El concejal de San Isidro, Carlos Castellano, aseguró que la masiva marcha del jueves 8 de noviembre (8N) fue la “más grande desde 2001” y resaltó su carácter “nacional y popular”.

“Desde 2001 es la protesta más grande que se pudo observar. Además tuvo un marco nacional, por su extensión a todo el país en las principales ciudades, y sin duda popular por la composición de los manifestantes. Se podía ver familias completas de sectores trabajadores, medios y medios altos. Para lograr tanta masividad tiene un componente de popularidad que va más allá de un sector social en particular” indicó Castellano al programa Expreso Norte de la FM Estación Tigre.

Asimismo, el concejal reconoció que “es un llamado de atención para toda la dirigencia política en general, pero en particular para quienes tienen funciones de gobierno. Hay una parte importante de la sociedad que considera que sus demandas no tienen respuesta o no son escuchadas”.

El edil del possismo atribuyó la protesta a “errores de gestión” del gobierno nacional. “Cuando un gobierno que consigue el 54% de los votos comete errores importantes de visión y planificación política como es buscar fraccionar la sociedad en lugar de unirla en función de logros comunes; cuando se niega una problemática como la inseguridad en lugar de resolverla, o la inflación que cualquier ciudadano se da cuenta que 100 pesos no le rinden como hace un año, o cuando el sistema de salud pública no es debidamente atendido, o se observa que ha crecido el narcotráfico fundamentalmente en las grandes ciudades que es un delito federal, es claro que hay errores de gestión que no se están considerando” afirmó Castellano.

Y agregó: “El formato que toma el gobierno para resolver los problemas es negarlos”.

Consultado por los conductores del ciclo radial sobre el canal de representatividad de los reclamos del 8N, Castellano explicó que “pretender asumir la representación de todos es una concepción totalitaria”. A su vez consideró que su jefe político, Gustavo Posse, “puede aportar en construir un espacio importante que represente por lo menos a una gran parte de esa sociedad que puedan unirse en función de una agenda chica de temas”.

Y añadió: “Cuando los dirigentes dejan de lado los vedettismos personales para solucionar los problemas, se puede llegar a encontrar un nivel mejor de representación y fundamentalmente mejorar la calidad de la política. Gustavo está en ese camino, en esa construcción, y por la experiencia que tiene y su formación política, puede ser un dirigente de valor para ese espacio”.