Gustavo Posse atraviesa el aniversario número veinte al frente de la intendencia de San Isidro y todo indica que irá por un nuevo mandato en las elecciones de octubre. Previo a él, su padre, Melchor, gobernó dieciséis años. De origen radical, fue aliado y protegido por todos los gobiernos democráticos. Vidal llegó al gobierno bonaerense con la consigna de terminar con los barones del conurbano pero él persiste.

Durante la apertura de sesiones en la Legislatura Bonaerense, la Gobernadora celebró que en la provincia "cambió que hoy nadie se queda indefinidamente en el poder y los barones del conurbano son parte del pasado", dejando en el olvido que días antes recorrió una cololonia de vacaciones en San Isidro junto a quien gobierna el distrito desde hace dos décadas.

 

“Todo los gobiernos quisieron tener de aliado a un intendente de un distrito rico”, señaló a INFOCIELO Marcela Durrieu, ex concejal por el Frente Renovador. Eso le sirvió a Posse para “tener protección K y protección M”, agregó en referencia a la causa que se inició en 2014 por desvío de fondos del Plan Federal de Viviendas entre 2005 y 2007.

El gobierno nacional, en ese entonces dirigido por Néstor Kirchner, destinó más de 400 millones de pesos para que la Comuna construya 250 viviendas en el Barrio Martín y Omar pero sólo finalizó cuarenta. “En esta causa está todo probado”, señaló Durrieu pero, pese a los llamados a indagatoria del fiscal Jorge Di Lello, la causa está estancada.

En 2018, tras denunciar esta situación en el programa “Periodismo Para Todos”, la concejala Catalina Riganti de la agrupación vecinalista y principal fuerza opositora del distrito, ConVocación por San Isidro, sufrió un robo en su domicilio. Desde ese espacio le atribuyeron el episodio a “una práctica que venimos sufriendo” y que “no es la primera vez que le ocurre un hecho como este a opositores”.

 

El viernes 8 de marzo, la sede partidaria de ConVocación amaneció con la puerta violentada y el robo de cuatro computadoras, entre ellas la de Riganti. “Son parte de un patrón”, señalaron en referencia a la sucesión de robos de material contra opositores. “Vienen sucediendo una serie de cosas que dan para sospechar”, indicó la edil a INFOCIELO.

Marcela Durrieu también aseguró haber sufrido hechos de estas características durante la campaña de 2015. “Nos secuestraban sistemáticamente los carteles, nos rompieron un local en Martínez y ha llegado a seguirme una patrulla municipal”, contó y manifestó que sucesos como estos “ya son parte del paisaje en San Isidro”.

En 2017 se conoció un audio del tesorero del municipio, Carlos Monaco, en el que pedía ser informado del domicilio de vecinos que “tienen el cartel de ConVocación” y aclaró que “nos sirve para un trabajito que me pide Gustavo”. Por esto también hubo una denuncia penal.

 

Sobre las denuncias de ConVocación, Durrieu valoró “no ser sólo yo la que denuncia lo que ha sucedido históricamente en San Isidro para permanecer en el poder”. Además, denunció la “cobertura de Vidal a Posse”, pese a su discurso contra quienes gobiernan durante muchos años un mismo distrito.

Para Posse veinte años no es nada y planea ir por su sexto mandato. Desde ambos espacios coincidieron en que utiliza los “clásicos mecanismos de los barones del conurbano”. El desafío de su próxima gestión, si vuelve a imponerse en las elecciones, será preparar un sucesor ya que la ley aprobada en 2016 que puso fin a las reelecciones indefinidas en la provincia desatornillará del sillón municipal al histórico intendente