El 2021 supone el inicio del proceso de recuperación de la economía, lo que requerirá de medidas para impulsar el proceso de crecimiento, no obstante, la política fiscal del gobierno federal se mantendrá sin cambios, subrayó Citibanamex.
La institución financiera dijo que, de seguir con esa postura, las finanzas públicas del país se verán presionadas.
“(Mantener la política fiscal) Significaría riesgos crecientes para la sustentabilidad de las finanzas públicas dado el agotamiento de las fuentes de ingresos extraordinarios y el deterioro de las empresas productivas del Estado, lo anterior en detrimento de las finanzas públicas”, explicó Citibanamex en su Examen de la Situación Económica de México del cuarto trimestre de 2020.
Citibanamex recordó que la estrategia del gobierno es evitar un endeudamiento adicional, sin embargo, se ha visto una caída en los ingresos y no se ha visto un cambio significativo en el régimen fiscal.
“La principal acción para mitigar la caída de los ingresos se ha centrado en los grandes contribuyentes”, agrega el análisis.
En 2020, el gobierno advirtió a los grandes contribuyentes como Walmart de México, Femsa, IBM de México y Toyota de sus adeudos con el fisco, donde algunas efectuaron el pago de impuestos a la oficina de Raquel Buenrostro.
SAT obtiene 200,000 millones de pesos por pagos de grandes contribuyentes.
La manera en la que gasta el gobierno se ha priorizado en tres ejes: programas sociales, proyectos insignia y subsidios e inyecciones de capital a Petróleos Mexicanos (Pemex).
“Excluyendo estos rubros, la austeridad ha sido el nombre del juego, y la mayoría de los demás conceptos parecen prescindibles y por lo tanto sujetos a recortes de considerarse necesario”, dijo Citibanamex.
En caso de que la pandemia de COVID-19 empeore, la institución anticipa una reasignación del gasto en lugar de un mayor apoyo fiscal que apenas asciende a 0.7% del Producto Interno Bruto (PIB).
También estiman un incremento en los Requerimientos Financieros del Sector Público desde un nivel de 2.3% del PIB en 2019 a 5.0% en 2020, por lo que la deuda bruta como porcentaje del PIB sería de 61.3%.
Ante la recuperación económica, la deuda bruta como porcentaje del PIB bajaría a 58.9%, así como un superávit primario de 0.3% del PIB y Requerimientos Financieros del Sector Público de 3.2% en este año.
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