El plan Hambre Cero solo tendrá un presupuesto de 3 millones contra 66 del mega faro

El plan Hambre Cero solo tendrá un presupuesto de 3 millones contra 66 del mega faro
El gobernador de Misiones, Maurice Closs, es el fiel ejemplo de la doble moral. Mientras dice apoyar a los sectores más humildes, utiliza los fondos públicos para mejorar sus negocios privados en Iguazú.
Por ejemplo el millonario faro que construirá en esta localidad, tiene presupuestado un piso de más de 66 millones de pesos. En tanto el plan Hambre Cero contará con tan solo 3,8 millones de pesos para el 2013. O sea el 5,5 por ciento de lo que costará el mega faro.

Sin dudas el sentido común de distribución y prioridades han sido una cuenta pendiente en la agenda de Closs; no así en su relato. Pero la sociedad sabe que no hay inmoralidad mayor que la doble moral. Porque la mayoría de los funcionarios renovadores tienen una moral doble, hecha, por un lado, de lo que predica y no practica y, por el otro, de lo que practica pero no predica. Es así, pero lo cierto es que Closs no es capaz de entenderlo, porque se ha naturalizado el sinsentido en su gobierno.

Se naturalizó el priorizar la obra pública a combatir la pobreza. Se naturalizó invertir millones en turismo y dejar de lado la salud. Se naturaliza la idea de dar millones de pesos a empresas estatales creadas en los papeles, pero en estructura y funcionamiento son fantasmas. El ejemplo más claro en Marandú Comunicaciones S.E, que ha recibido más de tres millones de pesos y hasta el momento no se sabe nada sobre el destino de ese dinero. El titular de esa empresa es Enrique Gross, Jefe de Asesores del Ejecutivo y mano derecha del primer mandatario.

Lo peor de la doble moral es que naturaliza la corrupción. Esta se encarna y queda clavada como astilla de madera a la piel. El antídoto es la integridad, pero esta palabra no se encuentra en el diccionario renovador.

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