Desde el inicio de la pandemia, la gestión de Juan Brardinelli avanzó sobre recortes sistemáticos sobre los trabajadores del OPDS. Paradójicamente, estas quitas fueron efectuadas sobre aquellos empleados que desde el inicio de la cuarentena han tenido que desarrollar labores de campo o continúan concurriendo a las oficinas. 

Los casos más paradigmáticos pueden encontrarse, por ejemplo, en la dirección de Residuos Especiales, donde han habido quitas mensuales de entre 2 y 6 mil pesos. Según los propios trabajadores, en algunos caso llegaron incluso a los 8 mil pesos. Pero lo que ocurrió en esta área no fue excepcional.

Por caso, este mes, en la dirección de Fiscalización, se descontaron sumas de 3, 5 y 7 mil pesos de horas extras ya trabajadas y sin ningún tipo de aviso previo ni justificativo. A ello se suma el agravante del decreto firmado por el gobernador Axel Kicillof, que garantizaba sin demasiado éxito que a ningún trabajador de la provincia de Buenos Aires se le descontarían las sumas que perciba en concepto de sueldo y/o compensaciones salariales durante la pandemia.

Estas maniobras fueron llevadas adelante por las autoridades aprovechando la no concurrencia del personal a las oficinas: “Cuando se les pide una explicación, se esconden o no saben qué decir. Otras veces hacen alusión a un error administrativo”, indicaron.

Todos estos manejos en desfavor de los trabajadores se dan en un clima de total abandono por parte de los gremios que, con su silencio, exponen la complicidad a una gestión que promete defenderlos, pero solo de la boca para afuera. “No encontramos una opción viable para frenar esto, que ya es preocupante. Si bien allá por el mes de junio se acordó una compensación con horas extras, por viáticos que todo el personal se vio imposibilitado de realizar, luego de eso se continuó con la quita indiscriminada de dinero”, explicó indignado un trabajador del OPDS a REALPOLITIK.

Por otro lado, como es de público conocimiento, las autoridades habilitaron un formato de módulos a fin de compensar al personal que se vio afectado por la disminución de sus tareas y/o la imposibilidad de concurrir a las oficinas: “En el OPDS están buscando la forma de blanquear dinero que los empleados ya percibimos, argumentando que son estos los módulos con los cuales compensan. Nos están tomando el pelo”, señalaron al respecto.

UN ORGANISMO DE IMPROVISADOS

Al manoseo en torno a los salarios de los trabajadores se suman además las polémicas condiciones en las que estos deben desempeñar su tarea. En ese marco, los empleados del OPDS cuestionaron los precarísimos protocolos sanitarios que se aplican en las distintas comisiones que se realizan a diario por los inspectores y choferes del organismo, donde ya no se reponen elementos básicos para la protección contra el COVID-19.

Ya no hay alcohol en gel, ni sanitizante, pero tampoco abundan los tapabocas: “Reemplazaron los N95 por barbijos descartables de 40 pesos que en muchos casos recibimos mojados”, afirman. A esto se suma además la falta de comprobantes que garanticen la sanitizacion de los vehículos y la mala costumbre de los funcionarios bonaerenses que, dentro de las oficinas administrativas, optan por no utilizar los barbijos ni cumplir con el distanciamiento social obligatorio.

Por último, a pesar de la confirmación de un caso de COVID-19 positivo en el OPDS, el organismo todavía no cuenta con un protocolo sanitario de procedimiento para sobrellevar situaciones como estás. Tal y como explicó este medio oportunamente, la opción inmediata es ocultar los casos o improvisar respuestas de momento.