda no estuvo completa: uno de los integrantes no pudo asistir porque no llegó la autorización judicial correspondiente.

La primera salida de Vásquez había sido el 25 de noviembre de 2011, a un acto en el búnker de Vatayón Militante, en Chacarita. Esa noche se cantaron consignas políticas y se veía la imagen del Nestornauta, el símbolo predilecto de La Cámpora. En esa ocasión, el Tribunal Oral 20 autorizó la salida del ex músico de Callejeros a un “evento cultural”. Ayer, en lugar de pedir explicaciones al Servicio Penitenciario Federal (SPF) por el uso que se le dieron a las autorizaciones otorgadas en tiempo récord, los jueces volvieron a insistir en que ese acto fue solo cultural. Ni siquiera abrieron una investigación para determinar si hubo alcohol, tal como afirmaron a Clarín fuentes del SPF, o si se cumplió con el horario autorizado, de 21 a 24 horas. Así, se transformó en una respuesta coordinada más para intentar disminuir el impacto del escándalo.

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