A través del PLAN HÁBITAT del Ministerio del Interior de la Nación, que encabeza Rogelio Frigerio, se estipula destinar a Salta un total de $3.137.849.872 entre 2016 y 2017. De ese total, de poco más de 3.100 millones, hasta el momento se transfirieron los primeros pagos de la mayor parte de las obras.

Entre las tareas de extrema urgencia y las de urbanización en las ciudades se suman más de 47 frentes de trabajo.

En 25 de las obras pautadas para Salta ya se adelantaron pagos. En total se llevan transferidos desde Nación $875.065.940, es decir poco más del 27% del total bianual. Para alcanzar esos más de 3.100 millones, en 2017 el Plan Hábitat deberá desembolsar más del 70% de esa suma, una erogación por arriba de los 2.200 millones, solo para Salta.

Las obras en el Chaco salteño empezaron entre uno y dos meses atrás, según indicó la subsecretaria de Hábitat y Desarrollo Humano de la Nación, Marina Klemensiewicz, y tienen un plazo de entre 18 y 24 meses.

Con lo cual, la finalización está pautada para "el primer semestre de 2018". Se trata de guarecer de infraestructura básica, fundamentalmente tendidos de agua y cloacas, a lo que se considera una "zona crítica" en cuanto a vulnerabilidad y pobreza extrema.

"Calculamos que en el primer semestre de 2018 vamos a estar terminando las obras de los 100 lugares más vulnerables, entre los que se encuentran 17 puntos de Salta, concentrados principalmente en el departamento Rivadavia", le dijo a El Tribuno la subsecretaría de Hábitat y Desarrollo Humano de la Nación, y agregó que las obras más avanzadas en la zona llevan un 25% de ejecución.

Urbanizar

A través del Plan Hábitat se destinarán en dos años más de 3.100 millones a Salta. La inversión se dividirá en 47 frentes de obra, de los cuales 25 ya han recibido fondos y solo 13 iniciaron su ejecución.

Hasta el momento se destinaron poco menos de 900 millones a 25 proyectos de los 47 totales, y de los 13 que efectivamente iniciaron las obras, 9 son en Rivadavia, 3 en Salta capital y 1 en El Carril.

Consultada con respecto al impacto de las obras de infraestructura en el Chaco salteño, que podrían desencadenar un proceso de gentrificación por el que se revalorice la zona pero que los que allí están radicados desde hace tiempo se vean desplazados nuevamente hacia zonas todavía postergadas, la funcionaria respondió: "Lo que no se puede desconocer es que en esos lugares la gente vive hace mucho tiempo, no se quieren movilizar, entonces lo que va que generar es consolidar esos parajes como centros urbanos".

Seguidamente, añadió "La tendencia en el mundo es llevar la urbanización a esos lugares que aún no se consolidaron como ciudades".

Interpelada acerca de la necesidad de generar trabajo genuino para que los habitantes de esos lugares puedan sostener la mejora en el nivel de vida que acarrearían esas obras, la funcionaria admitió que luego de la infraestructura y las viviendas habrá que trabajar en activar matrices productivas, por lo pronto inexistentes.

UNAS 6300 ÁREAS MARGINALES

El Plan Hábitat ese basó en un diagnóstico del Ministerio del Interior en el que se distinguen 6300 áreas marginales en el país, entendiéndolas como zonas vulnerables. A partir de ese número general se trazó una división entre sitios periurbanos con poca densidad poblacional y retirados de los centros urbanos y lugares periféricos y con baja urbanización pro insertos en ciudades constituidas como tales. En el primer grupo, se determinó que hay 800 zonas vulnerables y se priorizó centrar el trabajo de los primeros dos años (2016 y 2017) en los 100 más acuciantes. De este total, hay 17 lugares que corresponden a Salta, la mayoría en el Chaco.