Destacó los motivos de su visita y le dio un tono conciliador y reivindicativo a su gestión, al considerar que desde 2003 a la fecha se vive “una década ganada en Argentina”, después de varias décadas perdidas”.

También agradeció a la Virgen “por los millones de argentinos que hoy tienen trabajo, que pueden tener educación para sus hijos, que nos siga ayudando y que esto pueda seguir siendo así”.

También elevó un ruego para que “ilumine a quienes todavía no entienden que es necesario colaborar con solidaridad, con unidad, con organización, para que Argentina sea un país que pueda proteger a todos los argentinos”.

“A esos que tanto tienen, que comprendan que es necesario seguir en esta dirección para llegar a los que menos tienen”, resaltó, y en esa tónica solicitó que “esos argentinos comprendan la necesidad de más amor, y no de tanto odio, porque el odio no lleva a ninguna parte”.

También reivindicó su gestión y expresó “si las décadas pasadas fueron las décadas perdidas, yo quiero decir con mucho orgullo que esta década comenzada el 25 de mayo de 2003, es la década ganada por todos los argentinos”.

Destacó que en este periodo “hemos recuperado derechos que se habían perdido”, entre los que enumeró a los argentinos que volvieron a tener trabajo, los ancianos que fueron incorporados al sistema previsional y los jóvenes que hacen flamear sus banderas en escuelas nuevas, en nuevas viviendas, en nuevas rutas”.

También resaltó que “además de las cosas materiales que son indispensables para vivir y para la dignidad del ser humano, también hemos ampliado los derechos intangibles. Cada argentino puede decir lo que piensa, lo que quiere y lo que siente con total libertad”.

Al situar a Argentina en el concierto mundial señaló que “el país se encuentra en un mundo cada vez más difícil y complejo, donde nos quieren clavar las garras desde afuera, con la ayuda de algunos de adentro por eso les pido a los los 40 millones que todos los argentinos nos mantengamos unidos, porque la unidad nacional es el presupuesto básico para seguir creciendo”, indicó.

La Presidente manifestó que entre 2003 y 2012 “hemos protagonizado en esta década el progreso económico y social más virtuoso de nuestros 200 años de historia”, sostuvo.

Agregó que “no hay desarrollo posible si la economía no incluye al hombre y a la mujer” y reivindicó “este proyecto nacional, popular y profundamente democrático”.

La Presidente arrancó los aplausos de los presentes al recordar en varios de sus pasajes a Néstor Kirchner, en el momento de pedir a la Virgen “que me dé fuerzas para continuar adelante”, expresó “con él era todo más fácil”, lo que motivó el aplauso de la concurrencia enfervorizada que la interrumpió con el cántico “Cristina corazón, acá están los pibes para la liberación”, en un momento de visible emotividad para la jefa del Poder Ejecutivo Nacional.

En un momento de su discurso, la Presidente recordó que Evita Perón fue “una gran devota de la Virgen de Itatí” y que en 1947 llegó hasta la Basílica junto “a Juan Domingo”.