En el día del inicio de la prórroga del blanqueo de capitales, el Gobierno logró captar apenas US$ 3,7 millones, una exigua suma que ratifica la mala perspectiva de este plan que agudizó las internas del equipo económico y que, según los tributaristas, no tiene chances de mejorar.
De esta cifra, el 90% correspondió a los Cedin y el 10% a los Baade, según informó ayer en una conferencia de prensa destinada a difundir el resultado de la recaudación el jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, quien públicamente había manifestado que no aconsejaba extender la medida.
Ayer, ante una pregunta de LA NACION, Echegaray ratificó su postura, aunque admitió implícitamente sus límites frente al gran defensor de la medida, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. "Yo di mi visión desde una óptica fiscal. Hay otras perspectivas de los economistas del Gobierno que también dan su opinión", expresó.
Comentá la nota