Mar del Plata: cinco muertes en cinco días

Ayer, al ayudante de un fiscal le dispararon al pecho al resistirse a un robo

 Había pólvora en los dedos de Arturo Atilio Canale. Indicio del intento de defensa ante el o los delincuentes que lo acorralaron cuando se preparaba para cerrar la puerta del garaje de su casa, en Parque Luro. "Pará, pará", le escuchó decir su familia, que estaba adentro. Gritos a los que les siguió el sonido de un disparo. El proyectil le perforó el pecho y mató casi en el acto a este ayudante de la Fiscalía de Pinamar que tenía sus oficinas en la vecina localidad de General Madariaga y residía en Mar del Plata.

El asesinato del funcionario judicial, de 52 años, elevó a cinco las muertes violentas durante el último fin de semana largo en la ciudad. Un crimen por día y, en lo que va del primer trimestre, uno cada 72 horas.

Hay otros números que también preocupan, que tienen que ver con la investigación y el esclarecimiento de estos casos. En esta seguidilla no hay sospechosos detenidos, salvo por el primero de los homicidios, cometido por una oficial de policía que confundió a la víctima con un ladrón.

La conmoción es tan grande que ayer hubo movimientos de funcionarios de un lado a otro de la ruta 2. El jefe de la policía bonaerense, comisario general Jorge Matzkin, llegó aquí y dio la cara, pero no entregó soluciones para la coyuntura. "Somos una organización de seguridad factible de tener fallas", dijo aquí.

Estuvo con el intendente Gustavo Pulti, que fue duro con la estructura policial y viajó por la tarde a La Plata para encontrarse con el ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados. "Quiero más resultados", repitió el intendente, al que esta última muerte lo golpeó de cerca: Canale fue su compañero de estudios en la secundaria y hasta compartieron alquiler mientras hacían carrera universitaria en Mar del Plata.

No está claro el móvil, pero se sospecha que el ayudante fiscal fue víctima de un robo, en grado de tentativa o consumado. Anteanoche había recorrido una decena de cuadras hasta la avenida Constitución en pos de alistarse para viajar ayer a General Madariaga, donde prestaba servicios. Fue a un cajero automático, retiró dinero, e infló los neumáticos de su automóvil. Cuando lo entró en el garaje se encontró cara a cara con quien le disparó y lo mató.

Pulti confió una anécdota que une tragedias. Canale le había mandado anteayer un mensaje de condolencias a un hermano de Ricardo Locatelli, también oriundo de Dolores, como los dos anteriores, y fallecido este lunes por un golpe en la cabeza que seis días antes recibió aquí en ocasión de robo. Un par de horas después, también él era asesinado.

La lista de homicidios de este fin de semana largo había comenzado a última hora del viernes, cuando la oficial de policía Graciela Guanca mató a Miguel Ángel Efesio, a quien confundió con un delincuente. En la tarde del sábado hubo otros dos crímenes: a media tarde una mujer baleó a Valeria Chavero, de 30 años, previa discusión. Por la noche, en un local de avenida Colón al 5600, apuñalaron a Rubén Almaraz, de 72. Y el lunes por la mañana ahorcaron y quemaron a Nilda González, de 70.

El intendente Pulti también confirmó que espera que el Estado nacional le conceda el arribo de fuerzas federales para la prevención..

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